domingo, 27 de abril de 2014

CUIDA TU CORAZON

Amigos, ¿cómo les va?:
Con cada semana que pasa y que inicia, me pregunto ¿qué nuevas batallas deberemos enfrentar?, ¿estaremos listos o nos destrozaran el corazón?, ¿se quebrará nuestros espíritu?, ¿saldremos a flote de cada situación?, ¿percibiremos que ya no somos los mismos de antes?....
Un remolino de preguntas asoman por mi mente, finalmente termino en la única respuesta que consigue callar mis pensamientos: CONFIAR EN DIOS.
Sucede que esta semana dicte una nueva charla, en cada una imagino los rostros de las personas que asistirán, elaboro con cuidado el material que compartiré pero sobre todo trato de seleccionar muy bien el tema que deseo transmitir. En esta ocasión no todo salió como lo planee o como lo imaginé, la vida misma es así no?, nunca sabemos si las cosas saldrán como uno las espera y es en esa maravillosa incertidumbre que Dios nos sorprende al brindarnos cosas mejores de las que habíamos imaginado. Esta ocasión no fue diferente, di la charla sobrellevando los obstáculos y el resultado fue maravilloso, los asistentes y yo pasamos una tarde agradable, nos divertimos y salimos con el espíritu mas tranquilo, pensé que es increíble lo que una pequeña sonrisa puede hacer por el alma.
Desconocía los problemas que cada uno de ellos tenía, estaba consciente de los míos; yo también había llegado con una pequeña sombra en el corazón, pero nada evitaría que asista, que comparta esos momentos con esas personas, y no me equivoqué; el poder sanador de la alegría es inmenso, uno no tiene que sujetarse a horarios rigurosos para cumplir con un tratamiento; lo único que tiene que hacer es mantenerse con el corazón abierto a la espera de ese momento en el que parecen desaparecer las penas y solo conseguimos albergar alegría...... Me dí cuenta que todos a nuestro modo podemos ser también pescadores de almas, con una sola sonrisa.

Puede ser que la vida nos depare experiencias amargas, recuerdos dolorosos, heridas profundas; es parte de la vida, esa extraña forma de aprender pero es también parte de la vida seguir adelante, aunque el corazón sangre, "cuida tu corazón" me dijo alguien una vez y francamente en ese tiempo no comprendí lo que quería decirme; la inexperiencia de mi vida me llevó a pensar en la única clase de amor en la que al parecer todas las personas piensan o lo anhelan, pero con los años, con todas las caídas que sufrí y todas las veces que me levanté, (algunas de esas caídas fueron tan fuertes que sentí que no podía levantarme) pero el tiempo pasa y el espíritu va cobrando fuerza, las heridas van cerrando y uno se levanta.

"Cuida tu corazón", porque la vida muchas veces es dura, porque la vida es cuesta arriba; porque en el camino el espíritu se intoxica por muchas razones, porque a veces cargamos con la culpa de errores que no pudimos remediar y que causaron un daño terrible; porque son tantos los riesgos a los que nos vemos sujetos hoy en día que el temor crece cada vez con más fuerza en nuestra alma, porque son tantas las veces que hemos sido lastimados, que esas heridas han cerrado como hondas cicatrices en nuestros corazón impidiéndonos volver a amar o volver a confiar; muchas veces nos sumergios en la vorágine del odio y del rencor...

"Cuida tu corazón" ¿cómo hacerlo?, si la mayor parte del tiempo no sabemos a que nueva batalla debemos enfrentarnos, perdemos amigos a los cuales dábamos por seguros que no consiguieron pasar la prueba del tiempo, somos defraudados, las personas nos fallan, despedimos seres queridos, lloramos sus ausencias al punto que no estamos seguros de seguir bien.... ¿Cómo poder cuidar nuestro corazón?.

Sucede que la vida no encuentra otro lugar donde residir que no sea en nuestro corazón; sucede que es a partir de él que se van generando nuestras emociones, pero si no somos capaces de limpiar el alma, de dejar atrás aquellas emociones que nos intoxican, tarde o temprano nuestro espíritu perecerá y nuestro corazón no tardará en hacerlo también, aunque éste siga latiendo en nuestro pecho, habremos dejado de percibir la cosas buenas y bellas de la vida, careceremos por completo de ilusiones y miraremos nuestra vida como un evento muy lejano que se desarrolla muy lejos de nosotros.... LAS GANAS DE VIVIR HABRAN ABANDONADO NUESTRA ALMA.

Es posible cuidar el corazón y mucho más posible es sanarlo; basta con tomarnos un tiempo, nadie es una máquina generadora de pensamientos y actitudes positivas de la noche a la mañana, es normal descansar en el subida, detenerse un tiempo para asimilar lo que pasó, para despedir a un ser amado, para retomar fuerzas; es posible tomarse un tiempo para curar esas heridas, para llorar un poco; no conozco un acto de mayor fortaleza que las lágrimas, pues éstas limpian el alma, pero no debemos quedarnos en ese remanso, no debemos detenernos, pues ese tiempo de espera, de retomar fuerzas puede transformarse en el paredón de nuestros sueños, de nuestros anhelos, ningún ser amado que en vida brindo felicidad merece que dejes de vivir porque ya no está, no hay mejor forma de celebrar su vida que seguir adelante con su recuerdo.
Ninguna persona que no valoro el tiempo que le brindábamos, la compañía que le brindábamos merece que dejemos de vivir; ninguna oportunidad perdida, por muy importante que haya sido merece hacernos pensar que ya no hay a donde ir, que no hay mucho más por hacer.

Es posible cuidar nuestro corazón pero una vez más debemos tener la voluntad de hacerlo, de reconocer que hay una mano que guía nuestro camino, aunque en muchos momentos no seamos capaces de comprender ¿por qué pasan las cosas?, con el tiempo lo veremos claramente, pero dejemos que ese tiempo sane nuestras heridas; LA CONFIANZA es el principal motor para desechar el miedo; tenemos muchas razones para confiar en Dios, solo necesitamos detenernos a descansar un poco, para aclarar la mente, pera revestir de fuerza el espíritu.

¿Las heridas de nuestro corazón son muy profundas?, ¿nuestros errores nos gritan que ya no podemos hacer nada?, ¿nos lastimaron tanto que dejamos de creer que vale la pena hacer algo por alguien a quien apreciamos?; EL PERDON no es solo una palabra, es la base de nuestro salud espiritual; debemos ser capaces de perdonarnos y de perdonar, debemos ser capaces de pedir perdón porque Dios no nos lo niega.

Es posible cuidar nuestro corazón pero es preciso que tomemos un tiempo para revisar todo lo que esta dañado, para ir sanando poco a poco cada una de nuestras heridas, para ir desintoxicando poco a poco nuestro espíritu; para ver que todavía somos capaces de hacer cosas buenas, que las malas experiencias no le han quitado nada a nuestro corazón a esa inmensa fuente de amor que late dentro de nosotros.

Nada ni nadie tiene el poder de transformar nuestro mundo interior en un lugar en el que ya no podemos vivir, en el que sentimos que nos asfixiamos, es preciso retomar fuerzas, es preciso fortalecer la fe y luego retomar el camino, todavía falta mucho por vivir, vale la pena seguir, solo hace falta tener la voluntad de hacerlo.

Que tengan una semana preciosa!!, les dejo con este maravilloso cuento de Paulo Coelho. Hasta la próxima.



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