domingo, 6 de enero de 2019

FAROLAS EN LA NIEBLA

Es la celebración de Reyes y me toca recibirla en medio de días grises, de esos que nadie nunca espera encontrarse, pero como siempre he compartido en este espacio, son de estos tiempos que uno saca grandes lecciones, creo con absoluta seguridad que es cuando más vemos a Dios en nuestras vidas, como una pequeña farola que se enciende en medio de la niebla.
Este tiempo me ha servido para pensar que Dios siempre esta en control del barco de nuestras existencias, sean cuales fueren las aguas en las cuales naveguemos.

Son los días grises y las grandes tempestades las que nos arrebatan la paz y la calma. El pasaje de pedro pidiendo la ayuda de Dios, desesperado en medio de una terrible tormenta que esta apunto de volcar su embarcación; es un claro ejemplo de ello, ¿acaso no acudió Jesús en su ayuda?, ¿acaso no apareció caminando sobre el agua e invitando a Pedro a que lo siga?.

El problema en el que siempre caemos, es que se nos olvida que él siempre esta presente y sabe a la perfección lo que esta haciendo, nosotros cegados por la desesperación sentimos que nos ahogamos, tenemos miedo, es humano sentirse así; pero la Fe debe sostenernos en pie y por ello siempre he considerado que aunque la Fe es una palabra muy pequeñita y fácil de decir, practicarla es otro cuento; comprender el verdadero significado de esa palabra y aplicarlo en nuestras vidas es lo que verdaderamente marca la diferencia en tiempos grises.

En estos días, hubo alguien que me pregunto: ¿Qué es lo que quieres que haga Dios? y yo respondí que no se trata de lo que yo quiero, sino de ¿cuál es su voluntad?, fue una conversación relativamente curiosa porque no el tema salió de una conversación amena y sutil pero los caminos de Dios son así, jamás sabrás cuando él esta esperando que comprendas algo que debes comprender.

Aunque esperar que se haga la voluntad de Dios y aceptarla requiere una gran dosis de Fe, lo cierto es que la primera pregunta encierra un gran significado, a veces perseguimos tanto la idea de lo que "queremos" que no nos damos cuenta que Dios ya nos dio lo que le pedimos, aunque no de la forma en la que esperábamos.
¿De cuántas maneras dejamos de observar todas las bendiciones con las que contamos por andar esperando que todo sea exactamente como lo imaginamos?, en muchas ocasiones nuestras "grandes expectativas", son las que precisamente nos llevan a nuestras más "grandes decepciones" y todo porque no somos capaces de ver que la vida esta fluyendo, que no se detiene y que a su paso trae consigo aquello que esperamos aunque de una forma diferente.

Nuevamente, son las prisas, las rutinas, las cosas de este mundo; las que evitan que veamos con los ojos del alma, que "realmente" veamos que en realidad todo esta bien, porque todo esta como debería estar. Comprender una vez más esto, es lo que hizo que recupere nuevamente mi calma, que la paz vuelva a instalarse en mi y desde ahí poder ver objetivamente que se ha andado un buen trecho del camino, y que esa andadura trajo consigo un cúmulo de bendiciones.

Quizá sea por ello que hoy haya llamado tanto mi atención recordar que los Reyes Magos encontraron a Jesús aún cuando la estrella de Belén había dejado de brillar....





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