domingo, 27 de julio de 2014

ALIMENTANDO LA ESPERANZA

Amigos, ¿cómo les va?:
Miren nada mas, cómo ha terminado ya julio!!!, el tiempo avanza con la una rapidez impresionante y no puedo dejar de pensar en el reloj de nuestros sueños que a cada tic-tac, nos recuerda que la vida esta pasando, entonces aparece la curiosa pregunta en nuestra alma ¿a dónde van todos esos sueños que albergamos una vez y que en definitiva no vimos realizados?....
Una vez les dije que es bueno recordar permanentemente que nuestra vida esta llena de personas, recuerdos y experiencias maravillosas que muchas veces dejamos de ver porque perdemos mucho tiempo pensando precisamente en aquello que no tenemos, en las personas que se fueron y en todo ese cúmulo de malos recuerdos que van tapando uno a uno todo lo bueno que disponemos.

Resulta que este mes en muchos lugares de este maravilloso mundo en el que vivimos, se celebro el día de la amistad. Aunque es muy cierto aquello que se escucha por ahí, que este tipo de celebraciones que ni siquiera figuran en el calendario fueron inventadas por los negocios de tarjeterías para incrementar sus ganancias, bueno pues como siempre alimento la costumbre de ver "el vaso medio lleno" por lo que aprovechar épocas como esta para recordar a esos viejos amigos me parece una oportunidad maravillosa para resaltar la presencia de esas personitas a las que queremos mucho y a las que contamos como parte de la familia que la vida nos da.
Haciendo entonces uso de esta maravillosa costumbre yo si aproveche de hacer un espacio en mi agenda y me reuní con todos mis amigos, para hablar un poco de la vida, y pasar un buen momento.

Y dicho esto, vamos directo al tema que quiero compartir con ustedes esta semana. Hace un tiempo atrás como parte del fragmento de una precioso lectura que llegó a mis manos, se quedó grabada en mi mente la siguiente pregunta: ¿Qué se hace con todos esos momentos de felicidad que nos debe la esperanza?...

Entonces pensé "realmente que se hace con toda esa felicidad que esperamos que llegue un día y ésta no llega nunca", parece ser una pregunta muy triste, parece recordarnos de golpe todos esos momentos en que tuvimos que ponernos de pie y mirar hacia adelante, a un futuro que en definitiva desconocemos y en el cual hemos depositado toda nuestra esperanza....

¿Qué se hace con todos esos momentos que nos debe la esperanza?, esta pregunta, lleva implícita una profunda tristeza, un desazón por todo aquello que no tuvimos cuando más las esperábamos; entonces me di cuenta que esta pregunta solo tiene sentido cuando llevamos una carga muy pesada, cuando nuestro equipaje se ha llenado de todo aquello que esperamos un día y que se ha traducido en fracasos, en decepciones, en despedidas, en frustraciones por mencionar algunos de los pesos que cargamos gratuitamente y que nos pasan la factura cuando ya no somos capaces de seguir adelante y mucho menos de seguir alimentando la esperanza.

Somos seres de luz cuando somos capaces de llevar luz (alegría, paz, bienestar, compañía, amor, esperanza) que ilumine la oscuridad en la que se encuentran sumidas muchas personas, pero una nueva pregunta surge aquí ¿somos capaces de generar esa luz en nosotros mismos?, sucede que dar respuesta  a esta pregunta lleva implícita la respuesta de la primera.
Sucede que ese pesado equipaje que hemos venido cargando todo el camino al que además fuimos llenando con nuevos elementos ya no nos deja caminar, es tanto el cansancio que no nos queda otro remedio que detenernos a esperar que pase alguien para que nos ayude, pero cuanta desilusión aparece en nuestro corazón porque todos lo que aparecen están lejos de ayudarnos y es que ellos llevan su propio equipaje.

¿Qué podemos hacer?, no tenemos más remedio que empezar a soltar peso, a dejar atrás algunos elementos de ese equipaje a los cuales nos aferramos hasta que simplemente ya no pudimos más. Vaciar esa maleta no es sencillo, porque no solo damos un nuevo vistazo a nuestro pasado, sino que además sentimos en el corazón un nuevo dolor de tantos recuerdos tristes que cargábamos, de tantas relaciones que a fuerza de no dejarlas en el camino las cargamos como testigos mudos de personajes ausentes por completo en nuestras vidas, de tantos rencores a los que nos aferramos a fuerza de no perdonar, de tantas lágrimas que guardamos por todos aquellos a los que tuvimos que despedir un día con la esperanza de que esa tristeza los mantenga todavía vivos en nuestros recuerdos....

No nos fue posible seguir así, la vida nos ha detenido de golpe porque el alma esta llena de amarguras, porque nunca pudimos despedirnos de aquellos que nos esperan en la vida eterna, porque esos malos recuerdos hoy no nos llevan a ningún lado más que a la depresión, porque nos aferramos con tanta firmeza al dolor, la decepción, el desengaño que pudimos ver que es posible seguir el camino con un equipaje más ligero; que necesitamos llenarlo de perdón, de sonrisas, de alegría, de optimismo, de todos esos buenos recuerdos que se encontraban en el fondo de la valija y que habíamos olvidado pero que en definitiva son los que debemos conservar porque no llevan ningún peso que detenga nuestro camino, por el contrario son el alimento del alma, a donde regresaremos una y otra vez para recordar que vale la pena seguir.

Cuando finalmente hayamos podido dejar atrás todo el peso del alma, comprenderemos que la esperanza no nos debe ningún momento de felicidad porque todos esos momentos están guardados en ese "pequeño baúl" que cargamos ahora, porque la esperanza nos llevó a nuevos y mejores momentos que aquellos que pudimos imaginar un día, porque si no hubiéramos alimentado esa esperanza nunca hubiésemos podido distinguir los momentos felices de entre todos los momentos tristes que dejamos en el camino, nunca habríamos podido volver a sonreír recordando los momentos felices que llegaron porque esperamos un futuro que no conocíamos pero que nuestro corazón anhelaba cada vez que nos iba mal.....

No, la esperanza no nos debe momentos felices porque gracias a ella nuestro espíritu halló la fuerza para poder seguir, para poder llegar a esa siguiente experiencia que nos tenía reservada Dios y que lleno de alegría nuestro corazón.... porque si no habríamos alimentado la esperanza no habríamos podido llegar a ese futuro con el que soñamos un día.....

Que esta nueva semana llene sus corazones de esperanza!!. Hasta la próxima.






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