domingo, 24 de noviembre de 2013

VALE LA PENA VIVIR!!!

Amigos, ¿Cómo están?:
Esta semana le decimos adiós a un nuevo mes, ya no queda nada para transcurrir los días del último mes del año; ¿cómo nos fue?. Pudimos reencontrarnos con la paz, quizá recuperamos la esperanza o solo fortalecimos nuestros lazos de amistad y amor; sea cual sea la meta que se hayan trazado para este año, espero que haya sido alcanzada, que sus corazones anden en busca de nuevos sueños por conquistar!!. Ya falta muy poco, a no desanimar si las cosas no salieron como uno lo esperaba, si tuvieron que despedir a alguien cuando menos se lo imaginaban o si tan solo un proyecto largamente esperado se vino abajo, seguimos vivos, ¿qué mas podemos necesitar?, cada día es una nueva oportunidad para estar mejor.

Ayer escuche decir que una persona vive con un ojo en el pasado y el otro en el futuro; aunque al principio me causo gracia este comentario se me quedo rondando en la mente mucho tiempo después; y es que considero que es bueno dejar el pasado atrás aún cuando en él hayan existido momentos maravillosos a los cuales quisiéramos aferrarnos para tratar de seguir teniéndolos presentes; no sabemos exactamente lo que el futuro trae consigo, ni siquiera sabemos si estaremos en él, pero ésta singular frase nos deja un gran mensaje, desde mi propia perspectiva.

El ser capaces de ver el pasado con objetividad, con claridad nos brinda la mas bella de las oportunidades para saber a la perfección aquello que aprendimos, y es que mirar con objetividad nos muestra los errores cometidos; sin embargo nuestra mirada no debe basarse solo en las experiencias que guarda nuestro pasado, éstas a su vez nos llevan a esperar un futuro mucho más optimista pues inequívocamente hoy somos mejores personas y lo seremos mucho más en el futuro.

Estando a las puertas de un nuevo año, tratemos de mirar con objetividad los meses que han transcurrido, tengamos un ojo puesto en ese tiempo y tratemos de rescatar todo lo bueno que se ha vivido hasta ahora; para la mayoría de las personas es más fácil detenerse en los momentos de pesar, en los momentos de congoja, de esta manera solo consiguen mantener vivas viejas heridas, su constante recuerdo no deja que se cierren y se vuelven pesadas cadenas para el espíritu, éste termina por desgastarse hasta que finalmente empieza a morir, ¿Por qué detenernos siempre en lo malo o doloroso de nuestros días?....

Debemos honrar nuestro pasado por la sencilla razón de que lo vivimos, de que tuvimos la suficiente fortaleza para seguir adelante a pesar de todo y porque además de aquellos momentos de congoja tuvimos muchos otros de felicidad, nuestra mirada debe estar puesta en esos momentos que dejaron alegría en el corazón, en aquellos rostros alegres que hoy solo existen en nuestro recuerdo porque la felicidad de entonces es nuestra. Solo por esos momentos de dicha y esas horas de tristeza valió la pena estar vivos, como lo vale hoy, ¿es que acaso no es un gran mérito que todavía estemos de pie a pesar de todo?.

Este presente que tenemos, estos días llenos de vida son el regalo que Dios pone en nuestras manos cada vez que amanecemos a un nuevo día, es un día en blanco, no sabemos lo que vaya suceder pero sí podemos poner lo mejor de nosotros para que cada una de nuestras acciones nos lleven a un anochecer tranquilo, libre de culpas por no haber dicho o haber hecho lo que queríamos, un final de jornada agradecidos por las muestras de cariño con las que contamos incluso las que nos dimos nosotros mismos, un día en el que vivimos nuestras propias vidas sin hacer daño a nadie.

