La semana pasada, me puse a contar mis bendiciones. Es un ejercicio que me gusta hacer, cuando siento que mi mente se esta llenando de preocupaciones o pensamientos negativos, en fin; para cuando la vida se hace un poco cuesta arriba. Se trata de algo muy similar, a ese juego de la infancia, en que uno se ponía a contar autos del mismo modelo y el que acumulaba el mayor número, ganaba.
El resultado siempre es el mismo, me sorprende ver cómo, cada año; cuento más bendiciones que en tiempos pasados. Darme a la tarea de reparar hasta en la más pequeña de ellas, es para mí como contar estrellas en el cielo. Al final, no solo se llena de gratitud mi corazón, también puedo ver con claridad, la maravillosa vida que Dios me ha dado!!, pero a toda buena cosecha, siempre antecede una buena siembra, ¿entiendes a lo que me refiero?
Sabes que la vida no es perfecta y puede que te sorprenda, pero ¡qué bueno que no lo es! y es que si algunos de nuestros días no resultarían verdaderos desafíos, no hallaríamos forma de irnos mejorando (nuevas habilidades, nuevos conocimientos, etc.) También los "malos tiempos" son necesarios, después de todo, como las plantas, necesitamos del invierno, de la lluvia y de la primavera, para poder crecer.
A este respecto, voy a compartir contigo, una frase que pasó por mi mente, hace algunos días:
A veces es bueno, no estar "bien"
He puesto entre comillas la palabra, bien, porque la vida no se mide en éxitos y fracasos, nuestros días no se cuentan en buenos y malos; es simplemente la vida la que va pasando y nos va dejando experiencias o lecciones, como quieras llamarlo.
¿Por qué sería bueno que las cosas no estén bien? porque nos obliga a ponernos de pie y seguir, nos obliga a movernos de la zona de confort y seguir, nos obliga a darnos cuenta que ya no somos la misma persona de antes y por tanto, las cosas de antes quizá ya no forman parte de nuestra felicidad o del proyecto de felicidad que ahora tenemos.
Piensa siempre que tu bienestar, va a depender de tu capacidad de reacción a tiempos que no esperabas y recuerda que los quieras o no, ellos llegarás de todas formas. La diferencia esta, en que la solución llegará más rápido si en lugar de quejarte, los aceptas y te pones a trabajar en ellos.
Recuerda ser paciente contigo mismo, el proceso de aprendizaje es el mismo de siempre, puede que al principio decaigas, te canses y tomes algunas medidas erráticas, pero invariablemente un día será mejor que el otro y esta; aunque pueda parecerte una frase gastada, es absolutamente cierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.