Y ESE "DIA" FINALMENTE LLEGO

Por esas cosas que tiene la vida es que vale la pena vivirla, ahora mismo con seguridad pensaste en un millón de razones por las cuales la vida vale la pena o quizá aún te estés preguntado: ¿qué razones?.

Hace algunas semanas escribí sobre esas "maravillosas" sacudidas que aparecen sin pensar y que ponen la fortaleza del alma a prueba.

Me gusta pensar que son maravillosas en verdad, porque al igual que los días se ven más resplandecientes despúes de la lluvia, nuestra vida se ve mejor después de un tiempo de oscuridad.

Esta semana, estuve pensando que todos deberíamos regalarnos al menos una cosa cada día; piensa por un segundo cómo vives tus días; piensa cuánto tiempo de tu día dedicas a las preocupaciones, a las tristezas, a ese "yo" que ironicamente descuidas con cada minuto que respiras.

Esa mala costumbre de pensar que todo, absolutamente todo, depende de lo que "tú" puedes hacer, te lleva a poner demasiado peso sobre tus hombros, piensa por un momento que despiertas a un nuevo día sin que tú hayas hecho nada al respecto. Amanece, anochece, llueve, llegan el verano y el invierno sin que tú hayas hecho nada, ¿por qué te abrumas tanto con tu vida?.

Nada mas basta ver los rostros de preocupación de las personas, su agitado caminar; un terrible afán ocupa sus tiempos y basta ver la vida, contemplarla tal cual es para saber que alguien por encima de tí y de mí esta a cargo de todo, así de simple es la vida.

Una buena forma de fortalecer tu paz es que pienses cuántos problemas los resolviste solamente tú, en cuántas ocasiones te sorprendiste cuando viste que todo se resolvió de todas maneras o a la inversa, recuerda la frustración que sentiste cuando trataste por todos los medios de conseguir algo y de todas formas no lo conseguiste, te aseguro que te sorprenderá ver que en cada ocasión que creíste haber perdido en realidad ganaste y mucho.

La paz que se genera en el corazón al comprender que todo esta descansando en las manos de Dios puede en verdad significar la diferencia entre la vida y la muerte; no pienses que es cosa de que cruces los brazos y no hagas nada, sería muy iluso de tu parte pero ¿sabes lo que sí puedes hacer?: 

Comprender que las cosas están bien aunque no te lo parezcan

Hace falta callar un poco la razón y dejar que el alma hable  más fuerte.

La preocupación jamás ha solucionado nada, te roba momentos que pasan mientras tu estas encerrado en un problema que de todas formas se resolverá.

El tiempo que pases descubriendo a todos esos fantasmas que te roban la paz, que te roban la vida, ese si es tiempo bien invertido, hemos dejado que esos fantasmas crezcan tanto que ahora apagan la luz de nuestros días a placer.

Que tus días estén llenos de luz, te pertenecen, tienes toda la libertad y la capacidad de retomar tu vida, no como la soñaste un día; empieza por recuperar momentos, no dejes que un solo día termine sin que te hayas hecho un regalo: Siéntate a disfrutar de un buen helado, haz lo que quieras pero hazlo, que ni un solo día termine sin que hayas hecho algo por ti y para ti que nada te robe la vida que te mereces esa para la cual naciste y a la cual tienes derecho!!.