El ser capaces de mantener el espíritu a flote incluso en los malos momentos nos llevará a ese futuro que ansiamos si somos lo suficientemente capaces de no ceder ante las adversidades, ese futuro nos encontrará con mucha más sabiduría, con mucha más fuerza, con mucha más experiencia, pero sobre todo con las personas que Dios quiera que estén a nuestro lado.

Vamos para adelante, amigos!!!!, vale la pena vivir!!.

Que tengan una semana espectacular!!!. Hasta la próxima.


domingo, 17 de noviembre de 2013

UNA HUELLA IMBORRABLE

Amigos, ¿cómo están?:
Nueva semana, días como páginas en blanco en cuyas planas continuarán escribiéndose nuestras historias. Noviembre, el mes más dulce del año, nuestros corazones se preparan para recibir el ultimo mes del año y con él quizá dejemos atrás personas, trabajos, eventos dichosos o fortuitos que se quedarán en aquel viejo baúl de recuerdos que atesoraremos en el corazón y que de tanto en tanto vendrán a nuestra mente al son de una melodía, en la caricia cálida de un rayo de sol, con la brisa suave del viento o tan solo en esas horas de soledad...... Noviembre, viejo amigo; en esas escasas semanas que todavía quedan ¿qué de nuevo nos traerás?.

Durante los días pasados y creo en gran medida por la pasada celebración de Todos Santos; he pensado mucho en la muerte. En ese paso obligado e inevitable que a todos nos llegará en su tiempo, he pensado en todas esas personas que forman parte de un maravilloso cúmulo de recuerdos cuyos rostros hoy forman el más preciado mosaico de cariño y felicidad que pudimos tener.

Cuando uno se acuerda de aquellos que se amó muchísimo cuando estaban vivos, es inevitable sentir que el corazón se hace contrito, que de golpe vienen todos esos momentos felices, esas palabras de cariño o de aliento, esa grata compañía, quizá entonces sintamos una lágrima rodar por nuestra mejilla; aquella vieja herida que creímos cerrada y que tristemente vuelve a aparecer una y otra vez para recordarnos que de eso se trata nuestro paso por este mundo....

Para recordarnos que si no viviéramos nuestros días con esperanza y alegría; nuestro corazón se endurecería por cada caída, por cada pérdida; y es que a pesar de extrañar muchas presencias que hoy son ausencias, la vida continua; puede ser que al principio no lo queramos así; que sintamos tanta melancolía que nuestro corazón ansíe un poco acompañar a esos seres queridos y nos lo grita mucho más fuerte cuando las cosas en nuestra vida no van bien y extrañamos mucho más sus compañías.

Pero se nos olvida que un día formaron parte de este mundo que aparenta estar poblado de personas vivas, pero ¡qué lejos de estarlo se encuentran!. La muerte tiene ese principio nos revela que todo aquel que partió era una gran persona, casi una persona perfecta; se nos olvida que era alguien tan humano como lo somos nosotros hoy, que posiblemente vivimos muchas decepciones, muchas discusiones, momentos de distanciamiento porque simplemente fuimos lastimados o fuimos nosotros quienes lastimamos, de cualquier manera su ausencia hace que olvidemos un poco ese lado humano. ¿Por qué recordarlo?, porque el recordar esos momentos nos dice que ellos si formaron parte de nuestras vidas, que no fueron perfectos pero tampoco estaban llenos de defectos y porque nos amaron y los amamos, porque todo eso fue real, porque no lo imaginamos pero.... ¿qué hacemos ahora?.

¡Que precioso ejemplo de vida nos dan esas ausencias que a fuerza de extrañar volvemos presencias!; ellos dejaron una honda huella en nuestros corazones, ¿podemos decir lo mismo de nosotros?, a veces la vida nos golpea tan duro, que no podemos hacer más que ver nuestro propio dolor, nuestra propia vida, incluso nos negamos a escuchar a los demás "nadie ha pasado por lo que pasamos"  y elegimos el largo y solitario camino del egoísmo, desgastamos tanto nuestras relaciones personales, que para cuando nos damos cuenta,. ya no existe nadie cerca de nosotros..... Si nuestro último día fuera hoy, ¿nos recordarían con tanto amor como nosotros recordamos a los que amamos?.

