sábado, 27 de noviembre de 2021

SOLO COSAS BUENAS

¿Quién le pone límite a los sueños?, ¿quién limita tus sueños?; ¿quién nos dice que ya no hay tiempo o que el error que cometimos es irreparable?. 

El tiempo que recibimos al nacer, nos pertenece por derecho; nadie puede venir a decirnos que algo no es posible o que se nos ha hecho tarde para lo que sea que queramos en la vida. Recuerda que uno puede llegar tan lejos como uno lo crea y esta es la parte clave de la vida, de tu vida, de la mía, de la de todos: CREER.

Primero que nada, déjame decirte que no creo en las ideas que limitan, pero eso es lo que yo creo. ¿En qué crees tú?
Estoy totalmente de acuerdo en que todos somos maravillosamente diferentes; porque es en esa diferencia que cada uno aporta a mejorar una situación o un problema sea cual sea; y es esta distinción la que se va mejorando con los años y con las lecciones; es esta marcada diferencia entre unos y otros lo que enriquece la vida en la interacción con los demás.

Sin embargo ¿qué pasa?; que a veces las lecciones bien pueden cambiar nuestra perspectiva y las más de las veces esto sucede sin que nos demos cuenta. De pronto uno deja de tener ilusiones, uno deja de alimentar la esperanza, uno deja de vivir en paz y esta última especialmente nos otorga una mirada borrosa de la vida. Créeme cuando te digo que una persona que se acerca a ti para darte un consejo lo hace siempre con la mejor intención, aunque a veces lo haga desde la amargura o la desesperanza.

Nunca es tarde para volver a empezar, para corregir errores, para reencontrarse con nuevas o viejas ilusiones; nunca es tarde para ponernos de pie y seguir. 
De todo saca siempre la mejor enseñanza y aprende, corrige si es necesario pero jamás, jamás dejes de creer en que las cosas son posibles, en que los sueños sí que se realizan, jamás dejes de creer en que es posible ser feliz, sea cual sea la experiencia que hayas tenido que enfrentar.

La peor mentira que uno puede contarse es que ya no tiene tiempo, porque la vida no se detiene jamás; porque la vida nos invita a vivirla con cada nuevo día, con cada alegría que se instala en el alma, con cada palabra de aliento que recibimos, con cada mirada de amor con la que nos encontramos.

Recuerda que el único limite lo pones tú; que quizá eres tú la razón por la cual aún no has visto tus sueños realizados, por todas esas ideas que están alimentando y que te están alejando cada día más de ellos; porque quizá eliges dudar en lugar de creer; porque a lo mejor de tantas caídas ya dejaste de creer y si este es tu caso, entonces ya sabes que a pesar de todo la vida sigue, aunque muchas veces hayas querido que no sea así, hay una razón para ello y son todas las posibilidades que trae con ella.

Ya empieza el adviento, cada año pienso en ello como un tiempo que Dios pone en nuestras manos, para que detengamos un poquito nuestra marcha y pensemos con más detenimiento en todas aquellas cosas a las que quizá por las prisas no le damos mucha importancia. 
Este año, he decido empezar este tiempo con un solo pensamiento, ¿me acompañas?

Quizá no sepa con exactitud lo que el tiempo nuevo traerá, pero tengo la seguridad de que serán solo cosas buenas




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