domingo, 13 de octubre de 2013

UNO ES DUEÑO DE SUS SILENCIOS...

Amigos, ¿cómo están?:
Hoy sea cual sea el día que nos haya tocado vivir (haya un cielo radiante o este gris), vamos a disfrutarlo, agradeciendo sobre todo a Dios que hayamos podido llegar a este día, con las personas que nos quieren y a quienes queremos entrañablemente. Lo que paso que quede en el pasado y lo que viene todavía nos es desconocido, no vale la pena amargar el corazón con recuerdos dolorosos, o palabras hirientes vamos a seguir adelante con paso firme disfrutando hoy!!. 
Vamos casi a la mitad de octubre y ya falta muy poco para que este año termine; que bueno sería hacernos la siguiente pregunta: ¿He sido una persona que ha contribuido al bienestar de quienes me rodean o por el contrario he sido un agente de discordia?, todavía hay tiempo de enmendar errores, que el tiempo no pase en vano.
Sucede que hace muy poco tiempo leí algo muy curioso; en algunos países construyen puentes para los animales, para que ellos puedan pasar con seguridad las carreteras; me maravillo tanto esto que no pude hacer menos que sentirme feliz porque hay personas que tratan de cuidar la creación de Dios con la misma entrega que uno mismo y pensé que después de todo este mundo no esta tan solitario como muchas veces pensamos, ¿quién no ha sentido que es un lunar alguna vez?, y es que  a veces somos tan únicos que por breves espacios de tiempo pensamos que estamos solos.

Pensé en todas esas personas que se sienten muy tristes porque su vida cambio de golpe, de la noche a la mañana; esas personas que han perdido un ser querido; han perdido un trabajo, han perdido su hogar en fin personas que han sentido la inmensa desolación que deja en el corazón la sensación de haber perdido algo...

La vida sigue su curso, evidentemente cada nuevo día llega, una y otra vez pero el espíritu se mueve a su propio ritmo y este transcurre muy lentamente; sí, llegan nuevos recuerdos, nuevas experiencias pero la sensación trémula que se siente en el corazón no pasa repasamos, recordamos, evaluamos lo vivido; pero por alguna extraña razón nuestro corazón sigue triste. Nuestro cuerpo no va al ritmo de nuestro espíritu...

Las palabras son el alimento del espíritu y cada una de ellas trae consigo la misma posibilidad de bienestar como de malestar; en esos tiempos de fragilidad los momentos de soledad son necesarios para clarificar los pensamientos, para que el espíritu encuentre su cauce y su fortaleza. Las personas y lo que puedan decir hay que dejarlas para mas adelante pues en el afán de conservar la aparente normalidad con la que transcurren nuestros días tropezamos con personas que no tienen tiempo para pensar lo que dicen; porque simplemente están viviendo a prisa su propio camino.... 
Bien sea que estés en la situación de escuchar alguien que atraviesa un mal momento o que estés atravesando un mal momento recordar lo siguiente viene bien al alma:

Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras

El alma precisa de su propio silencio para recuperar su paz, para recordar que hay muchos elementos por los cuales todavía vale la pena encarar cada nuevo día: Se ha perdido una persona amada, se ha perdido un trabajo, uno de pronto se ve ante la situación de empezar de nuevo y esto solo ya implica algo maravilloso, porque todo inicio siempre trae la promesa de algo bueno....
Los malos momentos pasan, las personas pasan; somos dueños de nosotros mismos y lo que podamos generar con nuestras propias vidas, no porque se haya perdido todo alberguemos el temor o el desconsuelo, un nuevo inicio es la promesa de que tiempos mejores vendrán, uno debe aprender a dejar a las personas y los acontecimientos en el pasado.

Pero para poder segur adelante, es necesario un tiempo de quietud, un tiempo de silencio, un tiempo para construir un puente que permita unir la parte espiritual con la material, un puente que nos permita reencontrarnos con quienes solíamos ser antes de todo, un tiempo para comprender que no todas las personas van a nuestro lado, simplemente se mueven a su propio ritmo y hasta para ello eran precisos esos momentos de desolación; para darnos cuenta que hay personas pequeñas a quienes les falta todavía mucho camino por recorrer que soñaron un día estar en el mismo tramo que tu, para quienes desafortundamente estos momentos solo les sirvió para demostrar que les falta mucho por recorrer...

Es bueno limpiar el alma y nuestra propia vida de tiempo en tiempo, estos momentos de soledad son útiles para revisar todo lo que contribuye a que nuestro espíritu crezca y todo lo que frenaba nuestro caminar; brinda por cada una de ellos y déjalos ir o valóralos más; pero nunca dejes de esperar ese nuevo día, porque éste con certeza llegará.

A veces un camino errado se endereza con amor, pero hay otras circunstancias en las que es preciso derribar todo lo que esta mal, para construir nuevamente algo mucho más fuerte capaz de enfrentar grandes tormentas, es preciso cortar de raíz lo que esta podrido para dejar que una nueva planta crezca. (El Ocaso de Nuestros Dias; Yanka Castro)

Que tu semana sea plena de dicha. Hasta la próxima!!.


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