Soy de las primeras personas en creer que la parte más importante de nuestro ser, forma parte de ese mundo interior al que contrariamente, pocas veces prestamos atención. Sin embargo, nos basta hacer un pequeño repaso de nuestro día para darnos cuenta que en tan solo 24 horas de nuestra vida, hemos experimentado la tristeza, la alegría, el amor en más de una faceta y claro, por qué no? también el rencor, la frustración, etc. En fin todas las emociones que somos capaces de atravesar en tan solo un día, pero ¿qué pasa cuando el piso bajo nuestros pies desaparece?, cuando de pronto la vida como la conocíamos cambia al punto que ya no somos capaces de reconocerla, ¿qué pasa cuando llega un tiempo que desestabiliza todo lo tenías por seguro. Todo ha pasado tan de prisa, que apenas alcanzas a comprender lo que esta pasando, con una sola pregunta en la mente: ¿en qué momento empezó a cambiar todo?
¿Reconoces algo de esto?, Puede que te sorprenda lo que te voy a decir, pero es precisamente ese tiempo el que pone de manifiesto toda tu fortaleza, es el mejor tiempo para poner a prueba todas tus capacidades, todas tus habilidades, todas tus destrezas, pero sobre todo pone en práctica, toda tu fe.
De pronto llega un año en el que todo, absolutamente todo lo que aprendiste es puesto a prueba, en el escenario más caótico, más calamitoso, más desastroso. Un tiempo en el que tu vida es sacudida desde la raíz. Un tiempo en el que eres puesto a prueba, hasta en la más mínima cosa que valorabas de ti, de tu vida, y si eres lo suficientemente valiente, enfrentarás todo, cada cosa que se va presentando; de pie, aunque el viento ruja y sople tan fuerte que por momentos caigas, pero siempre te pones de pie, sin importar qué.
Si, hay años en que todo lo que construiste se cae al piso, como si un fuerte terremoto hubiera pasado. Resulta que la vida también experimenta sacudidas tan fuertes, que lo único que puedes hacer es dejar que todo pase, hasta que una nueva estabilidad se presente, entonces y solo entonces te detienes a ver si algo de lo que era tuyo, de tu vida, aún sigue en pie.
Y puede que te sorprenda lo que voy a decirte, pero será en un tiempo como este, que las cosas más lindas de tu vida, de esa vida que construiste y que conocías hasta ese momento, se pondrán de manifiesto con una verdad y una claridad innegable.
Tendrás la fortuna, de reencontrarte con amigos que veías siempre, solo que esta vez lo harás desde el cariño y el apoyo que quizá no lo habían demostrado hasta ahora, recuerda que son los tiempos de dificultad los que ponen de manifiesto las mejores cosas de la vida.
Muchos otros aparecerán, como verdaderos regalos de Dios, permanecerán junto a tí, a veces en una participación activa o solo en silencio, pero su apoyo y su compañía serán la diferencia entre el desánimo y ese paso adelante que no pensaste que eras capaz de dar.
De pronto, llega un año que pone de manifiesto lo increíblemente afortunado que eres, porque aunque pienses que todo lo que tenías por conocido y seguro se ha desmoronado, la parte más fuerte de tí, sigue de pie.
No es tan fácil derribar lo que se ha construido en verdad y amor. No, no lamentes cuando todo a tu alrededor se esté desmoronando, aguarda y presta atención a todo aquello que sigue de pie, presta atención a todo aquello que esta surgiendo en el lugar que ocupaban otras cosas del "ahora" pasado. Las bendiciones que Dios ha puesto en tu vida, no se pierden, se multiplican.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.