domingo, 22 de septiembre de 2013

NO HAY RAZON PARA ESCONDERNOS....

Amigos, ¿cómo están?:
Que bueno saber que en el fondo todos somos unos vencedores!!!, créanlo y regocíjense en ello pues el poder remontar todos esos momentos grises que aparecen en el horizonte de nuestras vidas nos hace personas triunfadoras!!!.
El maravilloso otoño y la maravillosa primavera han iniciado, ambos maravillosamente perfectos, nos dicen que cada uno mantiene la belleza de su creador para regocijo de aquellos corazones que tienen la capacidad de observar y sentir el amor de Dios que se manifiesta en cada estación, cosa o persona que habita este mundo.
Considero que esta semana ha sido una de las mejores para mi y es que dejarse sorprender gratamente con los preciosos regalos que Dios tiene reservado para uno, es de los mejores momentos que uno puede vivir y vale la pena atesorar. ¿Cuántas veces has sido capaz de reconocer esos regalos en tu vida?, puede ser que los constantes problemas que agobian la vida no nos deje apreciar que los recibimos cuando ni siquiera los estábamos esperando.

Curiosamente conversando con algunas personas me di cuenta que las ideas se hilvanan a la perfección en nuestra mente, pero nuestras acciones no corresponden con  nuestros pensamientos.
Es fácil describir la forma en la que uno debe llevar su vida, pero los hechos de la misma nos dicen todo lo contrario, dicho esto uno puede pensar que esta perdido en su vida, pero realmente es todo lo contrario, significa que estamos a un ligero ajuste de llevar nuestras vidas de la manera en la que pensamos, solo precisamos tener la voluntad para hacerlo.

En la antiguedad, las llaves eran algo de mucho valor, normalmente quien era merecedor de portarlas era considerado una persona de mucha confianza, llaves grandes o pequeñas solo significaban que se guardaban grandes tesoros o cosas de mucho valor. En nuestros días, también tenemos muchas cosas de valor que hay que cuidar en nosotros mismos, nuestro interior esta lleno de puertas que guardan grandes cosas de valor.

Nuestro corazón es el mas importante de todos, pero también esta nuestro espíritu, nuestra mente, nuestros recuerdos y vivencias, todo esta cerrado bajo llave porque todo forma parte de nuestra vida y será de acuerdo a la importancia que le demos uno al otro que las llaves variarán de tamaño, pero ¿qué pasa cuando hemos perdido una de ellas?

La sensación de perdida cuando se valora realmente algo, provoca en nosotros desolación, una extraña sensación de melancolía invade nuestras vidas y la desesperación no tarda en llegar, hemos perdido una llave!!, ahora no sabemos exactamente como abrir esa puerta que encierra algo muy valioso..... Sencillamente hemos perdido una parte importante de nosotros mismos.

Las circunstancias de la vida y de nuestro propio pensamiento nos lleva a la amarga experiencia de perdida, sobre todo cuando no hemos sido capaces de cuidar algo que se nos confió, nuestra persona misma.
Dejamos todo atrás por correr presurosos a una nueva y prometedora aventura y no medimos las consecuencias que esta conlleva en sí misma, cuando los breves minutos de felicidad se esfuman nos damos cuenta de todo lo que hemos dejado atrás por algo que quizá era solo una ilusión, nos perdimos en el mundo de los sueños y dejamos de valorar las realidades que nos rodean.

La llave del corazón es la que encierra nuestra vida misma, la cual tiene su entera explicación desde el espíritu, pues el corazón es la puerta entre ese mundo exterior e interior, es realmente la fuente donde se generan nuestros sentimientos, sin embargo cuando no hemos sido capaces de cuidar la llave de nuestro mundo interior, de nuestro corazón; ponemos en evidencia la pobreza espiritual y de fe en la que nos encontrábamos, le damos tanta cabida a todos esos elementos que se encontraban en nuestro mundo exterior que no cuidamos nuestro mundo interior, sencillamente estábamos conscientes de la increíble experiencia que es amar y ser amado que elegimos cegarnos a ver la realidad.

Ustedes se acuerdan de ese maravilloso cuento infantil, "La Cenicienta", se acuerdan cuando el príncipe probaba la zapatilla a todas las mujeres, muchas de ellas con los deseos reales de que su pie encaje en dicha zapatilla?.Pensemos por un segundo que hoy la búsqueda del amor nos lleva a encajarnos en un molde que no nos corresponde, a unirnos con una persona que no estaba destinada a nosotros y es que tenemos tan clara la idea del amor en nuestra mente que no medimos cuántas llaves perderemos, empezando por la del corazón.

