domingo, 3 de marzo de 2013

UN DIA, SIN QUE TU LO ESPERES....

Amigos, ¿cómo están?:
Que linda semana la que terminamos hoy, ¡cuántos momentos gratos!, de esos que a uno nunca se le olvidan, pero dentro de todo creo que lo más importante es que Dios nos brinde la posibilidad de celebrar junto a las personas que queremos todos sus logros o quizá solo una pequeña reunión de amigos. Particularmente estoy contenta porque esta semana ha sido una muy importante para algunas personas que estimo. Una de ellas esta semana ha iniciado un negocio propio, un sueño esperado que ahora ve como una realidad, en esta vivencia he podido constatar aquello que siempre les digo: VALE LA PENA SEGUIR TUS SUEÑOS!!!; pero además he recibido un maravilloso obsequio, que llegó cuando menos lo esperaba para brindarme felicidad. ¿Cómo ha sido esta semana para ustedes?.

Bueno, ¿por qué UN DIA, SIN QUE TU LO ESPERES...?, porque eso resume toda la fe y la confianza que podemos depositar en Dios a lo largo de nuestra vida. Vivimos un tiempo de mucho sacrificio pero también de mucha introspectiva, de mucha espera y son tantos los obstáculos que encontramos en nuestro camino que atravesamos muchas horas de duda, de tristeza, de preocupación; no sabemos exactamente a dónde nos dirigimos, pero tenemos una clara idea de lo que esperamos de ese futuro que nos parece tan incierto.

Ciertamente, la andadura por cada uno de nuestros caminos, nos ofrece muchas caídas, pero también encontramos la compañía cálida de quien va por su propio rumbo, tenemos muchas personas a nuestro lado que a su modo avanzan buscando aquello que ansían o lo que creen que les reportará gran felicidad, ¿cuál es la diferencia entre esperar con fe y esperar con optimismo que llegue aquello que buscamos?; la respuesta es muy clara: La confianza.

¿Qué clase de confianza?,  la que uno deposita en Dios, esa seguridad de que más allá de los pasos acertados o equivocados que podemos dar, siempre estará una mano guía orientando nuestro camino, pero con seguridad esas horas de incertidumbre y de temor, en las que la duda se instala en nuestro interior con tanta rapidez que apenas podemos darnos cuenta de lo débiles que nos hace, pueden hacerse mucho más largas si no tenemos la suficiente fe como para dejarnos guiar, como para saber que no estamos solos en nuestro intento y que ese camino hacia nuestra felicidad no esta lleno solo de espinas y piedras, lo esta también de de muchos tramos llanos en los que podemos apreciar que estamos vivos y un poco más sabios.

Uno puede trazar la ruta a la meta soñada, uno puede poner lo mejor de uno mismo por conseguir lo soñado y esperar que éste sea una realidad, pero si no tomamos consciencia de que gran parte de ese trabajo se basa en la confianza, albergaremos con una gran rapidez la incertidumbre y ésta convertirá nuestro espíritu en la casa perfecta en la que se hospedará la duda, hasta que llegue el día en el nos sintamos tan débiles que pensemos que ya es tarde para segur intentando, que tal vez perdimos mucho tiempo en una tarea imposible...

¿Qué debe hacerse entonces?: Vivir; es todo lo que podemos hacer, enfrentar cada nuevo día llenos de vida y poner el mayor entusiasmo en cada tarea realizada, sabiendo que queremos conseguir algo determinado con todas nuestras ganas, pero que indudablemente nuestras vidas están en las manos de Dios, que confiamos plenamente en él, ¿cómo darle cabida a la duda si nuestra vida no es un cúmulo de sucesos aleatorios?; esa confianza se traduce en la tranquilidad con que esperamos aquello que tanto ansiamos, sabiendo que un día, sin que lo hayas esperado, aquello que tanto soñaste se hizo presente en tus días, en tu vida!!!..... Solo tenemos que vivir cada día poniendo lo mejor de nosotros mismos, disfrutando cada experiencia sin perder de vista lo anhelado.

El desaliento y la desesperanza se instalan en aquellos corazones que caminan a la deriva porque desconocen que la vida se traduce en pequeños momentos de felicidad en los cuales el corazón nos dice que  vale la pena esperar aquello que ansiamos porque este sueño ha sido depositado en las manos de Dios y él guía cada uno de nuestros pasos teniendo presente que nos ama y desde la mirada del amor, va otorgándonos todo aquello que nos hará felices en el momento qué el considere adecuado para cada uno....

¿Qué importa si hemos pasado largos años esperando?, tal vez necesitamos aprender muchas lecciones para que seamos capaces de disfrutar cuando llegue el momento preciso, para que seamos más fuertes de lo que somos o quizá tan solo más humanos..... Solo podemos seguir construyendo nuestro vida en busca de aquello que tanto soñamos con la esperanza de que UN DIA SIN QUE LO HAYAMOS ESPERADO SIQUIERA podamos ver realizado aquello que tanto soñamos. Animo!!!, el camino no ha llegado a su fin, todavía se puede esperar con fe y confianza es preciso seguir intentando.

Que disfruten una semana llena de momentos felices!!. Hasta la próxima.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.