En poco tiempo, despediremos otro año; ¿cómo te fue?, ¿cumpliste con todas tus expectativas?, si no es así, esta bien, puedo asegurarte que cierras este año con un gran bagaje de lecciones aprendidas y experiencias vividas, y puedo asegurarte que muchas de ellas, las estas atesorando en tu corazón. Porque la historia de nuestras vidas son contadas así, con el maravilloso tejido de nuestros recuerdos.
Las navidades por ejemplo, para mí, siempre van a ser de los mejores recuerdos que atesoro en mi historia. Algunas personas que formaron parte de ellas, hoy ya no están conmigo, pero viven en esos preciosos recuerdos que vuelven a mi mente cada vez que una nueva navidad se acerca, lo hacen con una nitidez impresionante!!, en ellos vuelven a estar vivos, porque como sabes, recordar es volver a vivir.
Si, la magia de la vida se esconde en nuestra memoria; pero este maravillo artificio de la mente, puede devolverte los momentos felices como también los momentos tristes, tú eliges a cual de ellos te dirigirás con más atención.
La historia de tu vida contada a travez de ellos, puede ser la historia más feliz o la más triste que se haya escuchado alguna vez, todo dependerá de aquello que elijas atesorar como recuerdos activos en tu mente y ten en cuenta que el minuto pasado, ya es un recuerdo.
Vivimos, como si tuviéramos la máquina del tiempo y pudiéramos volver al pasado, quizá para no desperdiciar tiempo con alguien a quien amamos y ya no esta, quizá para corregir errores. Desafortunadamente no la tenemos, y tampoco hay que jugar a engañarnos, inevitablemente las despedidas llegarán y cometeremos errores, porque todo eso forma parte de la vida y si, un buen día también nosotros pasaremos a formar parte de la historia de alguien mas, procuremos que nuestro recuerdo pinte matices de felicidad en ellas. Como dice la canción de Antoñito Molina:
Y si ya que estamos de paso
Dejemos huellas bonitas
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