LA RUTA DE NUESTROS SUEÑOS!!!

Hola Amigos!!!:

¿Cómo les ha ido?; en medio del habitual trajín de nuestras vidas, espero que ustedes se hayan regalado al menos un tiempo para disfrutar de la vida, que se nos da gratis cada día, de la magnífica naturaleza que tampoco cuesta nada, mas que un poco de nuestro tiempo para poder apreciar cada detalle, cada paisaje, cada palabra, cada persona, que forma parte de nuestras vidas y que nos dejan gratos momentos de alegría.

¿Qué puedo decirles esta semana?, ¡¡tengo mucho que decirles!!; iniciamos precisamente hoy, el tiempo de adviento, sinceramente espero que sí hagan su corona de adviento, que enciendan cada una de las cuatro velas a partir de hoy, hasta la noche buena, recuerden que con cada una de ellas, encendemos la luz del perdón, de la esperanza, del amor y de la paz, que esperamos reinen en nuestros corazones, porque el tiempo de adviento, es en sí mismo, un tiempo de espera.Y es a partir de ese mensaje maravilloso, que partimos, con este nuevo comentario, que más que eso, es para mí, un maravilloso diálogo, entre mi persona, y ustedes, que me acompañan cada semana.

Iniciamos un tiempo de espera, pero ¿qué esperamos en nuestras vidas?; más allá de saber que esperamos el nacimiento de Jesús, ¿qué esperamos que nazca también en nuestros corazones?, ¿qué queremos que Dios haga nacer o renacer en nuestras vidas?.

He titulado, "LA RUTA DE  NUESTROS SUEÑOS", a esta nueva entrada, porque creo sinceramente, que es nuestro espíritu o lo que nos dice nuestro corazón, los que van señalando el camino, el rumbo que debemos tomar. Es cierto, que muchas veces, caminamos como perdidos, en nuestra propia vida, no sabemos con exactitud lo que queremos, por lo tanto, los tropiezos se hacen frecuentes, el desánimo, es el principal invitado en nuestra vida, y la tristeza nuestra eterna compañía.

Es necesario, que sigamos nuestros sueños o los retomemos, aquellos que tal vez, hoy parecen solo una locura, pero ¿quien dijo que lanzarse tras los sueños sea una locura?.

Se suele decir, que ninguna de las personas que viven en este mundo, vino con un manual de instrucciones, que le indique, cómo vivir la vida; sin embargo, esta afirmación es cierta, solo para quienes no han escuchado nunca lo que le esta diciendo su alma, aquello que su corazón anhela, pero que quizá por miedo, por cobardía, o simplemente cansancio, dejamos en el camino.

Nunca sabremos hasta donde seremos capaces de llegar, si antes, no lo intentamos; no podemos dejar de lado nuestros sueños, porque la realidad nos dio de frente y nos obligó a torcer nuestro camino, para resignarnos a cubrir nuestras necesidades materiales, a riesgo, de no cubrir nuestras necesidades espirituales.

¿Qué clase de vida, estamos llevando, si no hemos sido fieles con nosotros mismos?.

El camino, cuando uno ha decido, ir tras lo que ha soñado, o lo que ha querido toda su vida, es un camino, de subidas empinadas, de principio a fin; las personas que nos rodean, no comprenden lo que queremos hacer, pero es preciso que lo hagamos, para poder sentirnos vivos nuevamente, para poder reír, para poder llorar, para ser solidarios y sentir la solidaridad de las personas que también van buscando su propio camino, para disfrutar del bienestar que se siente continuar caminando, a pesar de las duras caídas, para sentir plenamente la satisfacción de haber llegado a la meta soñada, y descubrir que Dios te puso en este mundo, para que vivas, con todo lo que ello implica, sin reservarte nada.

Hoy iniciamos un tiempo de espera; ¿qué es lo que esperamos?. Dios, es un Dios que da vida, así nos lo ha demostrado desde el primer minuto que vivimos en este mundo, como nuestro padre, nos ha infundido su amor, en todo momento, en cada tiempo de nuestro vida, buenos y malos momentos los ha atravesado junto a nosotros, pero sobre todo, mantiene viva la esperanza, de encontrarnos plenos, con todos aquellos elementos que él nos ha dado para ser completamente felices.

Escuchamos todo lo que nos dicen y podemos expresar lo que pensamos; pero hemos dejado de escuchar lo que nos dice nuestro corazón, hemos dejado de ver las señales que nos muestra nuestra alma y hemos dejado de utilizar las herramientas que Dios nos ha dado, para poder vivir, para disfrutar del mundo que él nos dio. No éste que vemos a diario, donde lo que más duele, es tener que ver personas que creen estar vivas, y sin embargo, se engañan con las distracciones que les ofrece un mundo lleno de frivolidades, lleno de  espejismos que se asemejan al amor. ¡Cuantas soledades se viven en un mundo lleno de gente!.

Para poder seguir la ruta de nuestros sueños es preciso que seamos valientes, que seamos honestos con nosotros mismos, es preciso que miremos con los ojos del alma, y escuchemos esa voz interior que reside en el corazón, es preciso que hablemos con Dios, para que nos ayude a no confundir los sueños que albergamos, con las atracciones fatuas que este mundo nos ofrece.

Es necesario, que derribemos esas barreras que hemos levantado, para evitar que nos lastimen, al punto de convertirnos en seres sin sentimientos, que caminan perdidos en la oscuridad de la amargura. Para poder seguir la ruta de nuestros sueños, es preciso que despertemos a la vida.

Hoy iniciamos el adviento, que es un tiempo de espera, hasta el gran nacimiento de Jesús; ¿Qué es lo que esperas tu?.

Que tengas una linda semana, me despido, con un fragmento, del poema "Dale vida a tus sueños", de Mario Benedetti. Hasta la próxima semana!!!

                                Dale vida a los sueños que alimentan el alma,

                                no los confundas nunca con realidades vanas.

                                Y aunque tu mente sienta, necesidad humana,

                                de conseguir las metas y de escalar montañas,

                                nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Pintura al óleo de la artista Jenny Camargo