domingo, 3 de junio de 2012

LAS HUELLAS DE LA VIDA...

Amigos!!!, bienvenidos:
¿Cómo están?, espero que los días que han pasado, hayan traído consigo eventos maravillosos, tengo la seguridad de que hayan sido grandes o pequeños; ustedes han vivido momentos de bienestar  que tarde o temprano verán con absoluta claridad.
No se detengan a pensar en todo lo malo que crean que existe en sus vidas, el ser humano tiene una facilidad auténtica para ver solo lo malo, pero con el tiempo nos damos cuenta que cada suceso negativo, trae siempre consigo algo bueno solo hay que mantener los ojos del corazón muy abiertos para darnos cuenta de ello.

Saben las personas pueden desarrollar trabajos que requieren de su inteligencia y sus diferentes habilidades para desarrollar actividades determinadas, este tipo de trabajos trae por lo general una remuneración por el tiempo que se invierte en desarrollarlo, pero existe otro tipo de trabajo, muy poco desarrollado en nuestro tiempo, y es el que esta orientado al ser humano al dedicarte a este trabajo consigues darte cuenta que obtienes un enorme bagaje de conocimientos cuando te dedicas a observar, comprender y ayudar a las personas y eso no tiene precio.

Esta semana, tuve la oportunidad de estar presente cuando se recogían las pertenencias de la fuente de trabajo de una persona que había partido de este mundo hace ya algún tiempo atrás;  era sorprendente lo que los compañeros de trabajo manifestaban de esta persona, había tanto aprecio en cada una de sus palabras, era increíble lo que su espacio de trabajo hablaba de esta persona, la manera en la que estaban distribuidas las cosas decían mucho de esta persona, era increíble cuántas cosas podía uno darse cuenta con solo estar un corto tiempo en la rutina laboral que formaba parte de su vida.

Este pequeño suceso trajo para mí una enorme enseñanza, ocurre que he aprendido que nuestra vida, no se resume solo a lo que hacemos en ella o al tiempo que utilizamos en nuestras diferentes actividades, no se reduce solo a lo que podemos hacer personalmente implica mucho más que eso.

La vida es un constante caminar, se tienen días buenos y se tienen días malos, pero invariablemente cada una de nuestras vidas esta llena de personas, de lugares, de cosas, de actividades que van construyendo nuestra existencia, y es precisamente a esos elementos cual pequeños ladrillos de una gran construcción, a los que llegado el momento no tomamos en cuenta, porque nos concentramos en todo lo que no nos gusta de esa edificación (nuestra vida)...

Con cada día vivido, hemos ido recorriendo nuestro camino, a lo largo de cual vamos dejando huellas imborrables, algunas más profundas que otras, éste camino, es el testigo más fiel de nuestro paso por este mundo, y son estas huellas que podemos alcanzar a ver o no, las que dirán mucho más de nuestra existencia que nosotros mismos... ¿por qué no somos capaces de ver la vida que llevamos, exactamente como es?.

Cuando una persona ha dejado este mundo, son todos esos tramos de su camino, los que todavía hablan de ella, aún después de su partida, su lugar de trabajo, la rutina de cada día, las personas con las cuales interactuaba, y eso es solo un tramo del camino, las amistades (algunas desde la infancia), la familia (padres, hermanos, cónyuges, hijos) todos los acontecimientos felices y tristes que se compartieron con  ellos (matrimonios, cumpleaños, nacimientos, defunciones, riñas, etc.); todos uno a uno van traduciéndose en las huellas de un camino que quizá en muchas ocasiones recorrimos con tristeza, con preocupación, con alegría, con decepción..... un camino que nos trasciende, un camino que permanecerá allí todavía mucho tiempo después de que ya no estemos en él..... un camino que quizá no vemos como realmente es.

Estas personas, estos lugares, estas cosas hablaran de nosotros y lo que ellos pueden decir, puede contar otra vida, que ni siquiera nosotros sabíamos que teníamos, puede hablar de una persona que ni siquiera nosotros sabíamos que existía, puede demostrarnos que no todo lo que pensamos de nosotros y de nuestra propia vida era cierto, en la mayoría de los casos puede convertirse en una hermosa sorpresa si todavía tenemos tiempo para darnos cuenta, o puede ser un tributo después de nuestra partida ¿por qué no nos damos cuenta de su existencia, de su valor?....

Por la sencilla razón, de que nos sumimos tanto en nuestra propia vivencia, en la manera en la que nos enfrentamos a nuestros propios obstáculos, en la forma en la que debemos sobrellevar muchas dificultades para finalmente conseguir lo que ansiamos, que no comprendemos que la vida no se reduce a solo albergar un objetivo en el horizonte de nuestro camino, que cuando llegamos a él, nuestro espíritu ha ido perdiendo tantas cosas que llegamos al final del camino con una mirada amarga de la vida, con un espíritu maltrecho; ya no contamos con la alegría de la vida porque la sacrificamos al elegir aferrarnos a todo lo malo que nos sucedió que cuando llegaron los buenos momentos ya no pudimos valorarlos.

La vida se va construyendo día a día, con cada suceso, con cada hora, con cada minuto; no sabemos si tendremos tiempo de llegar a ese horizonte preciado, pero si sabemos que hoy tenemos personas a nuestro alrededor que pueden valorar o no lo que somos capaces de hacer y de dar; tenemos lugares que visitar que hablaran de nosotros y de lo mucho o poco que pudimos hacer en ellos, tenemos cosas adquiridas o que podemos regalar, que harán que nazca la alegría en nuestro corazones.

Vamos viviendo y en el camino vamos dejando huellas, alguna vez demos una mirada a cada una, valoremos lo que hicimos por las personas que formaron parte de nuestra vida, regalémonos un poco de tiempo para poder ver lo que fuimos capaces de cambiar en sus vidas o cuánto cambiaron ellas nuestra vida; disfrutemos que todavía tenemos amigos, que tenemos familia, encendamos aquella luz de amor y esperanza que una vez albergamos en nuestro corazón, no esperemos a que nuestras huellas hablen por nosotros cuando ya no estemos, no esperemos a que sean otros quienes valoren lo que fuimos, valorémonos hoy!!.

Permitámonos ver que nuestra vida, esta construida con cada uno de esos ladrillos sin los cuales no se hubiera llegado hasta aquí, hayan dejado un recuerdo bueno o uno malo, forman parte de nuestro camino, perdonemos lo que haya que perdonar, celebremos lo que haya que celebrar, pero nunca optemos por detenernos en un solo suceso, una sola persona, un solo lugar porque no resume todo el camino, constituye apenas una huella....

Que tengas una semana llena de sorpresas!!. Hasta la próxima.

Fotografía "Les anges attendent" (Ing. Rosario Domínguez)




1 comentario:

  1. Yanka: Te quedó muy bueno el mensaje, pero requiere de una fortaleza espiritual muy grande, al menos yo cuando veo hacia atrás veo un montón de huellas amargas y profundas que en muchos casos me han querido atrapar...pero bueno como tú dices de vez en cuando hay que revisar nuestro camino y recoger solo lo bueno de él....al final lo vivido, vivido está y qué caso tendría conservar lo malo, al final la trascendencia de nuestras vidas es lo que va ha quedar, que al menos sea algo agradable ¿no?...jajaja

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