domingo, 6 de mayo de 2012

A NO DEJAR PUERTAS ABIERTAS!!

Amigos, bienvenidos!!:
¿Han tenido una semana grata?; saben que siempre que les hago esta pregunta, trato de imaginar las diferentes  realidades que existen; cuántos momentos de amargura, de frustración, de incomprensión ante los designios de Dios, quizá cuántos pasos equivocados, cuánto desconocimiento de las cosas del espíritu, y me preguntó, ¿cuántos de ustedes saben que sus vidas valen tanto que pueden emitir una luz propia capaz de alumbrar los peores momentos de oscuridad?; ¿cuántos de ustedes terminan su semana identificando perfectamente los buenos momentos aferrándose a ellos con todas sus fuerzas?...

Yo he tenido una semana interesante, las personas consiguen sorprenderme todo el tiempo; a veces gratamente y otras no tanto, pero como les dije al principio, uno debe concentrarse en los buenos momentos que valen la pena ser vividos y recordados, el resto son solo un cúmulo de experiencias de las cuales debemos tratar de rescatar la mejor enseñanza posible y continuar nuestro camino.

¿Recuerdan ese gran proyecto en el que les dije que estaba trabajando hace ya algunos meses?; finalmente terminó, cuando algo llega a su fin, uno siempre trata de hacer su propio balance, diferenciar las cosas importantes de las que no lo son y separarlas cuidadosamente para poder almacenar el mayor conocimiento posible.
El resultado que tengo, de este proyecto en particular, es el ser capaces de vencer el miedo y la tristeza. ¿Quién puede decir que no ha sentido temor o tristeza alguna vez?; el ser humano camina por la vida, inseguro, va dando pasos en falso constantemente, en la mayoría de los casos por la falta de Fe.

El temor, queridos amigos, es la mayor de todas las puertas que podemos dejar abierta para el mal; es por el temor que muchas veces no nos animamos a emprender nuevos proyectos o nuevas etapas en nuestra vida, limitándonos así, nuestro derecho a vivir días mejores.
Albergamos el temor de perder a un ser querido, de perder un empleo que necesitamos mucho, tememos incluso perder nuestras vidas!!. El temor se convierte así en la inmensa venda que tapa nuestra visión, impidiéndonos ver con claridad los pasos que debemos dar.

Nos convertimos en esclavos de nuestros propios miedos y entonces somos presas fáciles de la desesperación, del desasosiego, empezamos a trajinar el camino de las dudas, nuestra mente alberga pensamientos temerosos, que nos impiden llevar la vida plena que Dios ha puesto en nuestros manos.

Evidentemente, existen muchas puertas que puede utilizar el mal, para intentar enfermar nuestro espíritu; la tristeza es otra de ellas, y es por medio de ella que dejamos de ver lo bueno que llega a nuestras vidas, nos sumimos en un estado constante de pesar, nos encerramos en lo malo que nos ha sucedido, y atención, porque no estoy menospreciando en ningún caso, aquello que les pueda aquejar y sea la causa de su tristeza, se bien que la vida nos puede dar duros reveses...pero el concentrarnos solo en lo malo que nos ha pasado, puede estarnos quitando la alegría de estar vivos, puede quitarnos la esperanza de que días mejores llegarán y con seguridad lo harán. La tristeza no nos deja ver que todavía hay cosas que valen la pena y deben ser celebradas.

El mal, se manifiesta de muchas maneras en nuestra vida; recuerden que aceptar la existencia del bien implica que existe el mal, el no aceptarlo así, puede quitarnos nuestra capacidad de identificarlo y pelear contra él. Si nos dejamos ganar con el temor o la tristeza, o tantos otros sentimientos negativos  no estamos peleando por nuestra vida, no estamos peleando por nuestra propia salud espiritual.

El tener aprehensión por las cosas o las personas en este mundo, incrementa nuestro temor de perderlas; ¿por qué tenemos miedo de que termine algo o de perder algo si Dios nos ha hecho libres?; la vida no se trata de una fórmula que se repite con relativo éxito en cada caso; no es una receta de cocina que combina a la perfección y en la medida justa cada ingrediente para obtener un platillo exiquisito, no.

