La vida, debería ser de las mejores experiencias que vamos a tener en nuestro viaje como almas; creo con absoluta seguridad, que es el mejor regalo que nos ha dado Dios.
Entonces, ¿por qué no podemos ver esto con claridad?, porque sencillamente hemos condicionado a nuestra mente a ver solo las cosas "malas" que nos pasan. Si la mente fuera un programa, con seguridad lo tendríamos en modo "DRAMA".
Acostumbrados como estamos a buscar culpables, me veo en la necesidad de decirte que no es del todo, culpa tuya. Lo cierto es que pasamos años de nuestra vida, regidos en buena medida por el modelo conductual heredado de nuestros padres.
Como bien te dije una vez, con los años vemos con claridad, que nuestros padres, también son seres humanos aprendiendo sus propias lecciones y por tanto cometiendo sus propios errores, eso no quiere decir que lo hayan hecho todo mal. Hay que empezar a ver las cosas con objetividad: Todos nos movemos en una escala de grises, de ti depende a qué lado te orientas.
Ahora, quiero que repares en el párrafo anterior, léelo cuidadosamente. ¿Cuántas veces, te planteaste un escenario "adverso"? Utilicé palabras como "culpable", "error", "malo" y quiero incidir en esta última palabra: MALO.
Pude haber enfocado la situación desde una perspectiva favorable, ¿por qué no lo hice?, porque así lo ELEGI. En este caso en particular, escribir así tenía el propósito de mostrarte de una forma práctica, la manera en la que, casi con regularidad, elegimos las palabras y los pensamientos con los que nos dirigimos todos los días.
Si, en cada uno de nuestros día, hay al menos una lección que podemos aprender, y esto no siempre implica que debamos hacerlo desde el error o el dolor. Puede que te sorprenda lo que te voy a decir, pero tú, eliges la forma, en función al enfoque que le das a la vida, en palabras más simples: Hay que desdramatizar la vida. No hay ni buenos ni malos momentos, es solo la vida y nosotros pasando con ella.
Intenta, al menos por esta semana, prestar atención a las palabras con las cuales formulas hasta el más simple de tus pensamientos, porque en ellas hallarás la respuesta al cambio de actitud que muy posiblemente defina tu bienestar, tu paz interior y por ende, tu felicidad.
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