domingo, 4 de enero de 2015

EL AMOR QUE GUIA NUESTRAS VIDAS

Amigos, feliz semana:
El 2015 ha iniciado, de él ya conocimos los primeros 4 días y yo todavía me quedo pensando en las 361 oportunidades que nos quedan por delante. La mirada de este nuevo año para mí, es una mirada de gratitud a Dios por muchas razones y una de ellas es que me permita seguir reencontrándome con ustedes en este espacio.
¿Cómo han pasado el año nuevo?, imagino que un cúmulo de pensamientos y buenos deseos habrán pasado por sus mentes, espero en Dios que puedan ver materializados todos sus proyectos pero sobre todo que este año no les falte el amor y un poco de soledad también para que puedan revisar  o reafirmar lo que lo que haga falta. 

Escritora y amante de la buena lectura siempre trato de tener libros cuya lectura me llamen a reflexionar y por que no a pasear por mundos inexistentes como aquellos que te presenta una buena novela, mi elección de películas no anda muy alejada de éste propósito pues considero que a veces la mente necesita de esos pequeños refugios en los cuales no pensemos en nuestros asuntos.

Desde esta perspectiva, hoy quiero hablarles sobre el amor, pero a la vez quiero compartir con ustedes una fiesta muy esperada, la de los reyes magos; menuda tarea la que tengo por delante por lo que tratare de expresarles lo mejor que este a mi alcance estas dos cosas que a simple vista parecen temas tan distintos. Para ello utilizaré una frase que motivo en cierta medida mi inquietud para esta semana:

"El verdadero amor no se reduce a lo físico o a lo romántico; el verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya nunca podrá ser".

¿Qué les parece?, indudablemente a la luz de estas maravillosas y ciertas palabras podemos descubrir lo que es el amor, el mismo que se traduce en la aceptación de la otra persona o en algún punto de nosotros mismos;  tal cual es, tal cual somos; sin fingir efectos o formas de ser que no tienen mucho que ver con quien se es o con quienes somos.

Y es aquí donde tengo la posibilidad de introducir a esos queridos personajes de la biblia; Los Reyes Magos, aquellos a quienes la ciencia, su conocimiento o su posición no les evitó ver esa estrella que brillaba fulgurante en el firmamento y seguir su paso sintiendo en el corazón un inmenso amor que crecía con la proximidad de su destino.

El amor nos va mostrando señales, no somos seres hechos solo de materia, de hecho buena parte de este ser que somos cada uno de nosotros se desarrolla en un mundo cuyas señales solo es posible reconocerlas en el mundo espiritual gracias a que creemos en el amor y en ese mágico lugar en el cual reside: Nuestro corazón.

Es bueno acumular conocimiento, pero éste ha de ser solo un instrumento como en el caso de los reyes magos que nos ayude a descifrar aquello que debemos ver, aquello para lo cual hemos sido llamados, las señales aparecen de muchas maneras, muchas veces en forma de estrellas que debemos seguir.

El amor es capaz de mover todos los obstáculos pero mucho más importante aún, solo el amor esta llamado a llenar de felicidad nuestra vida, nuestro corazón y nuestro espíritu el cual se llenara de júbilo y de paz al igual que esos tres reyes magos cuando vieron por primera vez a ese pequeño en aquel pesebre, a quien le ofrecieron regalos dignos de un rey.

¿Qué hubiera pasado si los tres reyes magos dudaban de lo que sentían en sus corazones?, ¿qué hubiera pasado si ellos terminaban por creer a la razón y daban la espalda para seguir su camino por otro sendero?. Se ha dicho muchas veces que la fe es lo más importante, de hecho es la llave que abre nuestros ojos a ese mundo que nuestro espíritu conoce y que en buena medida habíamos descuidado por tener nuestra mirada puesta en las falsas "estrellas" que brillan en este mundo.

