domingo, 22 de abril de 2012

EL CABALLERO DE LA AGRESTE FIGURA...

Amigos, bienvenidos!!:
¿Cómo han estado estos días?; ¿qué maravillosas aventuras han vivido esta semana?. A veces nos parece que los días transcurren irremediablemente uno tras otro, que  la rutina terminó por ganarle a la emoción de cada suceso inesperado que trae consigo grandes momentos de alegría, pero si observamos con detenimiento cada uno de nuestros días, nos daremos cuenta de que esos pequeños espacios de tiempo, son en definitiva los que nos hicieron sentirnos vivos, (la caída de una hoja con el viento, los primeros rayos del sol por la mañana, la suave brisa que acaricia nuestro rostro, el maravilloso canto de un pájaro, la sonrisa sincera de un niño, el afectuoso saludo de un amigo, etc.); solo tenemos que prestar atención en medio de nuestra marcha presurosa, para conseguir recordar lo que es la vida, para recordar permanentemente en el espíritu que todavía hay vida, más allá de la tristeza, de las preocupaciones, de los sinsabores de la vida.

Esta semana, recordé la magistral obra de "Don Quijote de la Mancha", ¿quién puede decir que no recuerda al caballero de la agreste figura y su pelea contra los molinos de viento?, ¿o la inigualable amistad entre él y Sancho Panza?, ¿su enternecedor amor por Doña Dulcinea?; ¡¡son tantas las cosas que podemos aprender de estos maravillosos personajes!!.

¿Quién no ha peleado alguna vez contra sus propios molinos de viento?, ¿quién no ha albergado en el corazón un amor tan puro, que por momentos fue tildado de ingenuo, lo busco y lo defendió a cualquier precio?, ¿quién no ha tenido alguna vez en la vida, un fiel escudero?; tal vez nos cueste recordar que todos hemos sido alguna vez Don Quijote, porque le hemos permitido al mundo que nos convenza de que no vale la pena pelear por otra cosa que no sea el materialismo o la superficialidad, le hemos permitido al mundo que nos convenza que la palabra empeñada o una promesa hecha  ya no tienen valor alguno, las malas experiencias nos han llevado a ya no creer en el amor verdadero, o la amistad verdadera, por temor a ser heridos nuevamente, y al final la decepción se ha convertido en la coraza que nos protege, nos hemos  cubierto para que el corazón no sea lastimado, la amargura se ha convertido en la venda que no nos deja ver la belleza de la vida, que todavía existe y que el ser humano ha dejado de ver.
  
A veces uno deja volar la imaginación, y se permite conocer el magnífico mundo de fantasía, donde todo es posible, la vida se ve distinta entonces, uno puede permitirse creer que hay un mundo donde no existen las desigualdades, donde no existen las despedidas, donde definitivamente no existe la enfermedad, no existe la muerte; en definitiva un mundo donde todavía existe el ser humano, capaz de albergar nobles sentimientos, capaz de mantener la honra y de pelear por su libertad, un mundo donde la palabra de un hombre todavía tiene valor, un mundo que ya no vemos más.

El hombre hoy vive la esclavitud, como se experimentó en el pasado, como se narran en tantos libros de historia, y la esclavitud sigue dejando las mismas secuelas de entonces, la diferencia reside en que hoy las cadenas son imperceptibles, se han disfrazado de modernidad y han conseguido ocultarse en una aparente normalidad que ha conseguido doblegar la voluntad de los seres humanos.

Por momentos, como un pequeño destello de luz, Dios nos permite ver con claridad esas cadenas que aprisionan nuestra libertad, y entonces peleamos con los molinos de la ambición desmedida, de la codicia, del placer, de la adicción, de la vanidad, del egoísmo, de la superficialidad, y de tantas otras que podemos nombrar; pero esos momentos de claridad también están acompañados por la mirada incrédula y burlesca de las personas que nos rodean, su propia ignorancia y su temor les convence de que solo se trata de locura, entonces es preciso que nuestro espíritu se fortaleza mucho más, con la fe, porque para poder llegar a ese maravilloso mundo que hoy calificamos de fantástico, es necesario que peleemos, es necesario que recordemos que un día fuimos buenos y nos aferremos a ello con todas nuestras fuerzas; para poder sentirnos vivos nuevamente, para poder despojarnos de esa coraza que todavía llevamos, es necesario que alberguemos esperanza y no la dejemos ir, por fuerte que soplen los vientos....

Hay mucho de realidad en cada historia narrada, y mucho de ficción en cada suceso experimentado, el romper las cadenas que hoy te sujetan, solo depende de ti. ¿Te animas?.

Les dejo con una frase que no aparece en el libro "Don Quijote de la Mancha"; pero que ha sido adjudicada a la obra; por esas cosas que a veces se pierden con el paso de los años, y de las que nadie puede dar una explicación sobre su origen, más no por ello deja de ser muy cierta:

Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando

Que tengan una maravillosa semana. Hasta la próxima.

Fotografía "Automne June" (Ing. Rosario Domínguez)



1 comentario:

  1. Yanka: Solo te digo GENIAL!!!...en serio das ánimo, porque me ha pasado, me pasa y por lo visto me seguirá pasando, que la gente me vea como loca por las cosas que sueño, pienso o hago y en realidad, SI, tienes razón tenemos que ser fuertes y pelear cada día porque es parte del crecimiento y también parte de alimentar en ello nuestro espíritu y evitar que decaiga, al final nadie más que nosotros tiene el poder para matar o dar vida a cada uno de nuestros días y si cada uno es una dura batalla, pararnos como Don Quijote frente a los molinos y luchar con todo por alcanzar nuestras metas y al final del día no dormirnos vencidos sino mas bien como vencedores...gracias por tus palabras ;)

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