domingo, 4 de octubre de 2015

¿CONOCEMOS LO QUE REALMENTE NECESITAMOS?

Amigos, Bienvenidos!!!:
Quiero empezar esta nueva entrada resaltando lo afortunados que somos por estar vivos, celebremos esta vida que corre por nuestras venas, celebremos cada acierto y cada fracaso que llega para recordarnos que todavía hay vida; que todavía contamos con el regalo del tiempo que nos permite seguir persiguiendo nuestros sueños, nos permite enmendar nuestros errores y cómo dejar de mencionar  y agradecer a Dios por permitirnos llenar nuevas páginas en la historia de nuestras vidas, por permitirnos vivir!!!.

Nunca sabremos cuándo la vida nos deparará un giro inesperado, la vida muchas veces puede llenarse de tantos matices dramáticos que cuando éstos se suscitan no queda otro remedio que sacar fuerzas y enfrentarlos, lo que define nuestro éxito es la forma con la cual los encaramos.
Sucede que la mayor parte de las veces es tanta la aflicción que dejamos de ver nuestras propias fuerzas, dejamos de mirarnos como lo que somos: Hijos de Dios.

Imagínense que expresión tan grande, ser hijos de Dios nos reserva un lugar privilegiado en la vida, porque poseemos todas las características de nuestro creador, cada uno somos capaces de realizar grandes milagros, empezando por nuestra propia vivencia, la pregunta no es si podemos hacerlo o no, la verdadera pregunta es si ¿lo creemos o no?.

Amante de la lectura, en cuanto tengo tiempo libre; recurro a la lectura de cuanto artículo o libro llega a mis manos, esta semana leí uno de hecho muy interesante que hablaba sobre la Gerencia de la Felicidad, título por demás curioso, que obviamente atrapo toda mi atención, y aunque leí la nota completa y me gusto mucho este nuevo concepto; no pude evitar hacerme la siguiente pregunta: ¿por qué hoy es necesario este tipo de enfoque?.

Si nos remontamos a muchos años tras, las cosas no habían llegado a este punto hoy "necesario"; la razón era realmente muy sencilla: las personas tenían toda la libertad de elegir a que actividad dedicarse, simplemente porque podían hacerlo, porque los tiempos pasados no estaban tan supeditados al "éxito" profesional, a las enormes fortunas o a la falsa imagen del hombre "triunfador".

No era necesario pensar en la felicidad del personal porque las personas se preocupaban de ello, porque uno podía decidir ser lo que uno quiera, aunque esto suponga ejercer una rama técnica o universitaria; el tiempo invertido en hacer aquello que reportaba felicidad personal era lo único que se necesitaba, el resto venía por añadidura.
Al menos hay una sola cosa en común entre esa época y la actual: Las personas felices son más productivas. Entonces, ¿qué fue lo que paso?.

Lo que pasó es que el hombre poco a poco fué delegando su responsabilidad para consigo mismo de ser feliz, corrió a toda prisa tras el dinero, la fama, el éxito que aparecieron ante sus ojos como grandes oasis en el desierto y al igual que ellos desaparecieron al acortar la distancia.

Estos días finalmente tuve la oportunidad de ver la película "Little Boy" (El Gran Pequeño); anduve mucho tiempo tratando de verla hasta que finalmente Dios me lo permitió, ¿vieron que las cosas siempre se mueven con los tiempos que Dios dispone?, por eso y casi siempre es así, no suelo preocuparme mucho por lo que vendrá o cuándo se suscitará determinada cosa, pues sé en el fondo de mi corazón que cada cosa tiene su propio tiempo y éste solo Dios lo conoce.



¿Por qué esta película?, porque nos habla de lo que podemos hacer y hasta dónde podemos hacerlo, porque nos recuerda que todo es posible para Dios, pero lo más importante es quizá porque nos recuerda que a pesar de nuestras limitaciones cada uno de nosotros es capaz de manifestar la maravillosa obra de Dios, que si tuviéramos fe como un granito de mostaza veríamos moverse aquellas montañas que detienen nuestro camino..... Si tan solo tuviéramos fe.


La vida se traduce en experiencias (buenas o malas) y en buena medida somos responsables de cada una de ellas; no se trata de las posesiones que podemos adquirir, se trata de llenar nuestra vida de momentos gratos, de momentos felices y solo a cada uno de nosotros nos toca hacer un buen uso del tiempo que Dios puso en nuestras manos.

Las personas han dado pasos agigantados en cualquier materia, especialmente en la tecnológica, muestra de que somos poseedores de una inteligencia privilegiada y atentos, porque la inteligencia no es cosa de unos cuantos, es materia de todos.
Somo creaciones únicas es cierto, pero poseemos característica similares una de ellas es la inteligencia y esta en nosotros utilizarla adecuadamente. Todos somos capaces de hacer de nuestros días experiencias únicas e irrepetibles, ¿cómo somos responsables por ello? no dejándonos obnubilar por las vivencias de los demás.

La vida no es una receta de cocina que hay que seguir paso a paso si queremos ser felices, no porque determinado camino hizo feliz a una persona necesariamente implica que nos hará felices a nosotros resulta que la vida es un cúmulo de recetas de cocina una por cada persona que existe en este planeta y es por este desconocimiento que invertimos mucho tiempo de nuestras vidas tratando de vivir como alguien más consiguiendo solo perder tiempo.
Aquello que somos, lo que reportará nuestro bien reside en el fondo de cada uno y es tarea nuestra descubrirlo, muchas veces la respuesta se nos revela durante nuestros primeros años, solo que no somos capaces de verlo cuando somos "mayores" porque nuestra visión ha sido contaminada por el paso de aquellas "brillantes" historias que otros contaron y que nos dieron la impresión de felicidad...

Dios es capaz de hacer mucho por nosotros, lo único que espera es que nosotros seamos capaces de ver lo que realmente queremos y para ello solo precisamos mirar nuestra vida con los ojos del alma; para Dios nada es imposible, él puede darnos todo lo que le pedimos, ¿somos nosotros capaces saber lo que realmente necesitamos?.

No hay reglas al respecto, nadie nos dice que debemos vernos de una forma en particular o debemos comportarnos de una forma determinada, nadie nos dice que debemos tener determinada cantidad de dinero, lo único que se nos dice es que dejemos de tener los ojos puestos en el mundo y empecemos a ver más con los ojos del alma, que seamos capaces de darnos cuenta que nuestro valor se mide por nuestros actos empezando por nosotros mismos.

"No midas tu estatura de aquí al suelo, midela de aquí al cielo" 
(Little Boy)

Que tengan un maravilloso inicio de mes y una grandiosa semana!!!, les dejo con un precioso vídeo extractado de la película "Up in the air" (Amor sin escalas) protagonizada por George Clooney. Hasta la próxima.












No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.