Sucede queridos amigos, que la vida es solo nuestra y puesto que ella nos pertenece, no tenemos derecho alguno de desperdiciar los regalos que Dios pone en nuestras manos, su tiempo no transcurre a nuestro ritmo, su tiempo como el nuestro le pertenece solo a Dios, ¿por qué elegir perderlo?, ¿por qué lo desperdiciamos con tanta arrogancia como si el día de mañana estuviera asegurado?.

Todos tenemos o hemos tenido alguna vez una discusión, todos sufrimos caídas en esta vida, sin embargo es nuestra elección la manera en la que reaccionaremos a ello; fuimos lastimados, con seguridad mas de una vez; podemos quejarnos y amargarnos por el resto de nuestras vidas o podemos levantarnos lentamente y seguir adelante.

No son los trabajos, las cuentas bancarias y cualquier consuelo material que el hombre de nuestros tiempos pueda imaginarse; los que darán cuenta de nuestra vida cuando ya no estemos entre los "vivos"; son precisamente las personas que nos sucedan las que contarán la historia de nuestras vidas, las que llenarán de amor y felicidad su corazón cuando recuerden cómo éramos y las cosas que pensábamos o hacíamos, quienes ofrecerán una oración por nuestro recuerdo y porque Dios bendijo sus vidas con las nuestras.... ¿realmente vale la pena aquello por lo cual peleamos con aquellos a quienes amamos?, ¿vale la pena no tratar de reconciliarse aún cuando tu tuviste la razón?, o lo que es más importante aún ¿vale la pena desperdiciar tiempo de nuestras vidas llorando por alguna persona que no tuvo la capacidad de valorarnos cuando tenemos tantas otras que nos aman?.

La vida es demasiado corta como para no valorar nuestro tiempo en este mundo, sea que éste sea o corto o muy largo, esta conformado por cada día como pequeños eslabones de  nuestra cadena de vida, regalémonos la dicha de disfrutar nuestra vida, de amar cuanto podamos y llorar cada vez que sintamos triste el corazón, porque esas lágrimas limpian un poco nuestras heridas; pero no hagamos de cada caída un proceso largo y doloroso que nos perseguirá por el resto de nuestro tiempo, no vale la pena acumular recuerdos que solo consiguen amargar nuestra alma, el camino del perdón, de la humildad, de la esperanza y de la fe siempre son buenos caminos para conseguir seguir adelante.

Valora tu vida, lo creas o no; tienes una gran vida, por el solo hecho de ser una creación de Dios eres perfecta!!, vive de tal manera que dejes una huella imborrable en aquellos que tuvieron la dicha de cruzarse en tu camino.

Que tengas una semana llena de momentos gratos. Hasta la próxima!!.


domingo, 10 de noviembre de 2013

BENDITAS ESAS HORAS DE OSCURIDAD

Amigos, ¿cómo están?:
Yo como siempre espero que todos ustedes esten muy bien, que todos sus proyectos se lleven adelante y que todos sus sueños se realicen.
Bien sea que empecemos a sentir el calor o el frío, que esta semana sintamos el calor del cariño de aquellos que están cerca de nosotros y que seamos capaces de transmitir esa misma calidez a quienes realmente amamos.

