domingo, 2 de octubre de 2022

EN AGUAS TRANQUILAS

Es curiosa la manera en que las personas vamos complicándonos la vida sin necesidad alguna. ¿Si realmente supiéramos lo sencillo que es ser feliz, buscaríamos de tantas maneras la forma de serlo?
Creo que caminamos por ahí con una arrogancia muy grande en cuanto a saber cómo vivir. De repente todos sabemos cómo vivir nuestras vidas, pero a la luz de los hechos, estamos rodeados de personas insatisfechas, deprimidas o con un alto nivel de amargura. ¿Realmente sabemos cómo vivir nuestras vidas?

He conocido muy pocas personas que han sabido librar las batallas de sus vidas y han salido a flote con el espíritu intacto. Aunque concuerdo totalmente con algo que leí esta semana: 

LAS MEJORES BATALLAS SON LAS QUE NO SE LLEVAN ADELANTE

Y eso fue lo que inspiró la entrada de hoy. A lo largo de nuestro camino hacemos tantos planes, fijamos tantos objetivos y metas, no esta mal hacerlo, jamás debemos dejar de buscar la manera de estar mejor, pero más que todo no debemos cansarnos de buscar nuestro bienestar, en este sentido, creo que el mayor objetivo que debemos perseguir en la vida es el de nuestra felicidad.

Es tan simple ser feliz, que perdemos de vista este "gran objetivo" en medio de tantas distracciones que tiene el mundo, las hay algunas más relucientes que otras pero DISTRACCIONES al fin.
Pienso en aquellas que yo no llamaría distracción; aunque de la misma manera nos distrae de nuestra felicidad; yo prefiero llamarlas ENEMIGOS DE LA PAZ y con ello pretendo englobar a todas esas personas cuya toxicidad consigue arrebatarnos la paz, la tranquilidad y la calma.

Un barco que navega en aguas tranquilas llega más de prisa a su destino, pero si tiene que lidiar con aguas tormentosas y vientos fuertes, su trayecto debe muchas veces improvisar maniobras para conseguir seguir su rumbo. 
Si hablamos de nuestras serenidad, encontrarnos con personas tóxicas, equivale a lo mismo que toparnos con una tormenta en medio del mar. Nuestros pensamientos se hacen tempestuosos, las más de las veces son pensamientos "inflamados", más si estas personas han conseguido involucrarnos en una riña o algún tipo de altercado. Puede que te sorprenda pero es más común de lo que imaginas hallar al menos una persona toxica en el camino.

Estas personas fueron en su tiempo navíos que navegaban por aguas tranquilas pero dejaron que su alma se envenene con la toxicidad de alguien que desafortunadamente se cruzó en su camino. ¿Tuvieron la oportunidad de pelear con ello?, tengo la seguridad de que sí, pero uno desconoce muchas cosas que tienen que ver con el alma y con nuestro bienestar y las más de las veces es por este desconocimientos que nos sumergimos en batallas que bien pudimos evitar.

Sucede que la batalla empieza siempre en nuestra mente, de ahí que es bueno saber a la perfección cuál es nuestro objetivo principal, porque si no lo sabemos, si lo tenemos perdido por ahí, entre el cúmulo de "objetivos" que perseguimos en la vida, nuestra oportunidad de no dejarnos contagiar por "esa" toxicidad se va perdiendo a medida que aceptamos entrar en el juego de estas personas.

¿Cómo puedes limpiar tu alma de esa toxicidad?, en primer lugar no arrastres en tu mente lo que pasó, tenemos la mala costumbre de recordar una y otra vez lo que nos ha sucedido. Lo bueno recuérdalo siempre porque recordar es volver a vivir, y ahí esta la única razón por la cual no debemos recordar las cosas "malas", no tenemos ninguna necesidad de aferrarnos a lo mal que nos hizo sentir determinada persona ¿verdad?.

Lo segundo es distinguir con bastante claridad aquello que es real, de lo que no. ¿Te confunde esto? déjame decirte que todos aquellos pensamientos que te impulsan hacia tu felicidad son los que representan tu realidad, porque el camino de nuestra felicidad se va construyendo cada día un poquito más. Esto será posible, solo si tomas la firme decisión de rodearte de todo aquello que te reporta bienestar, alegría y felicidad.

Esta simple selección debes llevarla adelante antes que nada en tus propios pensamientos, porque aquellos que te inquietan, te crean temor, tristeza o rencor o cualquier tipo de malestar emocional no son parte de tu realidad, ellos pertenecen a algún evento que PASO, por lo tanto hay que saber dejarlos en el tiempo que les corresponde.

Recuerda que la primera y la única persona responsable de tu felicidad eres tú mismo por tanto; hazte responsable de cada pensamiento, cada palabra y cada acción que llevas adelante hacia tu mayor objetivo: TU FELCIDAD.





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