sábado, 15 de enero de 2022

HAY ESPERANZA EN SUMA HAY ESPERANZA.....

Desde que reparo en las palabras que decido "habitar" cada día, me he dado cuenta cuán equivocados estamos todos con relación a las cosas que en conjunto vamos enfrentando y cuando digo en conjunto me refiero a la "sociedad, para dar un ejemplo basta con ver el manejo que se ha hecho de la pandemia en la que ya llevamos casi tres años.

Para que se entienda, déjame explicarte mi punto de vista. Soy una persona que ante todo va a apostar siempre al manejo que hacemos de nuestras emociones para poder estar y sentirnos bien, sin minimizar la importancia que tiene cuidar el cuerpo y por ende la mente, de ahí que empecé esta entrada, haciendo referencia a las palabras que elegimos "habitar" en nuestra mente cada día.

Si reparamos, desde el principio de esta pandemia, ¿qué es lo que pasó?, primero que nada activaron una alerta "tán fuerte" que lo primero que se instaló en cada uno de nosotros; y no creo cometer un error cuando digo "todos"; fue el miedo, el terror ante ese virus que amenazaba con quitarnos la vida. frente al cual estábamos completamente indefensos. No existía nada que se podía hacer, no existía un tratamiento, no existía una vacuna, nada. Absolutamente nada, salvo cortar nuestra libertad, empezar a reducir el nivel de vida casi al mínimo. Ahora que lo pienso resulta casi irónico decir que para salvar la vida había que cortar las libertades que nos hacen sentir vivos (salir a caminar, respirar aire fresco, reunirse con los amigos, etc.). Se tuvo que "vivir" de esta forma a la espera de que salga una vacuna o un tratamiento que nos dé alguna esperanza, mientras tanto, los medios de comunicación, las declaraciones que escuchábamos seguían instalando en nosotros el miedo y porque no decirlo, el terror.

Hoy después de casi tres años, el problema continúa, a pesar de las vacunas, a pesar de algunos tratamientos, el problema y la alerta continúan. Vuelvo a repetirte, el objetivo de esta explicación que tú la conoces tanto como yo, no es restarle importancia a algo que viene sucediendo a nivel mundial desde hace tiempo, el objetivo es hacer una pregunta, una simple pregunta: ¿En qué momento se pensó en realizar una buena gestión de las emociones?, ¿en algún momento se tomó en cuenta que un buen manejo de la emocionalidad mejora el sistema inmunitario?. 

Creo que a todos nos queda claro que hay que cuidarse, de eso no cabe duda; pero vivir con temor, en algunos casos con terror, solo empeora las cosas. Hace ya algún tiempo, leí una noticia en la que un joven se suicidó después de sentir los síntomas de lo que pensó era "la enfermedad mortal", ¡¡ni siquiera fue a un centro médico a que le confirmen sus sospechas!!
Ninguna enfermedad y eso lo sé bien, ninguna, puede tener una buena evolución si el cuerpo esta enfrentando niveles de estrés elevados, por otro lado, la angustia que produce ver a sus seres queridos por última vez, para entrar en un aislamiento con la idea anticipada de que posiblemente ya no saldrás vivo, es otro factor que produce estrés en el cuerpo. ¿Qué pasa con el miedo, qué pasa con la angustia?, que en un tiempo sostenido bajan las defensas terriblemente. Cualquier enfermedad empeora en un cuadro así.

Quiero invitarte a la vida, sin que por ello debas dejar de lado el cuidado que debes tener, pero es muy diferente salir a la calle, cumpliendo con todas las recomendaciones, sin el añadido del temor de que en cualquier momento adquieras la enfermedad y aún si lo hicieras, enfréntate a ello en paz, deja que tu cuerpo y tu sistema inmunitario respondan al tratamiento que te den. Ya en el pasado nos enfrentamos a virus desconocidos como este; bueno ahora lo enfrentamos en nuestro tiempo, y eso no significa que tu cuerpo no sabe lo que va a hacer, eso solo significa que tu cuerpo aprenderá a defenderse para este nuevo virus. 

Mientras tanto, solo respira, disfruta de las cosas más simples que la vida nos ofrece, pregúntate en todo momento si los pensamientos que elaboras cada momento, te hacen sentir bien y si no es así, desechalos. Rodeate de todo aquello que te produce alegría. Practicar esto, no solo te servirá para este tiempo, porque este tiempo indudablemente pasará. Poner en marcha nuevos modelos mentales, te servirán para mejorar tu calidad de vida.

En este momento vienen a mi mente las palabras de Juan Rulfo, en su libro "Pedro Páramo":

Hay aire, hay sol y hay nubes. Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez hayan canciones; tal vez mejores voces... Hay esperanza, en suma. Hay esperanza para nosotros contra nuestro pesar.



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