domingo, 22 de octubre de 2017

BENDITOS ERRORES!!!

Amigos!!!:
¿Cómo están?, poco a poco los días nos van acercando al último mes del año, con la gracia de Dios celebraremos una vez más las fiestas de fin de año, particularmente la navidad, una fiesta que sin lugar a dudas llena de ilusión nuestros corazones!!!. Hoy revisé el diario como todos los días y me sorprendí que hayan tantas propuestas de cursos navideños; si aún no han pasado la fiesta de Todos Santos!!!.
Esta semana cerré un ciclo que inicié hace siete años, las despedidas  o los finales jamás fueron de mi predilección, me aventuro a pensar que no lo son de nadie pero esta vez decidí que le daría la bienvenida a un nuevo cambio en mi vida. Estos días de Octubre han pasado tan a prisa entre las tareas de siempre y algunas nuevas que solo puedo sentirme agradecida con Dios por las bendiciones con las que llena mis días, incluso por  aquellos capítulos que llegan a su término, es bueno reconocer que las cosas o las personas no son eternas, es saludable para el alma recibir lo nuevo y aceptar cuando los ciclos se cierran.
Despedir o dejar ir las cosas no es fácil, creo que nadie recibe con agrado un cambio en su vida, pero es bueno que mejoremos en la práctica de dejar ir, pues la vida tiene un sin número de vueltas y en muchas de ellas debemos despedir.

La vida nos ofrece tantas formas de aprender nuestras lecciones, una de ellas son nuestros errores. Me di cuenta de esto después de estrellarme muchas veces con lo que hasta hace poco yo llamaba "testarudez".
No sé si a alguno de ustedes les ha pasado pero lo cierto es que muchas veces nos damos cuenta cuando una persona esta cometiendo un error, cuando se esta equivocando, lo normal es advertirle, es hacerle dar cuanta de lo que esta haciendo, pero en respuesta uno encuentra una pared, nos topamos con una serie de argumentos bien elaborados con la finalidad de respaldar sus actos, pero y a pesar de mucha insistencia, la persona termina equivocándose, a pesar de todo lo que dijimos y tratamos.

Esta situación se repitió muchas veces con muchas personas a lo largo de mi vida y tengo que aceptar con desagrado que no es fácil ver el sufrimiento de las personas que amamos cuando han cometido un error, uno que hubieran podido evitar si habrían sabido escuchar.... Con los años comprendí que no hay mucho que uno pueda hacer por los demás cuando éstos están recorriendo su propio camino.

BENDITOS ERRORES!!, hoy los veo de esa manera; primero porque la mejor forma de aprender es siempre desde la propia experiencia y segundo porque si uno no aprendiera de cada uno de ellos jamás conseguiría avanzar en esta vida a la cual fuimos llamados para mejorar como personas, no por el bien de los demás sino por el de uno mismo.

Desde que me di cuenta de ello, de la rabia y la frustración que me producía ver el dolor en aquellos a quienes amaba, pase a la gratitud con Dios por dejarme estar durante ese tiempo con cada uno de ellos, por regalarme la magnífica oportunidad de darles una mano para que sanen sus heridas, para que revisen sus pasos y continúen con una lección más en sus vidas.

Creo que si todos a nuestro tiempo, empezáramos a ver que en si, los tropiezos y las caídas son en realidad algo bueno, miraríamos la vida con algo más de paz; aceptaríamos que somos personas que estamos aprendiendo, que la edad no nos garantiza que ya lo sabemos todo y caminaríamos con una mirada más atenta para poder aprender lo máximo posible, aquello que nuestra alma precisa.

La próxima vez que se enfaden con ustedes  mismos o con alguien por no haber evitado un error que a la postre era tan obvio, recuerden que cada error, cada caída, cada tropiezo nos lleva siempre un poco más adelante. agradezcan poder estar con quienes los necesitan o que tal vez hoy son un poco mejores de lo que eran ayer....

Que esta semana disfrutes más la vida que tienes, exactamente como es!!!!. Hasta la próxima.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.