Hace muy poco, vi el video de una persona que limpiaba las ventanas de un edificio, en el interior de uno de los pisos, dos gatos lo observaban, uno de ellos empezó a jugar con el, mientras limpiaba. Como resultado, ambos entraron en una dinámica de juego, una vez más, un pequeño gesto iniciaba un destello de luz, que se traducía en vida.
Se ha dicho mucho: que últimamente, las personas preferimos pasar más tiempo con los animales que con otras personas, que los animales, tienen el "poder de sanar", "de reducir el estrés" y muchas otras cosas. La realidad, es que las personas hemos perdido la habilidad para vivir en paz, para divertirnos, para vivir.
Si un animal, con un simple acto de jugar, como es una cualidad de los gatos, puede arrancar una sonrisa, puede despertar a la vida a una persona, ¿qué no podríamos hacer nosotros? El tema es, que hemos reducido la vida al trabajo, ¿hay vida fuera de el?, si es que a la rutina de trabajo se puede llamar vida. Alguien dirá: "hay que pagar las cuentas", otro dirá: "hay que comer" y estarán en lo cierto, pero también hay que vivir, también hay que sentirse vivos.
No reduzcamos la vida a pequeños destellos de luz, a pequeños momentos que nos hagan sentir vivos. Alimentemos la ilusión, el amor, la alegría, la paz, etc. Incluyámoslas en nuestros días, qué decir días, en nuestras horas!!
Tomar cinco minutos para respirar, para intentar sentirnos en paz. Hay muchas más personas, de las que te puedas imaginar, que lamentan, todos y cada uno de sus días, no tener tiempo para hacer lo que les gusta. Alguien me dijo una vez.: "Me gustaba leer y ya no leo", puedo imaginar eso, porque yo también lo he vivido.
Déjame decirte algo: ESTA EN TI DECIDIR SI SIGUES ASI O HACES ALGO PARA CAMBIAR. Esto no es una fórmula mágica, es una simple decisión y esto empieza como siempre en la mente, con una simple pregunta: ¿cómo puedo hacer para cambiar esto?
Todo, absolutamente todo lo que te disgusta de tu vida, puede transformarse con la intención de hacerlo, recuérdalo antes de alimentar la queja o el desánimo.
No alimentes tu alma con pequeños destellos de luz.
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