domingo, 2 de diciembre de 2012

UN TIEMPO PARA CREER...

Amigos, bienvenidos!!:
¡Hemos iniciado Diciembre!; el último mes del año y el mes de la navidad. Resulta imposible que nuestro corazón no se llene de alegría, a la vez que una cierta melancolía; más en definitiva la próxima llegada de la navidad es una invitación a instalar en nuestro corazón el perdón, la esperanza y el amor.

Inicia Diciembre y también el Adviento. ¿Cuántas veces hemos mencionado esta palabra?, más allá del significado que con seguridad podremos encontrar con solo intentar; esta el hecho de que es un tiempo de espera, es para mí la antesala de la gran celebración que es la navidad; y aunque este tiempo por lo general nos invita a reflexionar en cada semana que transcurre hasta el nacimiento del niño Jesús aspectos como la vigilancia, la paciencia, la alegría y la misma navidad; yo quiero centrarme en una sola cosa: CREER.

En días pasados, pensé en todas las creencias y supersticiones a las que muchas veces nos aferramos: Echar una moneda en una fuente de los deseos, ver una estrella fugaz, encontrar un trébol de cuatro hojas;  son tan solo algunas de muchas que podemos nombrar y pensé que lo verdaderamente importante de todas estas cosas, es que el ser humano todavía espera que en su vida sucedan grandes eventos, grandes milagros o tan solo un poco de suerte.

Creo sinceramente que esta época como ninguna otra, nos invita a creer y esperar que cosas buenas lleguen y sucedan en nuestras vidas. 
La magia viene una y otra vez a nuestra mente, con seguridad muchos en algún momento también hemos querido disponer de una pequeña varita mágica que resuelva todo lo que pensamos que no esta bien en nuestras vidas o simplemente soñamos que un solo movimiento de las mismas consiga traer a nuestra vida un pedacito de todo cuanto ansiamos; ¿esa magia realmente existe?...

Esa magia existe, esa maravillosa posibilidad de ver realizados nuestros sueños existe; hace falta que creamos, que creamos con todo nuestro corazón, porque la magia del amor traducida en la fe, en la confianza, en la esperanza; existe y cobra mucha más fuerza en épocas como esta.
¿Por qué lo es mucho más en esta época?; porque el mundo entero se rodea de la magia del amor, porque aunque sea por uno cuantos días albergamos en el corazón la maravillosa magia del amor que es la mayor magia de todas. Solo depende de nosotros creer que es así, creer que todo lo bueno que esperamos puede suceder.

Nos resulta difícil creer porque hemos intentado creer antes y hemos sufrido muchas caídas, porque en más de una ocasión hemos esperado incluso con fe y todo ha seguido igual; pero hace falta que consideremos que jamás seremos los mismos de antes, los mismos de aquellas caídas, los mismos de aquellas horas de llanto o de dolor, porque conseguimos ponernos de pie, porque definitivamente nuestro espíritu hoy es más fuerte y porque ese hálito de vida que se traduce en cada latido de nuestro corazón nos esta diciendo que tenemos y debemos creer que todo es posible.

No hace falta una varita mágica, no hace falta una estrella fugaz, no hace falta nada, solo hace falta creer, con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra confianza, sin albergar dudas, sin albergar temores.
Una vez comprendí que la luz de una simple vela, emite más brillo que ninguna otra luz del mundo, porque pude encender la luz de la esperanza e iluminar hasta el rincón más sombrío de nuestra alma o de nuestro corazón y un corazón herido o un alma en medio de las tinieblas no puede cobijar al amor o atesorar la fe. Ese amor y esa fe que muchas veces se traduce en la magia que puede hacer realidad todo lo que esperamos.

Hoy inicia el adviento un  tiempo de espera; un tiempo en el que encenderemos cuatro velas a la espera de que su luz ilumine nuestro corazón.....

Que tengas una maravillosa semana. Hasta la próxima.






1 comentario:

  1. Yanka: Ya llega la Navidad, que felicidad, al menos ahora nos veremos envueltos en una atmósfera de buenos deseos y esperanza. Cuando mencionas la palabra magia, es imposible no traer a la mente esa sensación que dices de que todo es posible y que nada está demasiado lejos o es inalcansable, pero de tiempo en tiempo eso va desapareciendo, por eso te apoyo en la parte de creer, recordarnos siempre que no importa cuando ni donde ni en que época del año, "La fe mueve montañas" y con eso en mente mantenernos bien abiertos y optimistas a la experiencia de una nueva llegada, un nuevo nacimiento de Dios en nuestras vidas, de verdad darnos la oportunidad de renovarnos y transformarnos junto a él en la Noche Buena. Un gran abrazo y gracias por tus entradas.

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