domingo, 29 de julio de 2012

MANTENER EL ESPIRITU VIVO

Amigos, bienvenidos!!!:
Que semana!!!; ¿cómo están?, les comento que he tenido una muy buena semana; con mucho trabajo y eso es lo que me alegra más pues cuando uno se dedica a lo que le gusta, uno casi ni se da cuenta de todo el tiempo que invierte en hacer su trabajo.
He concluido un proyecto que inicié hace algunas semanas atrás, siempre voy a sorprenderme de la maravillosa recompensa que reporta el ver la alegría de las personas cuando reciben de muy buen agrado el resultado de un trabajo que se ha realizado. Esa alegría no tiene precio, es el mejor pago!!!.

Más allá de lo que cada uno haya elegido hacer en su vida (miren que oficios hay muchos); detrás de cada obra concluida siempre ha de estar un ser humano, con sus propios pensamientos, con sus propios sentimientos, con sus propios objetivos, con sus propios sueños y aunque muchas veces se sufren caídas y a veces sentimos que ya no podremos levantarnos; de alguna manera nos ponemos de pie y seguimos adelante, con la promesa en el corazón de que estamos cerca de aquello que hemos ansiado por tanto tiempo.

Esta incesante carrera por vivir, y en muchas ocasiones por sobrevivir, hace que por momentos no tengamos conciencia de las lecciones que vamos aprendiendo y solo hasta que ha pasado mucho tiempo nos damos cuenta que somos mejores personas que en el pasado, gracias a las caídas que tuvimos y a todo lo que aprendimos en aquellos días en los cuales peleamos mucho por salir a flote.

El éxito de la vida de cada persona no se resume a haber logrado todo lo que se propuso y quizá más, sino a la manera en la que consiguió levantarse de cada caída y eso es lo que se valora de cada ser humano: El coraje, el valor y la fuerza de espíritu que lleva a salir triunfador de una situación que invita a dejar de pelear.

¿Por qué les hablo de esto?; porque hace algunas semanas, recibí noticias de un gran amigo mío, quien hace muchos años vio la terrible manera en la que el oficio al cual se había dedicado toda su vida, y que era su vida misma se veía interrumpido indefinidamente por un accidente que sufrió; esta demás decir la increíble lucha y las innumerables horas que pasó tratando de recuperarse para poder volver a trabajar en aquello que tanto le gustaba y para lo cual era muy talentoso; pero las cosas de la vida son así y cuando somos llamados a aprender de nuestras caídas sencillamente tenemos que acudir más allá de todo lo que podamos hacer.

Esta persona con el tiempo consiguió recuperar la normalidad de su vida en su totalidad, pero definitivamente aquel oficio no pudo volver a desempeñarlo, el tiempo pasó, las heridas sanaron y pudo reconciliarse con la vida al ejercer un trabajo muy similar al que tenía. Visto desde un punto de vista distante, había retomado su vida y había continuado con ella con mucho éxito pues no solo sanó sus dolencias sino también volvió a trabajar.... 
Pero cuando se ve con los ojos del alma y se escucha con el corazón, uno advierte al escuchar hablar a las personas, el sufrimiento que tienen en su corazón.... mi amigo había recuperado su vida al cien por ciento, pero su espíritu todavía tenía heridas profundas que le causaban un hondo pesar.

Las heridas del alma, no se sanan de un día al otro, tampoco dentro de un corto tiempo, éstas heridas se sanan en muchos días, en muchas conversaciones alentadoras, en muchos encuentros con aquellos que te quieren y que cuidan de tu corazón como si fuera el suyo mismo, al final el remedio de las heridas del alma es el amor; de los seres queridos y de uno mismo y por encima de todo, el amor de Dios.

