domingo, 18 de febrero de 2024

UNO NO DICE QUE ESTA VIVO, UNO SIENTE QUE LO ESTA

Recientemente, he descubierto que la alegría cuando se comparte, se multiplica, y es que cuando uno ha experimenta la alegría en el alma, sea cual sea la fuente de esa alegría, el compartir con aquellos que son importantes para tí, hace que tus alegrías se magnifiquen. 
Hay mucho que perdemos de vista, la vida tiene reservados para nosotros, un cúmulo de bendiciones, todo un mundo nuevo que se revela ante nosotros, cuando dejamos que nuestra mirada se vuelque a ese mundo interior, escasamente conocido.

A este respecto, existe un tipo de belleza que muy pocos toman en cuenta, más no por eso es menos importante. Cuando uno deja que su espíritu se ilumine con todo aquello de bueno que forma parte de la vida, cuando uno se conduce sujeto a todos esos valores que forman parte importante de la vida, pero sobre todo; cuando no dejas que te lastimen o te afecte el accionar de personas cuya toxicidad es abundante, entonces esa belleza del alma, tu belleza interior, emergerá de tí, con tanta luz que será evidente nada más verte.

¿Has conocido alguna vez a alguien con ese tipo de belleza?, si has tenido la fortuna de conocer a alguien así, sabes que la luz propia que emite es  capaz de iluminar cualquier oscuridad. Uno simplemente siente bienestar nada más estando cerca de esta persona. Y sí, las personas con esta belleza "rara" en nuestros tiempos, tienen la facultad de tocar el alma de quienes tienen la dicha de estar cerca de ellas.

Estas personas, como un tesoro, son verdaderamente difíciles de hallar, ¿cuál es el secreto que poseen?, bueno; ellas simplemente no han dejado que su alma se pierda en los recovecos de este mundo, jamás han dejado de considerar, como un asunto de suma importancia, mantener la integridad de su ser, han sabido cultivar su alma, con luz propia.

Ya decía Mario Benedetti:

La distancia, no es un problema.
El problema somos los humanos,
que no sabemos amar sin tocar,
sin ver o sin escuchar.
Y el amor, se siente con 
el corazón, no con el cuerpo.

¿Cómo vas a descubrir un amor así, si primero no has habitado tú, ese mundo tan tuyo, donde habita el alma?, ¿cómo puedes hablar de amor, si antes no has conocido de dónde viene el amor verdadero? Porque el amor, como todos los demás sentimientos, se origina en ese mundo intangible, tan venido a menos últimamente. Es solo en ese mundo interior que uno puede sentirse verdaderamente vivo y es a partir de él, que tú puedes irradiar ese tipo de belleza que no te ata a largas rutinas frente al espejo, que no te llena de tanta inseguridad que un simple comentario sobre tu apariencia puede determinar cómo te sientes.

Hay una vida aguardando por tí; pero hay que saber llegar a ella; y el camino como siempre, ha de ser el amor, el único medio que abre las puertas del alma, que te indica el camino donde tu corazón ha de sentirse verdaderamente feliz. ¿Cómo puedes esperar que alguien te ame, cuando tú mismo no sabes  amarte?

¿Te vas dando cuenta, de cuántas  maneras nos hemos contado el cuento de que estamos vivos?, uno no dice que esta vivo, uno siente que esta vivo.

Hace falta despertar nuestros sentidos, a ese mundo que hemos escondido, hace falta despertar nuestros sentidos a esa vida que se nos fue dada desde el primer minuto de nacidos, ¿aún recuerdas cómo era?






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