Quién no ha sentido alguna vez la amarga experiencia que vivimos cuando atravesamos por una etapa de oscuridad, la tristeza, el desánimo, la depresión parecen ser los únicos compañeros que aparecen cuando no encontramos una salida; este tipo de momentos en los cuales el espíritu parece quebrantarse, esta siempre rodeado por la soledad y es que no en vano se dice "la mesa del fracaso es una mesa siempre solitaria, la mesa del éxito por el contrario esta siempre llena de gente". 
Bueno siempre les he dicho que este camino llamado vida lo vamos recorriendo todos juntos, todo lo que comparto con ustedes semana tras semana es por ende producto de mi propia experiencia a lo largo de este viaje llamado vida, estos días he comprobado personalmente que la frase que cite, es muy cierta; las personas tienen la triste habilidad de abandonar cuando más uno los necesita; y es precisamente por eso que no debemos nunca soltarnos de la mano de Dios, porque es él en definitiva quien acompaña en horas de soledad y cuando el corazón atraviesa sus horas más amargas.... 
He comprobado con mi propia existencia que Dios nunca nos abandona y estos días lo he visto mucho más de cerca, ¿cómo?:

He podido ver su compañía en la presencia de amigos que gracias a Dios siempre están para acompañarte, para brindarte un poco de su tiempo aunque sea solo para escucharte, he encontrado a Dios en mis horas de amargura en el abrazo sincero de aquellos que me quieren, en las conversaciones amenas, en el maravilloso mensaje de un libro que recibí cuando ni siquiera pensé que lo haría; pero sobre todo he aprendido tantas cosas en estos días grises que con seguridad compartiré con ustedes en futuras entradas.

Sin embargo hoy quiero decirles que Dios esta más cerca de lo que uno cree, uno solo tiene que abrirle la puerta de su corazón y dejarle entrar, escucharle en la cotidianeidad de la vida, mi corazón ha empezado a sanar profundas heridas y aunque sé que todavía me falta mucho camino por recorrer empiezo a recuperar mi paz y a reconciliarme poco a poco con la vida, ese precioso regalo que nos ha dado Dios y solo lo he logrado gracias a su infinito amor que no nos abandona, por el cual nos rodea de esos preciados compañeros de viaje que nos brindan lo mejor que pueden.... ¿Quién no se ha sentido frágil alguna vez por las violentas tempestades de la vida?.....

Y sí, aunque en el momento más triste no seamos capaces de darnos cuenta, benditas esas horas de oscuridad, porque constituyen un gran jalón de orejas, para que apreciemos mucho más nuestra vida, para seamos agradecidos por las cosas y las personas que nos dio Dios y porque en definitiva nos muestran con absoluta claridad la persona fuerte y luchadora que somos, pero mas que nada nos recuerda que somos frágiles y que a partir de esa fragilidad podemos dar mucho más amistad y mucha más sinceridad que aquellos que no fueron capaces de hacerlo cuando estuvieron cerca de nosotros.

Gracias a esas extrañas horas de tristeza que nadie quiere atravesar y que llegan sin que nadie les haya llamado, comprendemos que somos probados de muchas maneras, y aunque el esfuerzo de aquellos que trataron de hacernos daños fue muy grande, mucho más grande fue nuestra FE, mucho más grande fue nuestra fortaleza.

La mayor parte de nuestros momentos tristes, esta definitivamente marcado por aquellas personas que compartieron un tramo de nuestro camino; no alberguemos rencor ni odio por aquellos que nos lastimaron, ofrezcámosles una mirada agradecida, de no haber sido por ellos no sabríamos que tan fuertes podemos ser o que tan cerca de nosotros esta Dios.

