domingo, 24 de agosto de 2014

UN CORAZON QUE SABE AMAR

Amigos, ¿cómo les va?:
Que fortuna poder reunirnos una vez más en este precioso día!!!, las páginas de nuestra historia han volado con el viento del tiempo y hoy nos vemos con nuevas páginas en blanco por llenar...
Precisamente por eso es la vida tan maravillosa porque cada nuevo día nos da la oportunidad de escribir nuestras historias, de modificar lo que haya que cambiar y de continuar con aquello que nos hace bien y en definitiva de seguir llevando felicidad a todo aquel que cruza nuestro camino.

Llevo pensando desde hace mucho en aquellos que han sufrido grandes despedidas y por despedidas no me refiero solo al fallecimiento, el alejamiento de las personas también se convierte en grandes despedidas para el alma de aquel que ha querido mucho.
Conversaba con una persona que se encuentra en duelo por el fallecimiento de su padre; ésta me expresaba que no hay mayor tristeza que el tener que despedir repentinamente, cuando ni siquiera lo habíamos imaginado, no pude evitar darle completamente la razón, aunque se suele decir que la convalecencia de una persona facilita un poco la despedida considero muy particularmente que no es así, pero el sufrimiento que conlleva una larga enfermedad a veces hace que uno acepte con más resignación.

Sea por fallecimiento, sea por distanciamiento o por ruptura; es inevitable que el alma sufra, el tiempo de duelo es necesario para que el alma pueda limpiar los vestigios de tristeza que conlleva el recuerdo de ese ser querido que hoy ya no esta más. Pero existe una despedida muy diferente cuando ha sido uno mismo el que ha decidido alejarse de un ser amado, cuando por voluntad propia ha establecido una distancia que con el tiempo se hace un abismo.

Existe una canción que lleva por título "Tengo" interpretada por Macaco; que dice en una de sus estrofas: 

Y no es más rico el que mas lleva, sino el que algo tiene y lo conserva; sin enfriarlo, sin olvidarlo en un cajón.

Pienso que para las personas que han tenido la dicha de haber amado, por muy larga o muy corta que haya sido la presencia de ese ser amado en sus vidas, haya sido la que haya sido la razón por la cual se vieron obligados a despedirlos, han sido muy afortunados, porque el corazón quiere a pesar de todo, a pesar de saber que corre el riesgo de sufrir por la perdida de un ser querido.
Para quienes han amado mucho y han pasado por la dolora experiencia de tener que dejar ir, de almacenar cada recuerdo como algo muy valioso, decirles nada más que han sido muy afortunados porque su corazón es capaz de amar a pesar de todo, y esto lleva consigo la promesa de que tarde o temprano lo volverán a hacer.

Sin embargo es incomprensible, que algunas personas que tienen gente a su alrededor que los quiere, desmerezcan el cariño y lo abandonen por propia voluntad como si se tratar de un juguete que ya no divierte más.
Si ustedes mis queridos amigos, han tenido el infortunio de conocer personas con ese corazón incapaz de amar; decirles nada más que no sientan tristeza por ustedes, siéntanlo por ésas personas porque no saben lo que es el amor, porque solo conocen el egoísmo y el camino corto de la conveniencia.

Quien guarda en su corazón el recuerdo de un ser amado; guarda para si mismo la certeza de que sabe lo que es el amor; de que sabe lo que es el sufrimiento pero por encima de todo sabe que bien merece como precio ese sufrimiento la magnifica experiencia del amor.

Quien no es capaz de ver con claridad que su vida ha sido bendecida con la llegada de una persona que ha entregado su tiempo y su afecto sin pedir nada a cambio, no merece una sola lágrima porque le  aguarda un largo recorrido de lágrimas, pues aunque tarde llega el arrepentimiento...

Pasar por largas y dolorosas despedidas, conlleva el acostumbrado tiempo de "duelo" y aunque en el día a día de  ese periodo uno no alcanza a darse cuenta, al término definitivamente llega una nueva persona.
La experiencia de la despedida ha sido tan amarga que el alma empieza a declinar como si estuviera muriendo y es que evidentemente una parte muy importante de ella lo esta haciendo para dar lugar a una nueva persona, mucho más fuerte, mucho más viva; porque conoció lo que es la muerte en todo la dimensión del dolor y pudo salir a flote.

Esta persona nueva conoce la tristeza y por eso valora más la alegría, conoce la muerte y por eso valora mucho más la vida, conoce la ausencia y por eso insiste en llenar su vida de presencias y ser ella misma una presencia viva para los demás.

Esta persona que ha sido capaz de sobrevivir a la ausencia de alguien mira la vida con mas detenimiento; sabe que su corazón es capaz de amar mucho más y alimenta la esperanza de llenar ese vacío que ha quedado con la llegada de un nuevo ser querido, tiene la seguridad de que así será porque Dios lo ha bendecido muchas veces con muchos seres queridos y esta vez no será diferente.

Hay que valorar las cosas que llegan a nuestras vidas sin que uno las haya pedido o las haya buscado porque es Dios quien va llenando ese vacío que a veces parecemos sentir, con inmensos regalos que brotan de su amor infinito para con nosotros.

Les invito a que a partir de hoy empiecen a distinguir aquellas cosas con las cuales su corazón se sorprendió gratamente y por las cuales no tuvieron que pagar precio alguno, no tuvieron que buscarlas con mucho esfuerzo y menos aún no tuvieron que envilecer su alma para obtenerlas.
Cuando finalmente hayan podido encontrar esos tesoros escondidos en la rutina de la vida y el paso rápido del tiempo, se darán cuenta que en verdad son más ricos y más bendecidos que aquellos a los cuales no les importó dejar atrás a quienes les dieron su cariño por un poco de esa superficialidad que abunda en este mundo.

Recuerden que sus actos gritan más fuerte lo que son que sus propias palabras, respeten a quienes sufren por haber amado y sientan tristeza por aquellos que se rodean de fama, de dinero, de falsos "trabajos" que no dudaron por dejar en el camino a quienes tuvieron el infortunio de amarlos. Para ellos toda la tristeza y la comprensión porque sus espíritus están enfermos, sus ojos no ven y sus corazones no son capaces de amar... Que enfermedad más terrible la que no te deja ver que has sido enormemente bendecido!!!!.

Que esta semana puedan ver con los ojos del alma, todas las bendiciones que tienen!!. Hasta la próxima.



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