domingo, 20 de enero de 2013

AQUELLOS DIAS GRISES......

Amigos, ¿Cómo están?
Celebro haber podido vivir una nueva semana y todas las experiencias felices o tristes que me tocaron vivir durante los días que pasaron, ustedes ¿qué me dicen?; ¿qué experiencias van atesorando en los días que transcurren?.

Entre la rutina que de tanto en tanto se hace presente en nuestras vidas, notamos que atravesamos tramos de nuestro camino, en los cuáles observamos que la luz se va haciendo escasa, que nos resulta difícil distinguir nuestros pasos y la dirección que toman éstos, es tanta la oscuridad de esos días grises que de inmediato se hace presente aquella vieja amiga: La tristeza....

Estos días grises nada tienen que ver con la llegada de la lluvia o la neblina, pero tampoco vamos a negar que el marco que nos ofrece la naturaleza contribuye a que la tristeza y la melancolía se instalen más en nuestro corazón al punto que nos sumimos en nuestra propia oscuridad espiritual entonces ya no divisamos la escasa luz de la fe y el amor, simplemente ya no podemos ver nada....

Soy de las personas que consideran que aún en medio de aquellos días, tenemos la oportunidad de encontrar el camino, de agradecer a Dios que nos haya puesto en medio de esos días, porque probablemente era preciso detener un poco el acostumbrado trajín para revisar todos aquellos aspectos que nos condujeron  a esos días grises, a la ausencia de la luz de la fe y el calor del amor; es un claro llamado de atención: ¿Qué es lo que estamos haciendo mal?.

¿A cuál de ustedes les ha sucedido que cuando más tristes se encontraban no hallaron a nadie que pudiera consolarlos?; y cuando esto sucede, simplemente nos rendimos, nos entregamos por completo a la melancolía y la amargura, entonces contamos solo con el pequeño destello de luz de nuestros pensamientos que luchan por sacarnos de esa oscuridad, y sin embargo con que rapidez caemos en un estado de letargo que parece anestesiar nuestra alma, letargo que a la larga no remedia ni conduce a nada.

Podríamos tratar de compartir nuestro deteriorado estado espiritual, con la esperanza de encontrar a la persona indicada que además tenga las palabras adecuadas que esperamos escuchar, pero nos encontramos con personas que nos compadecen, que nos tienen lastima, cuyos rostros antes de emitir una sola palabra están confirmando lo que en definitiva ya sabemos: "Estamos mal".

Entonces, justo cuando ya no esperábamos nada, aparece como un brillo de luz, alguien que por toda respuesta nos ofrece la normalidad, alguien que al no saber qué hacer nos ofrece actuar con normalidad y se siente tan bien actuar de esta manera, pretender que no nos sentimos inmersos en esos días grises llenos de tristeza, hasta que un día, sin que nos hayamos dado cuenta, esa normalidad pasó a ser parte de nuestra vida  entonces la luz de la fe y la alegría volvieron a instalarse en nuestra vida, los días grises quedaron atrás, dejándonos la enorme huella de los errores que empiezan a quedarse en el pasado, de todos esos pasos equivocados que dimos para encontrar el camino correcto, ahora vemos con la claridad que deja la lluvia cuando se va, podemos retomar nuestro caminar, despojados de todas esas malas experiencias que estaban horadando nuestro espíritu......

La llegada de esos días grises son solo un gran llamado de atención para nuestra mente, para que revisemos nuestra forma de actuar, para seguir adelante conscientes de todo aquello que hicimos mal, y que poco a poco fue quitando la luz de nuestro interior... ha vuelto a salir el sol, ha regresado la normalidad, pero somos distintos ahora: Somo más fuertes.... benditos días grises que llegan sin ser llamados para limpiar nuestra alma en el momento que más lo precisábamos!!!.

Que tu semana pase de la forma más maravillosa posible!!!. Hasta la próxima.

Fotografía "Recommencer" (Rosier Db)



1 comentario:

  1. Es una hermosa reflexión querida Yanka, de principio me encanto el titulo “Aquellos días grises”, y es de tu conocimiento también, que los días grises son mis favoritos, y es que representan la proximidad de la lluvia, la lluvia que aunque caótica retrata a la vida. Luego de la lluvia, se torna todo el aire tan limpio y fresco, el pasto y la hierba más verde y los pajaritos y otros seres salen de sus escondites festejando que ya paso, y es como un reinicio, recordé la frase de Chaplin “No debemos tener miedo de confrontarnos... ...Hasta los planetas chocan ... y del caos nacen las estrellas”. Al final, resultan productivos los días grises porque es como un síntoma de que debemos hacer cambios que nos ayuden a salir de esa rutina y “normalidad” en la que a veces nos sumimos, un estado de inercia bastante cómodo pero tal vez no tan cálido como quisiéramos, entonces llega los días grises, la tristeza, esa sensación de tener cosas que de pronto generan un oscuro y confuso caos emocional,… pero después de esos días es posible que contemplemos posteriores días maravillosos de calma, como una oportunidad de reflexión de todas las cositas pequeñas que posiblemente nos hagan felices y nos regalen paz, como la lluvia, la bendita lluvia que como dices, llega sin llamarla para limpiar nuestra alma, e inundarnos después con los maravillosos colores del arcoíris.
    Un fuerte abrazo y que tengas una hermosa semana de mágica y alegre lluvia. =]
    Rosier Db.

    ResponderEliminar

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.