domingo, 16 de agosto de 2015

QUIENES DISIPAN LA LUZ...

Amigos, Bienvenidos!!!:
Que alegría reencontrarme con ustedes en esta nueva semana tras una pequeña pausa; como les relataba en las breves líneas que escribí en la entrada anterior, razones ajenas a mi persona me impidieron escribir como ya es lo habitual el domingo pasado, pero como siempre me gusta mirar para adelante, y dejar atrás lo que pasó, esta semana quiero concentrarme en las bendiciones que Dios va poniendo en mi vida y en la vida de todos.
¿Qué les pareció la historia del árbol de los problemas?, todos deberíamos tener uno que nos recuerde que hay lugares y personas que merecen lo mejor que podemos dar porque contribuyen a nuestra felicidad, pero sobre todo más nos lo merecemos nosotros porque cargar con los problemas que se suscitan en nuestro diario vivir solo servirá para hacer de nuestra vida una carga pesada que terminará por no dejarnos avanzar.
¿Hay problemas?, evitemos preocuparnos más de la cuenta, dejemos que sea Dios quien se ocupe de ellos, y descansemos apaciblemente en su amor y en la confianza de que él sabrá solucionarlos.

Cuando uno entabla una conversación con alguien es seguro que saldrán a relucir temas diversos, hablando con una anciana, mientras mirábamos a unos niños disfrazados; ésta me relataba que en la antiguedad se creía mucho en los vampiros; y es que en la antiguedad evidentemente estos personajes formaban parte de muchos otros que infundían temor entre las personas.
El tiempo fue pasando y uno por uno estos personajes se fueron quedando como parte de un pasado y un cúmulo de historias que se difundían de voz en voz, la ya muy conocida historia de Dracula, en torno a la cual se han hecho muchas películas y que en mi opinión es una de las más tristes e irónicamente es una de las más humanas, pues la historia gira en torno a la maldad de las personas que haciendo uso del engaño consiguieron llenar el corazón de Mina de tal tristeza al creer a su esposo muerto que la llevaron al suicidio, de igual manera al llegar el conde Drácula a su castillo y descubrir que Mina estaba muerta oscureció su alma a tal punto llevada por la pena que se convirtió en este personaje oscuro que vivía entre tinieblas.

Se preguntarán ¿por qué les hablo de Drácula y de los vampiros?, porque esta anciana en cuya mirada puede uno apreciar las lecciones que la vida fue dejando en su alma fruto de lo cual una mezcla de tristeza, amargura y pequeños destellos de luz al recordar tiempos felices nos recuerdan que la vida tiene un poco de esos matices... Ella me refería que a lo largo de su vida ella pudo constatar que los vampiros han sobrevivido en el tiempo, pero que ellos ya no se alimentan de la sangre de otras personas; hoy ellos "se alimentan de nuestras energías" me decía.

Esta semana, más que nunca este singular personaje vino a mi mente una y otra vez pues pude constatar que esta anciana tenía razón; hay personas por ahí, caminando entre nosotros cuyas naturalezas obedecen a la oscuridad, entregadas completamente a servirle y caminan sin otro propósito más que el de hacer daño.

¿Por qué?, cuantas veces no hemos formulado esta pregunta cuando nos encontramos con personas que sin razón alguna nos han ocasionado mucho daño; y es en definitiva tanto el malestar que nos han causado que la tristeza, la rabia, el rencor no tardan en aparecer en el horizonte de nuestra alma, al punto que ya no somos capaces de albergar la paz y volvemos una y otra vez al hecho en particular que origino nuestro malestar.

Hay personas que realmente se dedican a robar nuestra energía para dejar en su lugar una nube tan espesa y tan gris que hace falta mucha fe para poder salir de ella; esto hizo que recordara ese pasaje de la Biblia (Mateo 5:44) en el que Jesús nos invita a orar por nuestros enemigos, para que ellos un día conviertan sus corazones a Dios.
No comprendía del todo este pasaje de la Biblia, hasta hace unos días en el que realmente me di cuenta que la acción de estas personas que buscan hacer el mal dañando a los demás hace que de alguna manera también nuestra luz se vaya apagando poco a poco, es difícil mantener la calma cuando el espíritu ha sido herido, es difícil mantener la esperanza cuando parecería que ya no hay personas que vivan en Dios; es muy difícil alcanzar el perdón cuando la herida que ha sufrido el corazón ha sido muy honda....

En este mundo hay personas tratando de salir a flote a pesar de todo; a pesar de las humillaciones, del desempleo, de la traición, de la deslealtad, de la maldad. Hay quienes todavía se aferran muy firmemente de la fe para poder alcanzar a Dios y ver sus bendiciones en la vida pero no podemos dejar de lado a quienes ya han entregado sus almas al punto que hoy son solo servidores del mal, a esos "vampiros" como decía esta anciana que no hacen otra cosa que robar las "energías" de aquellos seres de luz que todavía tratan de llevar luz a donde van, pero tristemente hay que reconocer que no hay nada que le moleste más al demonio que la luz, porque sus planes siempre se desarrollan en la oscuridad.

Lo verdaderamente triste de esto es que esas personas un día fueron capaces de albergar bondad, de llevar luz pues todos tenemos luz propia y es tarea nuestra hacerla crecer en el amor, la esperanza y la fe; pero estas personas fueron heridas un día, sus espíritus y sus corazones también fueron heridos por la maldad de otras personas, probablemente de quienes ellos más amaban y poco a poco la oscuridad fue instalándose en sus almas, hoy no pueden ver el amor que todavía les rodea.

Por eso es necesario que oremos por ellos; para que puedan ver la luz del amor de Dios, para que dejen de hacer daño a los demás, para que nuestros espíritus también se fortalezcan pues no hay mejor alimento para el alma que hacer el bien, la luz atrae más luz y la oscuridad atrae más oscuridad.

Cuando uno atraviesa por un hondo pesar es difícil pensar en algo más, cuando una ha sufrido una herida en el cuerpo, lo primero que hace es tratar de curarla, no se pone a pensar en las heridas que probablemente estén sufriendo otras personas pero las cosas del espíritu le pertenecen solo a Dios y es solamente por medio de la acción eficaz del bien que uno consigue salir a flote de cualquier situación, mientras seamos capaces de apegarnos al amor de Dios en todas sus dimensiones él se encargará de sanar nuestras heridas pero es necesario y muy importante que recemos por aquellos que han dejado que se apague su luz interior para que un día puedan ver a Dios y dejen de dañar a quienes están cerca de ellos.

Que esta semana puedas ver todas las bendiciones que Dios pone en tu vida!!!. Les dejo con un hermoso video que plasma la necesidad de hacer el bien y de colaborar para que éste impere en los demás. Hasta la próxima.





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