No imagino la vida, sin los matices grises que siempre aparecen. Esto no es necesariamente algo malo, porque casi siempre nos invita a poner nuestra atención a todo aquello que debe ser arreglado, pero sobre todo, exige de nuestra parte poner a prueba todas nuestras habilidades y por supuesto adquirir nuevas.
Sin esa escala de grises, ¿cómo podríamos reconocer y apreciar la escala de luces que también llena nuestros días? Ahora bien, como ya puedes imaginar, no es el cuerpo lo que se entrena en tiempos de dificultad, y; aunque la mente atraviesa su propio proceso, es el espíritu el que realmente se perfecciona en ese tiempo. Una vez más, todo se desarrolla en ese mundo interior, al que escasamente damos la importancia que se merece y sin el cual no podríamos desarrollar nuestra vida.
Me resulta completamente imposible disociar el espíritu del camino de la fe. Tú puedes aferrarte a la creencia que tengas, para mí ese camino de espiritualidad siempre va a estar asociada a Dios, y el silencio de Dios en tiempos de dificultad. ¿Te parece extraño? Bien; me gustaría decirte que no es así, pero son los tiempos más difíciles en los que nos parece que Dios esta en silencio. Podría recordarte el mismo texto que leí una vez, tengo la seguridad de que tú también lo conoces: El maestro permanece en silencio cuando el alumno es puesto a prueba. Yo creo que no, ¿te sorprende?
Lo cierto es, que en mi no tan pequeña experiencia, lo que puedo decirte, es; que lo que tú piensas que es silencio o ausencia, se traduce en acción. Dios esta obrando en formas que desconocemos y aquí me voy a detener un momento, para explicarte por qué. Hay una película que lleva por título "Y si Dios fuera como el sol" y lleva ese título, porque en ella, se hace una clara analogía que aunque a veces no podamos ver el sol, no quiere decir que no este brillando en algún lugar.
Creo que es absolutamente cierto; lo sé porque yo pude constatarlo muchas veces. Las más, que fue así. Comprendo que cuando el espíritu esta turbado, es más difícil ver que Dios sigue obrando en bien, en nuestro camino. Con el tiempo, he desarrollado un pequeño ejercicio que hará que camines con pasos de gigante.
Dedica un tiempo de tu día a hacerte una pregunta: ¿En qué formas he visto a Dios hoy?, esta simple pregunta te mostrará cuán vivo esta Dios en tu vida.
Es bueno saber que Dios obró en el pasado, pero es mucho mejor saber que Dios aún esta obrando hoy, y esta más vivo de lo que puedas imaginar.
Cuando lleguen los días de oscuridad, solo recuerda que Dios esta obrando en formas que desconoces, más no por eso, esta ausente o en silencio.
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