domingo, 20 de septiembre de 2015

¿POR QUE PREOCUPARNOS?

Amigos, Bienvenidos!!!:
¿Cómo les va?, en muchos lugares del mundo se están registrando olas de calor, el clima es tan cambiante como la vida misma. Un mensaje de saludo fraterno y de apoyo a Chile, y a todas las personas que visitan este sitio y que se vieron afectadas por el terremoto que se produjo en días pasados, a ellos todo el apoyo de este humilde lugar.
¿Por qué les hablo de las olas de calor?, parece ser un tema que a muchos les puede parecer indiferente pero ciertamente como me gustaría que muchos corazones se contagiaran de todo el calor posible para poder ir recuperando su condición de seres humanos.
¿Vieron que la misericordia de Dios es grande?, todos nosotros como hijos suyos debemos alguna vez identificarnos con ella y ayudar a quien lo precise desde lo que uno pueda hacer, aunque sea una pequeña oración. Cuando pienso en la imagen del Señor de la Misericordia, recuerdo las palabras de un niño cuando estando a mi lado la vio: "¡Ahora si esta el Señor con todo su poder, están saliendo rayos de su corazón!"; pienso que a veces es mejor ver el mundo con las ojos de un niño.

Hoy quiero compartir el tema de la confianza; porque creo que es necesario y no se trata de depositar nuestra confianza en las personas porque de eso se sabe y se sufre mucho, se trata de depositar nuestra confianza en Dios.

Muchas veces he visto personas muy afligidas, preocupadas porque determinada situación no llega su fin, porque las cosas no están claras, porque sencillamente no se consigue lo que se espera o porque aquello por lo cual uno pidió en sus oraciones no llega nunca; nuestra fe es una embarcación muy frágil que desafortunadamente se fortalece en aguas oscuras, profundas y revueltas.

Cuando nos vemos apesadumbrados por alguna situación, es bueno recordar como muchas veces yo lo he hecho, las palabras de ese niño que hace que pensemos en el inmenso poder de la misericordia de Dios, no porque las dificultades vayan a desaparecer como por arte de magia, pues aunque para Dios todo es posible, la fe se fortalece en horas oscuras.

¿Cómo podemos ayudar a la misericordia divina?, manteniendo la calma en horas difíciles, aferrándonos a la confianza y a la tranquilidad que deriva de ella.
Recordando que nuestro caminar por esta vida va siempre acompañado por Dios quien va delante de cada uno como el mejor escudo que podemos portar.

Confianza antes que preocupación pues si todo sucede de acuerdo a la voluntad de Dios y esto es así, ¿por qué debemos preocuparnos?, más allá de lo que nosotros podamos hacer o no, la voluntad y el amor de Dios prevalecerán ante todo, ¿Por qué preocuparnos?...

Nada más recordar que somos hijos de Dios y recuperar el lugar que nos corresponde en este mundo que ofrece tantas distracciones que muchas veces se hace difícil no extraviarse, pero basta con mirar con los ojos del alma para saber quienes somos, para abrazar esta vida con fe y con amor, sabiendo que nuestro destino descansa en las manos de Dios, ¿por qué preocuparnos?.

Que tengan una gran semana!!!. Hasta la próxima.



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