sábado, 8 de mayo de 2021

UNA SOLA HISTORIA

Hace unos días, leí lo siguiente:

Hay un último día para todas las cosas


A veces me pregunto si realmente estamos conscientes de lo relativo que es todo: Las personas, las etapas, las cosas. Todo, absolutamente todo, son tan solo capítulos entrelazados que forman parte de una sola historia: La tuya.

Todo lo que pasa en tu vida, tiene un solo propósito, tu propia transformación. Nuestras existencias no permanecen inalterables al paso del tiempo, y no me refiero solo a la apariencia física, hay un cambio mucho más importante que se produce en nuestro interior. 
Nuestra alma también se va transformando con el paso de los años, este cambio no se mide en arrugas o canas o tantas otros aspectos físicos. La transformación del alma, se mide en emociones. La amargura suele ser una emoción que incluso se puede ver en la expresión del rostro y la mirada.

Siempre me ha parecido curiosa la forma en la que la mayoría de las personas se esfuerzan por "disimular sus años", en mi opinión, si esos años han sido bien vividos, con sus lecciones bien aprendidas, no hay nada que se deba disimular, por el contrario: La belleza de la vejez es la sabiduría que descansa en el alma. ¿Se debería disimular eso?.

Ahora bien, esta semana he elegido esa frase con la que inicio, porque nuestra vida, con sus años buenos y malos, se traduce en un viaje lleno de aventuras, transitamos a travéz de emociones buenas y malas, y es en esta última en la cual quiero incidir, porque a veces atravesamos tiempos de dificultad y nos parece que es una situación que no va a cambiar jamás. Nos vemos como en un laberinto sin salida.

Jamás me he tomado a la ligera las emociones por las cuales transitamos, sencillamente porque transitamos por un torbellino de ellas a lo largo de nuestros años. Y sí, muchas veces he sentido frustración, cuando he tenido que enfrentar tiempos que creí que jamás terminarían, también he sentido así, cuando he tenido que ver que una persona esta atravesando una mala situación y no he podido hacer nada por hacer que se sienta mejor. A veces todo lo que puedes hacer es acompañar a esta persona, hasta que su tiempo de aprendizaje haya terminado y ayudarla para que no se pierda en el camino de la desesperanza.

Cuando uno esta aprendiendo, se encuentra con lecciones más largas que otras, con pruebas muy difíciles. La vida no es diferente, por ello jamás debemos olvidar que la felicidad es una conquista y que la paz es aquello que sobreviene a la guerra. Alimentar el pensamiento de que somos "guerreros" no solo nos fortalecerá en momentos de flaqueza, también hará que todos nuestros sentidos despierten, que nuestra atención este enfocada en todas aquellas cosas que nos llevarán a la victoria y lo que es mucho más importante: Hará que la desesperanza no se instale en nuestra alma.

Creo con absoluta seguridad que "hay un último día para todas las cosas" y muchas veces la victoria consiste en saber atravesar los tiempos difíciles, con el alma a flote.
¿Puedes comprender que las personas "exitosas" son las que menos presumen de ello?, ¿puedes comprender que la vida transcurre en escenarios muy lejanos a la "apariencia de las cosas o de las personas"?. 

Déjame decirte que no hay estados permanentes, que los tiempos difíciles terminan aunque duren años, como también lo hacen los tiempos felices. Son las cicatrices de los guerreros las que cuentan las batallas que han vencido y las que lo sostienen en nuevas contiendas. Con cada época de dificultad procura que tu alma se fortalezca y sigue con esperanza, porque "hay un última día para todas las cosas". Te lo puedo asegurar.




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