domingo, 18 de mayo de 2014

LIBERTAS

Amigos, ¿cómo les va?:
Que bueno estar a las puertas de una nueva semana!!!, todo inicio por pequeño que sea es algo maravilloso, trae implícita la promesa de que nuevas y maravillosas cosas llegarán y con seguridad sucederán!!.
A dejar todo lo malo atrás y estar atentos a todas las bendiciones que con seguridad tocarán a la puerta de nuestras vidas.

Tengo planificadas varias conferencias para esta semana, mientras voy preparando el material que compartiré en cada una de ellas, hay un tema en particular que va rondando en mi mente y lo hace bajo la siguiente pregunta: ¿QUE ES LA LIBERTAD?.

Caminamos tan orgullosos de sentirnos libres que me pregunto si realmente sabemos lo que es la libertad, si estamos conscientes de la enorme dimensión de la libertad y la enorme responsabilidad que conlleva ser libres.

Cómo este tema ocupo mucho mi mente, decidí averiguar qué es realmente la libertad: Facultad de obrar o no obrar, significado recogido del diccionario. Es increíble como a veces para palabras que utilizamos con una facilidad auténtica en nuestro diario vivir, precisamos revisar el diccionario, porque nadie sabe o puede darte el significado real de las palabras, te expresan su propia interpretación de lo que creen que significa y ahí empieza uno a darle nuevos significados a las palabras, olvidamos que ellas tiene su propio significado muy distinto al que nosotros queremos darle en nuestra propia vida.

Facultad de obrar y de no obrar, este significado es enorme, nos da una responsabilidad terrible, porque nos otorga la facultad de decidir lo que haremos o no en la vida, nos otorga la facultad de decidir, pero ¿estamos realmente preparados para discernir lo que debemos hacer?, a nuestros muchos o pocos año, ¿podemos decir que gozamos de la madurez suficiente para poder conducir nuestras vidas de acuerdo a nuestro propio criterio, la responsabilidad y madurez suficientes como para aceptar las consecuencias de cada acto que realizamos?.

Miren nada mas, iniciamos hablando de la libertad y ya utilizamos otras palabras de consideración como responsabilidad y madurez y es que la libertad no esta desligada de ninguna de las dos, pero además a ésta se ciñen dos nuevas palabras más, como lo son la verdad y el amor, porque si no somos capaces de ver la verdad detrás de cada acción que decidimos realizar o de cada cosa a la que le vamos a regalar tiempo de nuestras vidas, ¿cómo podemos decir que estamos siendo verdaderamente responsables?, pero si vamos a seguir hablando de la libertad no podemos dejar de hablar del amor, porque sucede que Dios nos regalo la libertad, nos hizo seres libres de pensamiento y de acción; pero esta libertad tiene como dije mucho que ver con la responsabilidad que de inicio supone un responder sobre cada una de nuestras acciones a quien realmente nos importe y si nuestro libre accionar supone tal cosa; es a cada uno de nosotros a quienes nos debemos una respuesta sobre cada uno de nuestros actos, porque a éstos les mueve el amor que deberíamos tenernos.

Sí, somos realmente libres; pero esta libertad no puede estar sujeta a ningún tipo de influencia del exterior, es decir que seremos además seres capaces de elegir aquello que realmente queremos, aunque todo el mundo diga lo contrario, seremos capaces de expresar lo que pensamos, aunque éstos vayan en contra de aquello que piensa la mayoría y tendremos tanto conocimiento de nosotros mismos que seremos capaces de realizar aquello que estamos conscientes y queremos hacer aunque para los demás se trate de una quimera; pero he aquí lo más importante de sentirse y ser libres: Cada una de nuestras palabras, cada una de nuestras decisiones, cada uno de nuestros actos, no dañará de ninguna manera a ninguna persona, porque somos libres pero no tenemos derecho de afectar negativamente la vida ninguna persona ni siquiera la nuestra.

Entonces nos encontramos con una nueva traba, un nuevo obstáculo, una nueva limitación, porque ser libres no nos exime de tener restricciones y limitaciones; éstas vienen precisamente de nuestro propio autocontrol, de nuestra humildad para reconocer que existen limitaciones morales y que éstas están regidas o están marcadas por un Dios maravilloso al cual debemos nuestra vida; porque solo a la luz de la fe y a ese respeto que tenemos por nuestro creador, sabremos discernir lo que es bueno de lo que es malo, podremos establecer la diferencia entre el bien y el mal, porque ninguno de los dos fue creado por el hombre y por tanto éste no tiene un pleno conocimiento de los mismos lejos de Dios quien es el que va marcando nuestro camino.

Y un orador dijo: Háblanos de la Libertad.
A las puertas de la ciudad y a la lumbre de vuestros hogares os he visto hincados, adorando vuestra propia libertad.
Así como los esclavos se humillan ante un tirano y lo alaban aún cuando los martiriza.
¡Oh sí!. En el jardín del templo y a la sombra de la ciudadela he visto a los más libres de vosotros utilizar su libertad como un yugo y un dogal.
Y mi corazón sangró porque solo seréis libres cuando aún el deseo de la libertad sea un arnés para vosotros.
Y cuando dejéis de hablar de la libertad como una meta y una realización.
Seréis en verdad libres no cuando vuestros días estén libres de cuidado y vuestras noches libres de necesidad y angustia.
Sino, mas bien, cuando la necesidad y la angustia rodeen vuestra vida y, sin embargo, seáis  capaces de elevaros sobre ellas desnudos y sin ataduras ....
... En verdad eso que llamáis libertad es la más peligrosa de vuestras cadenas a pesar de que sus eslabones brillen al sol y deslumbren vuestros corazones. ("El Profeta"; Khalil Gibran).

Que esa maravillosa libertad que Dios puso en tus manos desde el primer momento en que viniste a este mundo, no se revele contra tí, no se trata de hacer lo que uno quiera sin importar nada ni nadie; se trata de respetarse a uno mismo, se trata de saber y conocer muy bien cada cosa que se decida realizar, se trata de mirar esa libertad con la suficiente madurez como para saber que no es actuar por capricho ni llevar la contra a todo el que diga algo distinto, no se trata de esclavizarnos a algún vicio, a alguna persona, a algún sentimiento negativo o destructivo, porque Dios nos hizo dueños y señores de nosotros mismos y si no somos capaces de ejercer un dominio de nosotros mismos, entonces somos esclavos de nuestra mente y nuestros actos, gobernados por una clara ignorancia de lo que significa realmente la libertad. Precisamos ser lo suficientemente humildes para reconocer que solo nos debemos a un único creador y dueño de todo lo que existe sobre este mundo: DIOS, a quien respetamos por sobre nosotros mismos, porque solo él es capaz de indicarnos el camino reconociendo lo que es bueno o malo para nosotros mismos.

La libertad es un regalo, no lo desperdicies dejando que pensamientos negativos o malas acciones te alejen del camino que tienes ante ti; un solo minuto de tus vida no regresa, haz uso de esa maravillosa libertad que te fue dada al nacer, con una mirada de amor a esa vida que tienes y un inmenso respeto por tu creador y por ti mismo.

Que tus días estén llenos de bendiciones!!. Hasta la próxima.




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