domingo, 16 de marzo de 2025

EL SILENCIO DE DIOS

No imagino la vida, sin los matices grises  que siempre aparecen. Esto no  es necesariamente algo  malo, porque  casi siempre nos invita a poner  nuestra  atención a  todo aquello que debe ser arreglado, pero sobre todo, exige de  nuestra parte poner a prueba todas nuestras habilidades y por supuesto adquirir nuevas.
Sin esa escala de grises, ¿cómo podríamos  reconocer y apreciar la escala  de luces que  también llena nuestros días? Ahora bien, como ya puedes imaginar, no es el cuerpo  lo que se entrena en  tiempos de dificultad,  y; aunque la mente atraviesa su propio proceso, es el espíritu  el  que realmente se  perfecciona en ese tiempo. Una vez más, todo se desarrolla en ese mundo interior, al que escasamente damos la importancia que se merece y sin  el  cual no podríamos desarrollar  nuestra vida.

Me resulta completamente imposible disociar el espíritu del camino de la fe. Tú puedes aferrarte a la creencia  que tengas, para mí ese camino de espiritualidad siempre va a estar asociada a Dios, y el silencio  de Dios en tiempos de dificultad. ¿Te parece extraño?  Bien; me gustaría decirte que no es así, pero son los tiempos más difíciles en los que nos parece que Dios esta en silencio. Podría recordarte el mismo texto que leí una vez, tengo la seguridad de que tú también lo conoces: El maestro permanece en silencio cuando  el  alumno es puesto a prueba. Yo creo  que  no, ¿te sorprende?

Lo  cierto  es, que  en mi no tan pequeña experiencia,  lo  que puedo decirte, es; que lo que tú  piensas que es silencio o ausencia, se traduce en acción. Dios esta obrando en formas  que desconocemos y aquí me voy a detener un momento, para explicarte por qué. Hay una película que lleva por título "Y si Dios fuera como el  sol" y lleva ese título, porque en ella, se hace una clara  analogía  que aunque a veces no  podamos ver el  sol,  no quiere decir que no este brillando en algún lugar.

Creo que  es  absolutamente cierto; lo sé porque yo  pude constatarlo muchas veces. Las más, que fue así. Comprendo que cuando el espíritu  esta turbado, es más difícil ver  que  Dios sigue obrando en bien,   en  nuestro camino. Con  el tiempo, he  desarrollado un pequeño ejercicio que hará que camines con pasos de gigante. 
Dedica un tiempo de tu  día a hacerte una pregunta: ¿En  qué formas he visto a Dios hoy?, esta simple pregunta te  mostrará cuán vivo esta Dios en tu  vida.  
Es bueno saber  que Dios obró en el pasado, pero  es mucho mejor  saber que Dios aún esta obrando hoy, y esta más vivo de lo  que puedas  imaginar.

Cuando lleguen los días de oscuridad, solo recuerda que Dios  esta obrando en formas que desconoces, más  no por eso, esta ausente o en silencio.




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