domingo, 17 de agosto de 2014

¿CUAL ES TU NATURALEZA?

Amigos, ¿cómo les va?:
Pasan los días, pasan las semanas y la vida sigue. Se viven tiempos de transición y aunque la expresión puede encerrar muchos significados, esta vez el principal tiene que ser el tiempo que va cambiando, se va sintiendo más calor, se va sintiendo más frío, se instala la lluvia, se instala el viento; como la vida misma que va pasando y con ella ya se llevo un valioso tiempo, que el resto que sigue, vayan a ser muchos años o solo unos días, nuestro corazón sea capaz también de atravesar la lluvia, de sentir mas calor, de dejarse llevar con el viento, de sentir todo lo que sucede, pero sobre todo que no deje de sentir amor, porque éste es el motor que da vida.....

Existe una historia muy antigua y que hoy traigo nuevamente a colación y es que creo que para el tema del cual quiero escribir hoy, sirve perfectamente. ¿Ustedes escucharon hablar de la historia del alacrán y la ranita?, con seguridad que si, sin embargo leerla una vez más nos puede ser de mucha utilidad:

Había un alacrán que debía cruzar un río, pero como los arácnidos no saben nadar, se le acercó a una rana y le propuso: "Tú que sabes nadar muy bien, ¿Me puedes llevar al otro lado? El batracio lo miró con recelo. ¡Jamás! Los alacranes pican a las ranas, no me voy a exponer a un peligro letal . El alacrán argumento:¿Cómo crees que te voy a picar en medio del río? si fuera así, tú morirías y yo también porque no sé nadar. Prometo no lastimarte y estar eternamente agradecido. 

Después de meditarlo un poco, la rana aceptó la petición del alacrán permitiéndole subir a su espalda mientras avanzaba por el agua. Pero exactamente a la mitad del trayecto, sintió un piquete en el cuello y gritó: ¿Qué has hecho? ¡Me picaste, ahora los dos moriremos! Él tranquilamente le contestó: Yo soy un alacrán, y esto es lo que hacen los de mi especie, pican a las ranas".

¿Qué les pareció la historia?, se han escrito muchas historias con ranitas ¿verdad?, bueno; a seguir con lo propuesto para esta semana.

Sucede que en nuestro paso por este mundo y por la vida de muchas personas, vamos dejando huella, más o menos profunda; pero en definitiva nuestro paso por este mundo es en absoluto insignificante, al menos para una persona, ha sido una experiencia inolvidable; pero esta palabra "inolvidable", no siempre va de la mano del concepto de bueno o maravilloso, a veces también puede hacerse uno inolvidable por alguna amarga experiencia de la cual habremos sido en gran medida culpables.

El alacrán de nuestra historia reconoce con absoluta claridad cuál es su naturaleza; ésta mis queridos amigos, sin importar las circunstancias que uno viva, no cambia; las personas venimos con determinadas cualidades y determinados defectos, así como nuestra naturaleza misma.

A este respecto, y en un mundo lleno de futilidades, sobresale la necesidad de saber ¿cuál es nuestra naturaleza?, ¿cuál es la definición que damos de nosotros mismos?; el que seamos capaces de reconocer con acierto la clase de personas que somos, no nos vuelve ni mejores ni peores de los demás, simplemente nos muestra muy humanos.

Esta capacidad a primera vista "inteligente" de saber con claridad cuál es nuestra naturaleza, de poder sar respuesta no solo con palabras sino también con hechos la clase de personas que somos; nos otorga el derecho de actuar en conformidad con aquello que decimos ser y por ende nos devuelve la dignidad de apreciar nuestros actos tal cual somos, sin pretender fingir algo, sencillamente actuamos en conformidad con aquello que pensamos.

Las vueltas de este mundo, nos han confundido tanto, que muchas veces decimos ser determinadas personas, sin darnos cuenta que son nuestros actos quienes verdaderamente dan cuenta de "quienes" somos. No por leer palabras y mensajes maravillosos de un libro y repetirlos hasta el cansancio, podremos dar vuelta a nuestra naturaleza y es que ni siquiera las circunstancias más adversas podrán hacer que seamos quienes no somos, aunque lo gritemos en voz fuerte, a la larga siempre nuestros actos terminarán delatándonos.

