domingo, 4 de diciembre de 2011

LAS TORMENTAS DE NUESTRAS VIDAS

Amigos!!!:
¡ Feliz tiempo de adviento!, ¿cómo han estado en la semana?, ¿qué buenas nuevas han tenido?, ¿cómo les fue con la corona de adviento?; porque si la armaron verdad?, bueno, si no la hicieron por diferentes razones, igual uno lleva este tiempo en el corazón, como casi todas las cosas importantes de la vida, así, que dedíquense al menos unos minutos esta semana, para meditar un poco, que grandes beneficios le reportara a sus espíritus.

¡Qué titulo, el que he utilizado para esta nueva entrada! ¿cierto?, la verdad, es que existe una muy buena razón para que me haya decidido a escribir sobre las tormentas que atravesamos en nuestra vida, y es que precisamente esta semana, he tenido conocimiento de la situación de una persona, que esta atravesando una dura época en su vida, su sufrimiento, ha conseguido también mellar el ánimo de sus familiares y amigos.
Esto me hizo no solo pensar, sino también recordar, que muchas veces en la vida de cada uno, se presentan épocas muy oscuras, problemas de índole económico, afectivo, laboral, de salud, etc., éstos aparecen cual negros nubarrones en el cielo de nuestro presente y definitivamente consiguen devastar nuestro futuro.

Cuando llega una tormenta, el viento golpea con mucha fuerza, tanta que por momentos quiere frenar nuestro caminar, la tempestuosa lluvia cae, y apenas si podemos buscar un lugar donde guarecernos, porque también ha disminuido nuestra visión, entonces solo pensamos, en nuestro hogar, y cuánto nos gustaría estar allí.
De la misma manera, cuando, los problemas llegan, lo hacen con las mismas trabas de una tormenta, nuestras ansias por querer seguir adelante, se van mellando, porque no podemos conseguir ver con claridad cual es la salida y nuestro espíritu poco a poco va decayendo.

No creo que haya una sola persona, que no haya atravesado al menos una época conflictiva en su vida, una en la que su espíritu y su fe fueron fue probados a fuego, y en la que también evocó, con mucha angustia y desesperación, la seguridad de aquel hogar en  el que la seguridad y el afecto, que dan fuerza al espíritu, lo brinda solo quien nos ha regalado esta vida, Dios.

Pero qué difícil se nos hace hallarlo, poder depositar en sus manos, toda nuestra fe y toda nuestra confianza. Es tanta nuestra desesperación y nuestra angustia, que buscamos primero la ayuda entre las personas, serán familiares, serán amigos, serán profesionales entendidos que puedan solucionar nuestro problema. Y es vana nuestra búsqueda desesperada, pues vemos con desaliento, cómo una a una, las personas se ven limitadas, para ayudarnos y con seguridad, no es por desinterés, pues cuando uno mira la dificultad de alguien, trata por todos los medios de hacer algo, pero sencillamente, en la mayoría de las ocasiones, es muy poco lo que se puede hacer....

Hay rupturas, que no se pueden arreglar, enfermedades incurables, en fin, toda serie de situaciones que  habrá tocado o toca a travesar, sabemos, por experiencia que no son solo las dificultades, es la tristeza, es la preocupación, es la decepción quizá porque fuimos lastimados por los demás, es la soledad, son todos aquellos factores que contribuyen a crear una atmósfera de malestar, para terminar construyendo muros infranqueables, para tratar de protegernos, y es que han sido tan amargas las situaciones que hemos atravesado, que nuestro corazón ya no quiere sufrir, siente temor de intentar algo nuevo, para finalmente dar paso a la muerte de nuestro espíritu, fuimos azotados tantas veces por el intempestivo viento de malas situaciones que ya no creemos que vaya a suceder algo bueno.

Nuestra realidad ahora tiene un cielo gris, en el que todo el tiempo estamos preparados para enfrentar adversidades, de tal manera que cuando finalmente llegan las cosas buenas, ya no las disfrutamos, porque nuestro espíritu ha muerto, porque ya no sentimos nada más que tristeza y porque han sido tantas las caídas que nuestro cuerpo manifiesta una salud deteriorada como consecuencia de las fuertes tormentas que no pudimos sobrellevar....

