Hace años, tenía un programa de radio: "cultivando el alma", su formato era religioso, partimos 3 personas, una a una fueron dejando el proyecto, hasta que finalmente quedé solo yo, estuvo en el aire aproximadamente 3 años, al final de los cuales ya no pude seguir, por termas personales.
Tuve a mi cargo un nuevo programa radial, este era más bien en formato de revista y al igual que el primero, con el tiempo las personas que conformaban este proyecto se fueron una por una y dentro de un tiempo el programa salió del aire.
¿A dónde quiero llegar con esto? antes que nada, si te quedaste pensando que ambos proyectos terminaron por falta de compromiso, déjame decirte que al principio, yo también lo pensé, pero uno no vive en vano, va madurando con los años o va adquiriendo más sabiduría. Formo parte del segundo grupo, entonces, ¿por qué no seguí con dos programas que tenían bastante audiencia? Porque la vida no se detiene, porque todos seguimos a nuevos rumbos, a nuevos destinos.
Las personas no se fueron por falta de compromiso, se fueron porque sus tiempos en mi vida habían terminado, de igual manera mis pasos, en su tiempo, se dirigieron a nuevos destinos. Conocí más personas, inicié nuevos proyectos, SEGUI.
Hoy lo escribo fácil, pero en su tiempo no lo acepté con tanta facilidad, hicieron falta muchos años, para aceptar que la vida fluye, siempre; uno no puede detenerse nunca, y realmente no debería ser así, porque nuestro viaje tiene muchos destinos. Lugares y personas que aguardan por nosotros, vivencias y experiencias cuya única finalidad es nuestro crecimiento interior.
No importa la situación que hoy estés atravesando, no durará para siempre, sea que estés en lo bueno o en lo malo, nada se detiene, nada permanece igual, porque uno no puede detener un río, la vida no se detiene en uno solo de tus días, no lo intentes, no importa cuánto quieras retenerla en tu mente, en esos recuerdos que te niegas a dejar atrás. Solo estarías perdiendo la calidad de tus emociones. Ni siquiera estas perdiendo tiempo, porque éste pasará de todas maneras, pero tu mala gestión emocional, sí te puede pasar factura.
Fluir con la vida, significa seguir adelante sin rencores, sin tristezas, sin reclamos, etc. Fluir con la vida es comprender que nuestro tiempo con algunas personas y lugares, ha llegado a su fin, que ellos están listos para continuar su viaje, igual que tú.
No te aferres, no trates de evitarlo, uno no detiene el curso del agua, porque lo único que vas a conseguir es desgastarte.
Tengo la seguridad de que escuchaste hablar sobre los apegos, que uno debe aprender a dejar ir las cosas y las personas, bueno; a mí me gusta pensar en la vida como un río que fluye, a nadie le gusta el agua estancada, porque todo lo que vive en ella se pudre, como bien debes saber.
Elige fluir con la vida. Aún te quedan muchos destinos por conocer!!
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