domingo, 12 de febrero de 2023

GRATITUD POR CADA CAPITULO DE LA VIDA

Existe un problema recurrente en casi todas las personas a las que he acompañado durante su aprendizaje emocional y es hacia dónde dirigen su atención. 
Este suele ser un problema bastante común que cometemos casi todos, y es que de forma voluntaria nos concentramos en lo "malo" que vamos a encontrar en cualquier situación. Frederick Nietzche, pone esto de manifiesto en una sola frase:

"Si tú miras al abismo, el abismo te mira a tí"

Hace muy poco he comprendido que realmente es una decisión propia concentrarse en los problemas, las equivocaciones, los recuerdos tristes, etc. En este sentido perdemos de vista las cosas buenas que suceden en nuestros dias Tengo la absoluta seguridad de que pasa algo magnífico todos los días en tu vida, sino es que pasan muchas cosas por las cuales sentir alegría y gratitud. No vemos esto con la claridad que deberíamos, porque hemos ejercitado a la mente para ver las cosas negativas de nuestros días.

Como sabes, la vida es un conjunto de claroscuros, no hay existencias completamente felices como tampoco las hay completamente infelices, las lecciones son necesarias para poder avanzar de mejor modo cada vez.

Todo lo que nos pasa tarde o temprano cierra un ciclo en nuestra vida, porque la vida transcurre en constante movimiento, cuando una etapa, un ciclo o un capítulo de nuestra vida se ha cerrado, lo primero que hacemos es llenarnos de recuerdos tristes sobre todo aquello que "infelizmente" ya no podremos hacer, nuestra atención se concentra en todas y cada una de las formas que nos llevarán a sumirnos en la desesperación y la depresión.

Cada etapa que se ha cerrado en nuestra vida, cada persona que se ha marchado, cada trabajo que se ha perdido, han sido maravillosos regalos para nosotros, porque indudablemente han dejado tras de sí, enseñanzas y experiencias que nos hicieron ser mejores personas. No aceptar con felicidad que su tiempo ha concluido para nosotros solo retrasa nuestro aprendizaje y aleja completamente el bienestar y la gratitud que deberían ocupar el espacio que dejaron.

Visto así, parecería ser algo sencillo y lo es en realidad, se hace difícil porque hemos entrenado a la mente a seguir el camino equivocado, un camino de lamentaciones, culpas, remordimientos cuya única finalidad es sumirnos en la depresión sin mayor propósito que detener nuestro avance y por tanto nuestro derecho a esperar que nuevas alegrías se instalen en nuestro tiempo.

Recuerda esto la próxima vez que tengas que despedir a alguien o que debas dejar de realizar un trabajo, que te marches de un lugar, en fin, cada vez que un nuevo capítulo este a punto de iniciar.

La vida es solo un viaje, cómo lo recorramos depende solo de cada uno de nosotros.



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