domingo, 16 de junio de 2013

INDUDABLEMENTE HAY MUCHA MAS POBREZA DE LO QUE PODEMOS IMAGINAR

Amigos, ¿cómo están?:
¡Que  alegría estar al inicio de una nueva semana! y mucho mas aún haber podido llegar a este magnífico fin de semana, y es que cada día es una conquista y solo quien es capaz de llegar al final de cada jornada, semana, mes o año; es un triunfador y lo es mucho más si además ha conseguido mantener su corazón intacto a pesar de las caídas, la mirada puesta en ese mañana prometedor lleno de esperanzas y sueños....

Seguramente ya repararon en el título de esta nueva entrada, dicen que todo tiene una razón de ser, ésta no será la excepción de la regla, y es que hace un corto tiempo tuve la oportunidad de ver un video que reflejaba la pobreza que se vive en muchos lugares del mundo y no pude evitar pensar que mucha de esa pobreza es evidentemente responsabilidad de cada uno de los que vivimos en este mundo, ¿pero la respuesta esta realmente en mejorar las condiciones de vida de estas personas y recaudar todos los fondos que sean posibles, llevar víveres y otros menesteres; buscar financiamientos que permitan mejorar las condiciones de vida de estas personas?, ¿dónde esta realmente la respuesta para mejorar la condición de vida precaria que existe en muchos lugares del mundo?, ¿estamos realmente conscientes de la pobreza que hay en el mundo?.

Me he hecho estas preguntas una infinidad de veces y al final, solo he podido llegar a una sola conclusión, el ser humano vive un tipo de pobreza de la cual no estamos del todo conscientes, no es consiguiendo recursos financieros que podemos luchar con esta pobreza, porque una vez más nos enfrentamos a un mundo que no conocemos, que hemos olvidado hace tanto tiempo que nos parece que la única realidad que impera es la que vemos todos los días, pero ¿cómo querer mejorar la vida de otras personas si no mejoramos primero la nuestra?. ¿Cómo pretender que nos solidaricemos con la necesidad que viven otras personas cuando no podemos satisfacer nuestras propias necesidades?

Hace unos días, escuchaba un programa de radio, un programa en el que participé hasta hace algunas semanas, se leyeron mensajes que envió la gente y uno de ellos captó mucho más mi atención y es que se trataba de un mensaje en el que se pedía ayuda, y esta no se traducía a la necesidad material que uno siempre puede ver con cierta facilidad si se lo propone. Esta persona pedía oraciones por un ser querido que atravesaba un mal tiempo en su vida, entonces me dije: Este es el tipo de pobreza que nadie ve, porque las personas hemos dejado de reparar en el sufrimiento espiritual, la mayoría de los problemas se origina en un mundo que no se puede ver y que no se puede tocar, pero que en definitiva se puede sentir.

¿Cómo esperar que las personas ayuden  a otros "más desfavorecidos" si casi todos caminamos con el espíritu tan mal trecho que no conseguimos vivir bien?, son demasiadas las tareas por realizar en cada uno de nosotros primero, he visto mucha más felicidad en el rostro de aquellas personas "pobres y necesitadas" que en los rostros de quienes se ufanan de tener dinero.

Indudablemente hay mucha más pobreza en el mundo, de la que podemos siquiera imaginar, pero no somos capaces de verla porque estamos demasiado inmersos en las cosas de un mundo que todos los día nos recuerda lo que tenemos y lo que nos falta para vivir holgadamente.

La pobreza espiritual esta mucho más de moda de lo que podemos imaginar, las redes sociales muestran imágenes de ello con el agregado de que además las personas pueden comentar en ellas, como es el caso de la fotografía que una amistad me mostró hace unos días, en la que se ve el rostro de una persona golpeada por su pareja, cuyo comentario al respecto reflejaba su deteriorado estado mental, pero era mucho más doloroso leer las reacciones de las personas que comentaban, esta demás decir que la mayoría de ellas se reducía a comentaros fútiles que nada tenían que ver con la realidad.

¿Cómo pretender ayudar a los "más necesitados", si no estamos conscientes de nuestra propia necesidad?, debemos primero sanar nuestro propio espíritu, dejar de ver con los ojos vendados este mundo que nos invita todos los días a ser egoístas, corruptos, violentos, y todos las formas en las que el ser humano enseña lo enfermo que esta su espíritu. 

¿Cuándo empezamos a ser tan indiferentes al dolor humano?,¿cuándo empezamos a creer que solo la riqueza material o la belleza exterior es lo único que cuenta?, este mundo tiene muchos problemas, y creo que el más importante es la pobreza espiritual de la gente.

Un par de semanas atrás, recibí una maravillosa historia que la comparto con ustedes: 
Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida.” Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida, sin haber logrado encontrar la felicidad, se dijo: "Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean." Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días encontró que, dentro de sí mismo, en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado. Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como uno es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar… y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión. Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que la felicidad está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser Dios amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: “¡Cuánto gozamos con lo poco que tenemos, y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos!" (Juan Rafael Pacheco) 

Evidentemente tenemos muchas cosas que arreglar en este  mundo, pero si primero no arreglamos lo que esta mal en nosotros mismo, será muy difícil que arreglemos lo que esta fuera, no hace falta ver la pobreza que existe en este mundo, porque cuando seamos capaces de ver la pobreza que existe en nosotros mismos,  seremos capaces de ayudar a quien más lo necesite, y éste será un acto totalmente voluntario porque seremos capaces de diferenciar aquello que esta mal, de lo que esta bien, dejemos por un tiempo de ver con los ojos de este mundo y empecemos más a ver con los ojos del espíritu.

Que tengan una semana maravillosa, llena de gratas experiencias. Les dejo con un fragmento del libro "El Ocaso de Nuestros Días".

….Tendría que decirle que después de que él se fue; las personas se dejaron llevar por la corrupción, muchos callaron por miedo, otros se dedicaron al narcotráfico, que el valor del dinero era lo que importaba ahora y que dolía mucho más la pobreza espiritual de la gente… que….. se empezó a vivir EL OCASO DE NUESTROS DIAS.

Fotografía de Rosier Db








1 comentario:

  1. Desde luego cuntas razon tienes!
    Muy linda tu reflexion, pasate pòr mi blog porque te he mencionado espero te guste.
    Cariños,
    CARLA

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