Quiero compartir con ustedes una preciosa historia que escuche una vez en un programa de radio y que hoy Dios quiso que llegue a mis manos:
Muchos conocen la historia del científico que vivía sumamente preocupado con los problemas del mundo, decidido a buscarles solución.  En algún momento, su hijito de siete años entra en el laboratorio deseoso de ayudar a su papá. El científico, por lo contrario, nervioso por la interrupción y viendo que era imposible sacarlo, cogió una revista que tenía en su portada un mapa del mundo, se la arrancó, la cortó en varios pedazos con una tijera, y se la dio al niño para que se entretuviera armando el rompecabezas, mientras él continuaba tranquilamente con sus experimentos.  Luego de unas pocas horas, el buen hombre oyó que el niño le decía: 
“Papá, ya arreglé el mundo.”  
El científico, asombrado, levantó la vista del microscopio pensando que lo que vería sería el resultado del torpe trabajo de un niño. Sin embargo, para su gran sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados perfectamente en sus respectivos lugares. ¿Cómo había sido esto posible? ¿Cómo era que el niño había logrado esto?. Intrigado, dijo a su hijito: 
“Hijo, tú no sabías cómo era el mundo. Entonces, ¿cómo lograste armarlo?” 
“Papá” –le dijo el niño— “yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando arrancaste el mapa de la revista para recortarlo, yo vi que del otro lado tenía la figura de un hombre. Así que le dí la vuelta a todos los pedazos y comencé a organizar al hombre. Cuando conseguí arreglar al hombre, volteé la hoja y vi que había arreglado al mundo.” 

Y es que para arreglar este mundo es preciso arreglar al hombre y esto no implica una mirada externa e indiferente, tiene mucho más que ver con nuestro propio hombre interior, con aquello que precisamos arreglar en nuestras propias vidas, en nuestros propios espíritus para encarar nuestra vivencia en este mundo sin hacer daño a nadie, sin causar sufrimiento a quienes han tomado el riesgo de compartir sus vidas con uno.

Todos podemos ser agentes de bienestar o malestar en la vida de aquellos que se han cruzado en nuestro camino, y muchas veces cometemos errores de forma inconsciente para terminar lastimando a quienes nos quieren, por eso es importante que revisemos primero nuestro mundo interior, lo que pasa en nuestra mente, lo que siente nuestro corazón, lo que precisamos arreglar, lo que nos molesta, lo que nos hace sentir mal y a partir de allí brindarnos a los demás con espíritu sano, con una mente clara, con la confianza y la seguridad de contar aquello que precisamos porque estamos seguros de que en este mundo por lo menos hay alguien que nos ama por sobre todas las cosas: DIOS.

Y es a él a quien nos debemos por ese infinito amor que nos tiene, es con él con quien debemos portarnos bien y a quien debemos tratar de ayudar en este mundo; basta solo mirar a nuestro alrededor y podremos ver que hay muchas personas que atraviesan horas amargas, tiempos grises sin embargo si no curamos primero nuestro propia espíritu seremos apenas pequeños destellos de luz en la vida de los demás. Antes de lanzarnos a la magna tarea de ayudar a otra persona, tratemos de sanar nuestras propias heridas, mientras tanto ofrezcamos una oración por aquellos que nos acompañan en el camino y a quienes no podemos ayudar como quisiéramos...... Tal vez un día podamos arreglar este mundo en el que vivimos.

Que tengas una semana radiante, llena de momentos felices!!!. Hasta la próxima.


























domingo, 3 de noviembre de 2013

PODEMOS SER FELICES.....

Amigos, ¿cómo están?:
Mientras una maravillosa tizna de lluvia cae, observo la maravillosa creación de Dios que inunda de una extraña felicidad mi corazón, ¿por qué extraña?, porque a veces los problemas de la vida no nos dejan disfrutar de lo que se nos da totalmente gratis, de todo aquello que consideramos pequeño y simple; corremos tras las promesas de un futuro que no sabemos si llegará, dejamos atrás personas, lugares. eventos que marcaron un tiempo de nuestras vidas, finalmente le permitimos a las preocupaciones y la tristeza que ocupen mucho más espacio en nuestra mente que los buenos recuerdos y las alegrías de pequeños momentos en nuestra vida..... ¿alguna vez sintieron que su corazón se inunda de felicidad cuando ven a esa persona tan especial sonreír?, esa es la maravillosa magia del amor que no necesita mucho más que un corazón capaz de sentir amor por alguien mas que no sea uno mismo....