Para tener una fe bien cimentada hace falta creer; como lo hicieron esos reyes magos que no dudaron y llegaron a su destino, uno en el que ellos sintieron un gozo en el corazón que apenas si se puede describir porque pertenece a las almas grandes que han dejado que sea su creador quien conduzca su destino.

Nuestra vida no se desarrolla en este mundo que nada tiene que ofrecernos, porque esta lleno de falsedades, de egoísmos, de ambiciones y pasiones desenfrenadas.
Cuánta rienda suelta le hemos dado a las pasiones que hoy no conocemos el amor tal cual es, parece que el amor se ha vuelto cosa de unos cantos locos, ¿quién podría creer que hoy en día es mejor esperar por la persona correcta en lugar de salir a buscarla por donde sea que vayamos?.

Existe un espacio, que se desarrolla entre este mundo y el mundo espiritual en el que el alma habla su propio lenguaje, nos comunica cosas permanentemente, ella suele susurrarnos al oído cuando hemos apreciado una preciosa puesta de sol, cuando hemos sentido que el viento golpea nuestro rostro y el alma por unos segundos parece volar libre, en ese vuelo solemos ver aquello que realmente debemos hacer pero es tan poco el tiempo en el que le permitimos al corazón contactar con ese lenguaje del alma que nos cuesta creer que todo es posible y mucho más si ciframos nuestras vidas en las manos de Dios.

Nuestro corazón indudablemente le infunde vida a nuestro cuerpo, pero es gracias a ese espíritu que nos sentimos vivos. No es una casualidad que veamos parejas que con solo verlas sabemos que nacieron para estar juntos y ese "estar juntos" no se traduce en acaparar el tiempo del otro porque esa es una clara muestra de inseguridad, ese "estar juntos" es acompañar a la otra persona en su propio camino sin dejar de seguir el nuestro.

Todos estamos llamados a la búsqueda del amor, como lo estuvieron los reyes magos a la hora de seguir su estrella, menuda satisfacción tuvieron ellos cuando ese camino les llevo a conocer al rey de reyes, ¡qué premio tan magnífico les tenía deparado nuestro Señor, por haberse dejado guiar de esa maravillosa fe que nacía en sus corazones y haber aceptado incuestionablemente cada una de las señales que aparecían en su camino!.

El amor es un poco ese camino, de incertidumbre, de exigencia, de fe, de creer que no es una locura seguir lo que dicta nuestro corazón, pero al igual que los reyes magos vaya que vale la pena dejarse guiar por nuestro Señor, aceptando su voluntad por encima de la nuestra sabiendo que el amor tiene muchas dimensiones y que no se reduce solo a esa unión entre dos personas, que muchas veces ese amor tiene que ser presentado primero a nosotros mismos para que podamos disfrutar a plenitud de esta vida que tenemos y sobre todo de quienes somos realmente, sabiendo que tal vez nos hubiera gustado que nuestro aspecto físico sea diferente pero que en definitiva somos criaturas perfectas, sabiendo que no somos criaturas llenas de virtudes como tampoco estamos llenas de defectos, somos al final una perfecta combinación de ambos que hacen de nosotros quienes somos. 
Finalmente pero no menos importante, el amor que sentimos por nosotros mismos nos hace personas que caminan por la vida a paso firme porque solo quien sabe lo que es el amor, se ama y se siente amado puede caminar por los senderos de esta vida con una seguridad que muy pocos pueden gozar.

Ya para despedirme, les dejo con este precioso extracto de la película "El curioso caso de Bejamín Button". Bienvenidos al 2015, el viaje ha comenzado!!!. hasta la próxima.

"Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado pronto para ser quien quieres ser. 
No hay límite en el tiempo. Empieza cuando quieras. 
Puedes cambiar o no hacerlo. No hay normas al respecto. 
De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa. Espero que tú saques la positiva. 
Espero que veas cosas que te sorprendan. 
Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. 
Espero que conozcas a personas con otro punto de vista.
Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo."

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