Alguna vez has sostenido una conversación que no gire en torno al trabajo, la familia o la situación del país, ah; me olvidaba, o que no incluya hablar sobre alguien más?
Tengo que reconocer con pesar que yo no he hallado muchas personas cuya vida interior sea tan extensa, que se pueda conversar con el alma.
A la mayoría de las personas les asusta mostrarse vulnerables y en su gran mayoría no tienen la capacidad de quitarse sus máscaras o dejar sus personajes, por temor a ser lastimados y en verdad no puedo culparlos, estamos tan acostumbrados a movernos en un mundo de apariencias que hemos perdido gran parte de nuestra humanidad.
Llevo mucho tiempo, investigando el comportamiento humano, como para decirte que las máscaras o los personajes no ocultan lo que uno es realmente, pero para eso, hace falta que uno vea a las personas con los ojos del alma.
No es un misterio, el problema es que a nadie le interesa hacerlo, así que nos sumergimos en un mundo de apariencias y falsedades, casi sin darnos cuenta, pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, tenemos la fortuna de hallar a alguien que emite tal luz propia que es casi imposible no verla.
Hace falta mucho valor para caminar por este mundo, siendo uno mismo y hay que reconocer con tristeza, a estas personas, casi nadie les da la bienvenida, porque su luz incomoda muchas oscuridades, pero si tuviste la fortuna de hallar una de ellas, sabes que es imposible volver a ser el mismo.
Lo que muchos ignoran, es que la sensación de paz y libertad que se experimenta, siendo uno mismo, no tiene comparación.
Uno pasa toda una vida, buscando las cosas más simples de la vida: paz, felicidad, amor, etc. Cuando en realidad es más fácil de lo que uno piensa, basta con solo empezar a ser honestos con nosotros mismos, basta con empezar a emitir luz propia, recuerda que somos energía, tarde o temprano te encontrarás rodeado de luz, después de todo hay más luciérnagas en el campo!!
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