Un buen día nos vemos al espejo y no reconocemos las personas que somos, nos hemos vuelto en perfectos desconocidos que soñaron un día con tantas cosas que hoy parecen tan lejanas....
El baúl de nuestros recuerdos esta lleno de experiencias amargas, nuestra vivencias están muy lejos de ser felices porque nos hemos convertido en unos extraños incluso para nosotros mismos. Sencillamente ahora no sabemos muy bien quienes somos, hemos dejado que tantas llaves se pierdan al punto que no queda ya mucho por cuidar... nuestra vida ha sido modificada al punto que ya no la gobernamos.... que triste haber corrido en busca del amor a cualquier precio incluso nosotros mismos.

Por otro lado, reconocemos con absoluta claridad las cosas que decimos, nuestra mente va marcando un camino que por momentos nos es tan desconocido que tenemos miedo de avanzar en él. Dudamos tanto de nuestros pasos que a la primera caída, nuestra mente nos convence de que debemos parar y lo que es mucho peor: Regresar.

Nuestra mente y nuestro espíritu pueden extraviarse con la misma rapidez sin que lo hayamos notado siquiera, simplemente sentimos que nuestro mundo interior se esta desmoronando y no alcanzamos a darnos cuenta cuando pasó realmente?, no hay un camino donde regresar porque nuestros miedos y dudas han destrozado nuestro rumbo, tampoco vemos con claridad hacia donde dirigirnos porque la oscuridad en la que nos hemos sumido nos dificulta saber quienes somos para empezar a tomar nuestro propio rumbo.

Todos tenemos llaves que cuidar, todos sabemos cuáles son las más importantes; pero el brillo opaco de aquello que ansiamos nos lleva a extraviarnos de nuestro camino, no conseguimos escuchar todas las palabras de aquellos que nos quieren, no distinguimos entre la compañía de quienes nos quieren a la de aquellos que queremos querer a toda costa.

Puede ser que muchas veces hayamos querido correr presurosos por el camino que nos señala el corazón, pero no podemos dejar las cosas valiosas que tenemos, es nuestra vida misma la que va marcando el rumbo pues si no somos capaces de decir la verdad sobre aquello que sentimos, si no somos capaces de vivir a la luz de la sinceridad y elegimos voluntariamente el camino del secreto, de lo escondido; estamos muy cerca de perder nuestro rumbo.

Arriesgar el cariño de las personas que amamos es un justo precio para ese nuevo cariño o esa nueva experiencia a la que nos aferramos seguros de que nos llevará a la felicidad?, puede realmente el distanciamiento de quienes nos aman avalar una vivencia que nos esta llevando incluso a no apreciar el amor de Dios?... No es el camino de lo escondido o del alejamiento el que nos lleva a donde nuestro corazón reside porque cuando estamos a la luz del amor sabemos que no hay razón para escondernos.

Replantearse a la mitad del camino, ver si todavía somos capaces de reconocernos, si no estamos solos en ese velero de fantasía, si todavía se encuentran a nuestro alrededor quienes nos aman, nos indica la ruta, nos dice que hemos sido capaces de cuidar muy bien las llaves de nuestra persona pero sobre todo que hemos sido capaces de vivir en concordancia con nuestras palabras y nuestros actos, porque respetamos el amor de Dios quien  ha depositado en nuestras manos toda una vida.....

Que tengan una semana maravillosa!!. Hasta la próxima.

"Y la lluvia inspira" (Rosier Db)




1 comentario:

  1. Yanka...como simpre dejando en que pensar con cada entrada...sabes que me recodaste una parte del liro El Alquimista (Paulo Coelho)...donde habla justo de eso de dear atrás las cosas, quiere decir, personas, seguridades, estabilidad y cuanto se, en pos de un sueño, cualquiera que sea éste, en el libro el personaje hizo un penoso viaje, para descubrir al finl que no tenia que ir a ningún lgar porque su tesoro estaba ahí mismo donde el se encontraba, pero si no hacía el viaje que en realidad vendría a ser un error, se hubiese perdido de aprender, vivir y encontrar todas las experiencias necesarias para cambiar su vida...en ese viaje incluso encontró el amor. Entonces creo que en realidad no es que nos perdemos sino mas bien vamos viviendo nuestras vidas y cometiendo errores es como aprendemos :) al final aquí nadie vno a ser perfecto sino feliz, y en tanto el camino sea siempre del lado de Dios, todo estará bien. Te comparto una frase que leí estos días que me gustó mucho : "Cuando la gente se aleja de ti, déjalos ir. No significa que sean malas personas ó que las perdiste para siempre, sólo es que su parte en tu historia ya se terminó." . Un fuerte abrazo.

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