El mensaje implícito que traía cada palabra de este entrañable amigo, es que finalmente su espíritu comenzó a sanar, todavía falta un tiempo para arreglar por fin el ala rota de un espíritu que un día voló libre, pero se ha tomado el camino de la recuperación interior y el mayor milagro que Dios realizó con esta persona, es que su espíritu se mantuvo vivo a pesar de todo.... Hoy sus ganas de vivir son las mismas solo que es una persona mucho más fuerte, es una persona mucho más íntegra, hoy mira la vida sin aquella venda en los ojos que le imposibilitaba ver el mundo maravilloso que Dios ha puesto a nuestro alcance; porque esa "pequeña caída" le proporcionó el tiempo que precisaba para apreciar las cosas importantes que Dios quería que valorara....

Y esto es lo que quiero decirles esta semana, que indudablemente la vida nos depara muchas caídas; unas peores que otras; y cada caída hará que aprendamos cosas que nunca pensamos que llegaríamos a saber, cada caída nos invitará a que alberguemos la amargura en el corazón a que cambiemos cada sonrisa por un montón de lágrimas, y aunque maquillemos muy bien la fachada exterior y le digamos al mundo que estamos bien, aquellos que se comunican con nosotros con el lenguaje del amor, sabrán que nada esta bien y nos tenderán la mano a su modo: Con una oración, con una larga conversación, con alguna distracción...

Al final cada caída, por muy adversa que sea; es una gran invitación a ser seres humanos más humanos, cada caída nos regala un tiempo valioso para apreciar los regalos que Dios pone en cada una de nuestras vidas y que no valoramos por la prisa que representa vivir en un mundo que invita a dejar de ser humanos con cada día que nos sumergimos en él.
Podemos considerarnos triunfadores solo cuando hayamos sacado el mayor provecho del tiempo que nos demoró levantarnos de cada caída, cuando podamos advertir que nuestro espíritu sigue vivo a pesar de las heridas profundas que cargamos en el corazón, cuando cada paso que demos al levantarnos sea mucho más seguro que antes, cuando veamos con agrado y cierto orgullo que somos mejores personas gracias a cada una de esas caídas...

Vamos a seguir adelante, a pesar de todo; la vida es maravillosa cuando la vemos con los ojos del alma!!!!.  Y como dicen algunas estrofas de la canción "tengo" de Macaco:

                           Aprendí a alzar las velas
                           aguantarle a la marea 
                           y a romper las olas del mal vivir
                          Y es que el vaso medio lleno, medio vacío
                          solo depende... de ti y de mi

Que tengas una semana magnífica. Hasta la próxima.

Fotografía "Beslut - Desition" (Rosier Db)


1 comentario:

  1. Yanka : Leyendo tu entrada pensaba en mi vida (como siempre...jejeje)y creo que así como el caso que mencionas me ha sucedido muchas veces, la verdad es que he pasado por cosas malas, muy malas y horribles a lo largo de mis 31 años y he cambiado de muchas formas pero al final la esencia sigue siendo la misma, y ahí está lo de mantener el espíritu vivo; recuerdo que en algún mal momento dije :"Esa experiencia me mató ahora soy una nueva persona" y mi hermana me respondió: "No digas eso, decir que una experiencia te mató está mal y no deberías verlo así". Hoy con distancia a ese momento puedo decir que era cierto nada te puede matar, a no ser que tú mismo lo hagas y aún así creo que nuestro espíritu es mucho más fuerte de lo que creemos y nuestra verdadera fortaleza radica allí, el lugar donde Dios mismo habita en nosotros y nos hace ser lo que realmente somos, sin tapujos ni caretas. Te digo que en mi vida he recibido tanto, pero tanto amor de mis hermanas y mis padres sin contar que soy la favorita de Dios ;) ...jajaja...que no podría haber dado ni dar otra cosa que no sea amor y al menos me esfuerzo en ello, porque si te cierras y no das cariño, entonces contribuyes a que este mundo se ahogue cada día más en las oscuridades de cada ser humano y eso sería horrible, me alegro por el amigo tuyo y la verdad es que el poder sanador del amor existe y este nace en nuestro espíritu ;) y a no olvidarnos que siempre podemos retomar nuestro camino, y creo además que ninguna persona es un misterio, siempre podemos alcanzar la verdad del otro cuando se lo preguntamos ;) recibe un gran abrazo y que tengas una maravillosa semana.

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