He aqui, que es donde debemos detenernos, porque despues de una tormenta, siempre sale el sol, porque si hemos sido lo suficientemente fuertes y valientes para sobrevivir a una tormenta, vemos un día nuevo, donde las hojas, la flores, los árboles tienen más vivos los colores, porque necesitaban de esa lluvia para lavar la suciedad que tenía, porque era preciso que caiga la lluvia para dar paso a un cielo azul, maravilloso, para dar paso a un mundo, que antes de la tormenta nos era desconocido.....

En la vida, no existen los estados permanentes, queridos amigos, siempre nos tocan pasar momentos terriblemente duros, donde somos probados en la fuerza y en la fe, y les garantizo que esos tiempos no seran permanentes en la vida, éstos tiempos de amargura terminarán, para dar paso a una persona nueva, una que sabe que su destino no esta puesto en los hombres, que nada de lo que pudieron haber dicho  o hecho las personas y que realmente dejaron heridas en nuestros corazones, terminarán por hacer que dejemos de vivir.

Cada tormenta, es una promesa de que saldrá el sol de un nuevo día, cada etapa mala, es la certeza de que un día terminará y saldremos fortalecidos de ella, porque con cada prueba, nos hacemos más fuertes, porque apreciamos mucho más las cosas buenas que teníamos y no las valorabamos.

Animo!!!, arriba esos corazones, a disfrutar de los días, sean buenos o malos, la vida se trata de no rendirse a pesar de las difíciles batallas que haya que enfrentar, al final, el verdadero secreto, es descubrir que nuestras vidas gozan de libertad, pero definitivamente estan en las manos de Dios, y cada prueba nos invita a conocerle, a saber que la respuesta de nuestro malestar no esta en este mundo, al final, lo que realmente vale, es saber mantener vivo el espíritu y éste solo se alimenta de Dios, que cuando ya no tengamos una sola puerta por tocar en este mundo, descubramos que todavía nos faltaba tocar una, que siempre estuvo dispuesta a abrirnos y que solo estaba esperando que la encontremos....

Es preciso tener espíritus de guerreros, pues solo despues de una guerra se disfruta de la paz y se celebra la verdadera alegría de la victoria, tenemos las herramientas necesarias para salir vencedores, porque fuimos hechos del amor de Dios, y quien es capaz de albergar amor en su corazón, quien es capaz de quererse a sí mismo, y querer a los demás, es capaz de levantarse con más fuerza de cada caída, porque el amor es la mayor fuerza de todas, y no estás solo,  tú nunca estas solo....

Se dice que el arte, es la representación de lo que uno siente de diferentes maneras, y estoy de acuerdo, les dejo con una de las estrofas del poema "No te rindas" de Mario Benedetti:

                                     No te rindas, por favor no cedas,
                                     aunque el frio queme,
                                     aunque el miedo muerda,
                                     aunque el sol se esconda y se calle el viento,
                                     aun hay fuego en tu alma,
                                     aun hay vida en tus sueños,
                                     porque la vida es tuya y tuyo tambien el deseo,
                                     porque lo has querido y porque te quiero.

Que tengas una semana maravillosa. Hasta la próxima!!!.


Fotografía de Ing. Rosario Dominguez 





1 comentario:

  1. Yanka : Que espléndida entrada. la verdad sucede tal cual dices, la vida es así, la mayor parte del tiempo atravesamos tempestades durísimas y son muy pocas las cosas de las que nos podemos agarrar para resistir, pero en todos los casos la ESPERANZA en días mejores es fundamental, y las palabras amigas y de aliento son también importantes, creo por experiencia que una palabra en ocasiones hace mas que mil acciones, y a veces también una acción vale mas que mil palabras, pero en ambos casos son las personas, los seres humanos los que intervienen como un instrumento, quiera Dios, siempre instrumentos del bien. Me encantó la estrofa del poema, en especial lo del miedo, realmente ¿Quién no ha sentido miedo alguna vez?. Feliz adviento para tí y también un gran abrazo y muchísimos cariños. Te quiero mucho...

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