El vacío, la tristeza y hasta la sensación de fracaso que dejan tras de si, las despedidas; es uno de los escenarios que más afectan al espíritu y por ende a la salud emocional. Hay que ser honestos, nadie construye nada, pensando que un día tendrá que echar abajo todo, pensando que un día tendrá que empezar de nuevo, solo que esta vez peor, se hará además con todas las heridas producidas en la caída.
Existe una pena y un silencio que atraviesa el alma, cuando se ha despedido a un ser querido que ya no forma parte de esta vida, pero tener que aceptar la despedida de una persona querida, porque el destino la llevó por rumbos diferentes al tuyo, es muy triste, hace falta mucho tiempo y mucha fortaleza para seguir adelante, sabes que de todas formas lo harás, porque la vida nunca se detiene, pero puedes seguir de una forma saludable para ti.
En este punto, tengo la necesidad de aclararte, no todas las despedidas tienen que ver con lo romántico, también se puede llevar un duelo por la partida de un hijo, de un hermano, de un amigo, etc.
Estamos demasiado acostumbrados a pensar solo en las relaciones románticas, pero como siempre he dicho, el amor es más fuerte y ahora me gustaría añadir, el amor siempre gana.
Sé que esta última afirmación, parece sacada de un libro o escuchada en alguna película, pero si tuviéramos el mínimo conocimiento de lo fuertes que nos hace el amor interior, sabríamos de su inmenso poder que tiene en nosotros.
Bueno, lo primero que debes saber, es que ese vacío que dejó esa persona, no es una pérdida, es una ganancia, porque te invita a llenarlo con nuevas experiencias, bien podría ser con nuevas presencias, pero eso sucederá con el tiempo, no hay que forzar las cosas.
Tenemos la mala costumbre de buscar las soluciones fuera de nosotros, pero tiempos así, nos invita a buscar dentro de nosotros mismos. Recuerda que la primera compañía para ti, eres tú mismo y me gustaría añadir que existe una presencia que jamás te dejará y estará contigo hasta el último minuto de tu vida y aún después estará junto a tí: Dios.
Sabes, que una de las cosas que lamento más de este último tiempo, es que las personas ya no incluyen a Dios en su vida, en su camino. Tienen sus ojos puestos en simples bagatelas que se presentan como si fueran la felicidad, pero al final, su luz se extingue con la rapidez que termina un solo día. No hay peor vacío que la ausencia de Dios en la vida.
Me gusta pensar que el vacío que dejan las personas cuando se van, es realmente Dios limpiando nuestro camino, y no porque la experiencia vivida haya sido algo malo, aunque en algunos casos lo es. Es más bien, porque ya era tu tiempo de construir nuevas felicidades, porque ninguno de nosotros es el mismo de hace unos años, cambiamos porque las experiencias nos cambian y a veces comprender y aceptar eso, nos lleva también a aceptar que algunas personas ya no forman parte del nuevo camino, de la nueva persona que eres.
Así que empieza a pensar que todo sucede siempre para bien, que Dios a veces mueve personas o nos mueve a nosotros mismos, porque se presenta ante nosotros un nuevo camino, un nuevo tiempo y en él construiremos nuevas felicidades, sabes como lo sé? Porque Dios que nos ama, se encargará de llenar nuestro camino con todos los elementos necesarios para que estemos bien, es nuestra responsabilidad tener el valor de dar el primer paso, hacia una nueva forma de felicidad.