Ha llegado el dulce y feliz noviembre, ¿por qué es dulce y feliz?; sencillamente porque cada uno de sus días son la antesala de la mas bella época que se puede vivir en el año: LA NAVIDAD y cómo dejar pasar estos días sin preguntarnos cómo llegaremos a ella. Qué ha sucedido en los meses anteriores, ¿hemos podido cambiar un poco aquello que nos causaba malestar en nuestras vidas?, ¿hemos contribuido a  mejorar la vida de los demás?, ¿hoy somos más felices con aquello que tenemos? tantas otras cosas más que podemos mencionar y que con seguridad están pasando por sus mentes en este instante.

Casi la mayor parte de nuestros días, al despertar, al recostarnos, al disfrutar de la compañía de nuestros amigos, al caminar a solas observando todo lo que nos rodea, una vocesita pelea por ser escuchada, una que nos dice que podemos ser felices, que tenemos todo lo que precisamos para serlo pero desafortunadamente la bulla del mundo hace que no podamos escucharla, nos aleja de nuestro camino, nos aleja de aquellos que nos quieren, nos aleja de nuestra misión, esa bulla simplemente nos roba cada momento inolvidable de nuestras vidas y cada oportunidad de ser ser feliz....

Sin embargo resulta que el corazón si sabe escuchar lo que Dios nos dice, resulta que de tanto en tanto, sentimos esa inusitada alegría cuando escuchamos palabras alentadoras, cuando observamos la naturaleza, cuando escuchamos el canto de un pájaro o tan solo cuando sentimos la brisa en nuestro rostro... entonces escuchamos con absoluta claridad esa voz que reside en nuestro interior... PODEMOS SER FELICES.

A partir de la paz que nos trasmite la maravillosa creación de Dios, nuestro espíritu se comunica con nuestro consciente, finalmente descubrimos que tenemos todos los elementos que precisamos para ser felices a nuestra disposición y para sorpresa nuestra no tiene nada que ver con el dinero o las posesiones, éste maravilloso secreto que permanece oculto a nuestro entendimiento racional reside en nuestro corazón  a la espera de ser descubierto mas allá del tiempo que pase, más allá de la edad que se tiene, más allá de las personas que nos acompañan....... 

Podemos ser felices pero no sabemos como serlo; hemos desperdiciado demasiado tiempo tratando de llenar casillas que ilusamente pensamos que nos darían felicidad: Profesiones, trabajos, uniones, viajes, etc. Todo para que un día, probablemente llenos de amargura, con un montón de malos recuerdos, de abandono, de decepción cansados de intentar ser felices, tomemos solo un poco de tiempo de nuestras preciadas vidas para descansar y entonces al calor del único amor que siempre ha rodeado nuestra vida, en torno a ese magnífico Dios que nunca deja de hablarnos, descubramos el secreto de nuestras vidas.....

LA FELICIDAD RESIDE ALLI DONDE NUESTRO CORAZON NOS LLEVA

No hay lugares, no hay personas, no hay dinero, no hay posesiones, no hay falsas posturas, no hay egoísmos, solo hay amor y a partir de éste podemos ver que tenemos todo lo que queremos, tenemos todo lo que necesitamos; lejos de esos pensamientos deprimentes, lejos de esas preocupaciones, lejos de ese camino que a fuerza tomamos porque pensamos que nos haría felices.... ahora solo desde la ruta que nuestro corazón va marcando podemos sentirnos felices porque empezamos a dar pasos seguros, empezamos a disfrutar de todo lo que hacemos y todo lo que decimos, porque es a partir de nuestro propio bienestar que irradiamos bienestar a los demás, porque empezamos a sentirnos completos con aquello que hacemos y con todo lo que decimos....PODEMOS SER FELICES, solo hay que aprender a ver con los ojos del amor.

Que tengas una semana feliz. Hasta la próxima!!.

Nunca dejemos que alguien se acerque a nosotros y no se vaya mejor y mas feliz.
Lo más importante no es lo que damos, sino el AMOR que ponemos al dar
(Madre Teresa de Calcuta)