domingo, 6 de noviembre de 2022

LO QUE PUEDO CAMBIAR

 "Debemos distinguir entre lo que podemos cambiar de aquello que no podemos cambiar"
(Epicteto)


Hay mucho de todo lo que vivimos o enfrentamos cada día, que nos estresa. El estrés no es del todo malo, hay una razón por la que podemos manifestarlo, pero cuando este estrés empieza a afectar nuestra calidad de vida, es cuando debemos empezar a revisar qué es lo que estamos haciendo mal.

La frase de Epicteto, con la que inicio la entrada de esta semana, ha hecho que piense en todo aquello con lo cual DECIDO cargar u ocupar mi mente, que me estresa, me molesta y altera mi tranquilidad, cosas que realmente no dependen de mí, pero que me afectan en la misma medida.

Creo que una de las peores maneras con las cuales uno puede ocupar su mente y por tanto afectar la paz que debería albergar en su interior, es pensar en la manera de cambiar aquello que en forma alguna depende de uno.

Quizá mientras lees, haz empezado a pensar en las formas con las cuales tú mismo elegiste llenarte de estrés. Por ejemplo, llegar puntual a tu trabajo, es algo que depende completamente de tí, que el bus llegue a la misma hora no. ¿Empiezas a comprender?.

Si seguimos analizando los simples eventos del día, podemos llegar a darnos cuenta que una simple noticia en el periódico bien puede robarnos la paz interior. Aunque lo que pase en el país o en nuestra ciudad no depende de ninguna manera de nosotros, algunas noticias sí que nos intranquilizan.
Si, por ejemplo leemos que el índice de robos ha aumentado en nuestra ciudad, empezamos a preocuparnos, al punto que no dejamos de pensar en la probabilidad de que alguien pueda robar nuestro domicilio, mientras estamos en el trabajo. 
¿Qué es lo que podemos hacer?, procuraremos mejorar la seguridad de nuestra casa, quizá organizarnos entre todos los que vivimos en la casa de manera que siempre haya alguien allí; en fin, pensamos en las cosas que podemos hacer, pero más allá de eso, no podemos hacer más.

La mayor parte de las cosas que nos intranquilizan, deben ser sometidas a este simple análisis, preguntarnos ¿qué es lo que puedo hacer para mejorar esto? y actuar en consecuencia de ello, lo demás es algo que no podemos cambiar por tanto no debe preocuparnos, pues no depende de nosotros.

Me gustaría que revises en tu día a día, de cuántas maneras haz dejado que eventos externos te roben la paz interior. 
Hace falta una verdadera claridad y mucha práctica para que con el tiempo distinguir entre lo que puedo y lo que no puedo cambiar, entre lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer, entre lo que depende de mí de aquello que no, sea tan normal como respirar.

He utilizado la comparación a propósito, pues uno no puede vivir sin respirar, así de importante debería ser nuestra paz interior para regalarnos tiempo de calidad. Hay mucho que hemos cedido a causa de las preocupaciones y los trajines de cada día, el haber restado importancia a todo aquello que constituye nuestro bienestar y a la postre nuestra felicidad, empieza a afectar nuestra calidad de vida.

Este es el momento para empezar a cambiar conductas equivocadas, que con el tiempo afectan como verdaderas enfermedades del alma. 
Tienes absolutamente toda la capacidad que necesitas para mejorar tu calidad de vida y la de quienes te rodean.






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