La historia refleja a la perfección el mensaje que quiero compartir con ustedes esta semana, uno puede ser de las personas que arriesga cosas muy importantes en pro de ayudar a los demás y no pasarse indiferente ante la necesidad de los demás como en el caso de esta preciosa ranita que después de pensar mucho decidió ayudar al alacrán a pesar de saber que podía matarla. 

La naturaleza de la ranita era el servicio y no tenía más que cumplir con su "forma de ser" y por otro lado vemos a este alacrán desfachatado que comprende en una primera instancia que precisa de la ayuda de la ranita para poder llegar al otro lado del río y es tanto su querer que no duda ni un segundo para convencer a la ranita de que lo cargue, pero su naturaleza termina traicionándolo y aunque sus palabras dijeron una cosa, sus actitudes terminaron por matar a la ranita para luego ahogarse a la mitad del río.

Si nosotros caminamos por la vida, desconociendo realmente de lo que somos capaces de hacer, perderemos la oportunidad de llevar adelante un trabajo que nos otorgue satisfacción, si no somos capaces de definir con exactitud la clase de personas que somos, pensaremos que podemos mimetizarnos entre los demás de acuerdo a las circunstancias, dañando a quienes están cerca e incluso a nosotros mismos.

Se dice siempre que tiene mucho más rédito dar que recibir; ¿pero como sabremos lo que somos capaces de dar si no sabemos quienes somos o lo que somos capaces de hacer?, si caminamos por ahí repitiendo los maravillosos mensajes que en un momento llegaron a nuestro corazón, desconociendo lo que somos capaces de hacer; conseguiremos estar rodeados de muchas o pocas personas a las cuales no podremos enriquecer en ninguna forma y de las cuales no conseguiremos aprender nada, no valoraremos la importancia de sus presencias porque simplemente no nos identificaremos con ninguna de ellas.

Probablemente conseguiremos engañarlas con palabras altisonantes de mucha racionalidad pero a la larga solo estaremos jugando con ellas, solo estaremos buscando nuestro propio beneficio, pero una vez más ¿cómo saber cuál es ese beneficio si no sabemos quienes somos?.

Cuando podamos dar respuesta a esta simple pero no menos importante pregunta, empezaremos a descubrir que este mundo tiene mucho por ofrecer, empezando de un nuevo trabajo que nos satisfaga plenamente, de una familia a la que querremos enormemente y unos amigos invaluables, porque conoceremos la importancia de cifrar nuestras relaciones humanas en la afinidad de aquellos que gustan y disfrutan de las mismas cosas que uno.

No será necesario que ningún libro, ninguna persona, nadie pueda decirnos como debemos vivir la vida, porque conoceremos tanto de lo que somos y no somos capaces que no precisaremos buscar mayores faros en la vida que no sea a Dios, porque en el silencio y en la soledad que sobreviene a una ruptura, a una pérdida de trabajo, a una traición nuestro Dios nos presentó con nosotros mismos y ciertamente seremos una nueva persona, quizá muy distinta a la de antes.......

Quizá nuestro corazón sienta pena por aquellos a los que dejamos atrás que se acercaron a nosotros con la única intención de ayudarnos y a los que lastimamos de maneras que tal vez nunca alcancemos a comprender pero incluso en ese momento reconoceremos que no se trata de caminar por el mundo tratando de encajarnos en un disfraz.....

Tal vez nosotros también sentimos la necesidad de llegar al otro lado del río y encontramos una ranita que a pesar de sospechar que saldría lastimada nos brindo una mano, lo que estábamos lejos de saber es que sería una persona distinta; ni mejor ni peor; simplemente distinta la que llegaría al otro lado del río porque era mucho más importante saber ¿cuál era nuestra naturaleza? antes de seguir y aunque en el mundo hayan muchos alacranes y muchas ranitas, Dios se ocupa de cada uno de ellos para presentarlos consigo mismos en el primer caso y para sanar sus heridas en el segundo porque en este mundo tan vertiginoso en el que parecería nada tener lógica, nuestro corazón todavía se mueve con una sola lógica: LA LOGICA DEL AMOR..... solo hace falta saber ¿quiénes somos realmente?.

Que este tiempo nuevo, sea para tí un tiempo de mucha paz. Les dejo con un precioso video que ilustra el poema "La gente que me gusta" de Mario Benedetti.

Hasta la próxima.










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