domingo, 28 de enero de 2018

SE NOS OLVIDA, OLVIDAR

Vamos a seguir festejando la vida!!!, pero festejar la vida implica también que a veces hay algunos aspectos que mejorar de nosotros mismos o de nuestra forma de encarar la vida.
Uno de los talleres que acostumbro dictar es "La Alegría de Estar Vivos", disfruto mucho interactuar con los asistentes, porque casi siempre pasa lo mismo: La mayoría acude intrigado por el título y es que casi siempre me preguntan "¿cómo es posible sentirse feliz de estar vivo cuando uno vive en un mundo como este?", yo siempre les digo que en realidad es muy sencillo.

Para poder disfrutar de la vida que nos pertenece, primero tenemos que limpiar nuestra visión como lo hacemos con nuestras gafas cuando empezamos a ver borroso.
Hace algún tiempo ya, conversando con una amistad me comentó que en uno de los cursos a los cuales había asistido trataron ese pasaje de la Biblia en el cual habla sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra (sí probablemente a estas alturas están pensando que empezaré a hablarles de religión pero denme un tiempo que ya llegare al punto que hoy quiero compartir) lo cierto es que todos sabemos que Dios ordenó que escaparan sin mirar atrás o se convertirían en una estatua de sal.

¿Qué tiene esto que ver con la vida?: Mucho en realidad, lo cierto es que esta amistad me dice que probablemente en nuestros días también nos convertimos en estatuas de sal, no porque vayamos a mirar para atrás, pero si porque miramos constantemente al pasado.

Me gusto tanto su comentario que hoy, estoy aquí compartiéndolo con ustedes, porque las cosas buenos son mejores cuando uno las comparte.El hecho es que se nos olvida, OLVIDAR; pero ¿qué es lo que debemos olvidar? eso es precisamente lo que hoy quiero que comprendas.

Hace falta olvidar los malos momentos, hace falta olvidar que tuvimos heridas profundas, que recibimos ofensas, que nos equivocamos, que caímos. Hace falta olvidar para poder seguir, pero olvidar todo aquello que nos hizo daño un día, todo aquello que nos lastimó.

Necesitamos ser hombres nuevos, cada día de nuestras formidables vidas, necesitamos comprender que lo que pasó, ya fué; que no seríamos lo mismos sin todo lo que pasamos, pero tampoco debemos darle mayor entidad que la que tuvo en su tiempo.

Personalmente no disfruto de asistir a talleres teológicos, comprendo que hay personas que se han formado para ello, pero mi visión de la vida y mi vivencia de la fe son muy simples en realidad. 
Disfruto ayudando a las personas a que descubran que la fe esta viva y más viva que nunca en cada una de sus vidas, pero hay que saber encontrarla y vivirla.

Dios ayuda mucho en este sentido, como cuando esta amistad me comentó lo que había aprendido en ese curso, ¿no lo habían visto desde esa perspectiva verdad?, con honestidad confieso que yo tampoco, pero una vez que lo comprendí me pareció tan maravilloso que hoy quise comentárselos.

Durante este año y si Dios me lo permite semana a semana iré compartiendo con ustedes temas que como siempre nos ayuden a vivir mejor nuestra vida, porque vale la pena hacerlo. A menudo malgastamos nuestros días en un cúmulo de experiencias innecesarias que no nos hacen ningún bien.

A recordar entonces que es bueno olvidar todo lo malo que se haya vivido porque se suele decir que recordar es volver a vivir y no creo que haya nadie que por libre elección decida revivir permanentemente lo que a su turno le causo pesar. El problema es que se trata de redireccionar la vida, de olvidar viejas costumbres y renovarse con un enfoque nuevo y sano. !!Vamos que hasta los árboles se despojan de las hojas nuevas para lucir sus retoños!!, ¿cómo no vamos a poder hacerlo nosotros?.

Si vas a recordar algo una y otra vez, que sean los momentos felices, que sean todos esos rostros que te regalaron sus mejores sonrisas!!! y a ritmo de Rapahel y Danny Martin los dejo con este tema precioso: QUE BONITA LA VIDA






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