La vida, se trata de que cada uno descubra su propia receta, de que cada uno observe con detenimiento en en el ensayo diario las cantidades justas de cada cosa: Emprendimiento, valor, amor, alegría, comprensión, autoestima, fortaleza, fe, esperanza, seguridad, lealtad, perdón, etc.
La vida es algo que le pertenece a cada uno de nosotros, compartimos algunos tramos de ella con otros que también se encuentran caminando, pero definitivamente, el ser capaces de seguir adelante depende solo de nosotros.

Nuestra felicidad, no depende de que una persona querida este o no, para toda la vida a nuestro lado, ni siquiera nosotros podemos garantizar que estaremos junto a una persona por el resto de nuestras vidas, pero si podemos disfrutar de cada día que Dios nos regala a lado de quienes queremos y dar libertad cuando estas personas quieren continuar sus caminos lejos de nosotros. Exactamente lo mismo sucederá con los trabajos que podemos desempeñar, llegaran a su fin cuando Dios así lo disponga y no debemos tener miedo de tomar un nuevo rumbo, pues contamos con el amor de Dios, y él es quien guía nuestros destinos!!.

No vale la pena detenernos a llorar por las cosas o las personas que se han ido, no vale la pena aferrarnos a nada ni a nadie que ya no deba estar en nuestro camino, mucho más si estamos conscientes de que fuimos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos para que todo salga bien, simplemente hay que seguir adelante y eso implica mucho valor, implica mucha fortaleza de espíritu e implica mucha fe.

El continuar con pasos seguros por el sendero de la vida, nos invita también a no albergar rencor por las cosas o las personas perdidas, implica no albergar amargura, más bien nos invita a reconocer que si Dios nos ha puesto la oportunidad de un nuevo rumbo en las manos, es porque mejores cosas quedan por vivir y uno no lleva cosas del pasado a un futuro que apenas alcanzamos a ver; uno no siente temor por lo que no conoce porque ha depositado su confianza en Dios y eso nos hace dar los pasos más seguros que se pueden dar, eso nos otorga la suficiente claridad mental para poder ver lo que tenemos que hacer y para poder apreciar a quienes todavía permanecen a nuestro lado.

Recuerden que uno no debe dejar que los días de la vida solo transcurran, como parte de una rutina, uno debe tratar de aprender de cada momento vivido, solo tú y Dios conocen lo que has venido a aprender a este mundo, presta mucha atención a todo lo que vas viviendo y trata de ser una persona más fuerte con cada caída. 
El caminar por la vida con temor no hará que las cosas que tienen que pasar no sucedan, el albergar la amargura en el corazón no retrocederá el tiempo; sin embargo el encarar cada día con fuerza y seguridad en el espíritu, hará que seas más capaz de ver las cosas buenas que llegan y llegarán a tu vida, eres libre y debes luchar cada día por ello!!!.

Que tengas una maravillosa semana. Hasta la próxima!!.





1 comentario:

  1. Yanka: Yo no diria puertas, sino mas bien agujeros por donde se puede entrar el mal (como una casa vieja, llena de goteras...jejeje)tal vez el secreto esté en renovarnos siempre, continuar a pesar de todo. La verdad uno tiene miedo, hasta de que las cosas buenas no sucedan, momentos en los que todo es TRAGEDIA existe el terror de que sea permanente y en realidad las cosas buenas no lleguen nunca...jajaja...pero ahí pensar que Dios es tan bueno, que por supuesto está reservando días mejores, pero es el mal lleva a la sensación de tristeza y desánimo; lo importante es identificarlo y pelear con él para vencerlo ¿cierto?...al final, la libertad "Somos libres"...eso quiere decir que no podemos ser esclavos de nada, ni del miedo ni la tristeza ni la inseguridad NADA simplemente libres.
    Que tengas una linda semana, un abrazo.

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