domingo, 5 de julio de 2015

CONTAR CON LA GRACIA....NADA MAS ESO

Amigos, Bienvenidos!!:
¿Cómo les va?, sea que este haciendo mucho frío o mucho calor; lo cierto es que estamos vivos y que maravillosa es la experiencia de estarlo, de poder disfrutar cada risa, cada lágrima, cada batalla (grande o pequeña), nuestro corazón parece ensancharse  al solo recordar cada momento feliz, cada palabra de aliento, cada logro obtenido, en fin cada día feliz que atesoramos en nuestros recuerdos.
Julio se nos pasa así, lleno de momentos inolvidables pero a tener mucho cuidado porque el año se nos esta pasando así de rápido; que no llegue otro fin de año sin que hayamos obtenido lo que tanto ansiamos.

Me encuentro leyendo un libro maravilloso que habla sobre la forma en la que debemos encarar nuestra vida, sobre descansar confiadamente en la gracia de Dios y dejar que sea él quien conduzca verdaderamente los hilos de nuestra vida.
Esto ha hecho que yo piense no solo en mi propia experiencia sino en la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez: Si todo se lo dejo a Dios y trato de enfrentar cada adversidad con fe, ¿por qué no veo que Dios escuche mis oraciones?.

Y es que casi siempre nos dirigimos a Dios para expresarle alguna necesidad en particular (nuestra o la de algún ser querido), pero es inevitable que nuestra fe decaiga y nos llene la frustración cuando no vemos que una determinada situación llegue a un buen final.

Lo que me gusto mucho de esta lectura que les  relato es que hace que pongamos nuestros pies sobre la tierra, no porque creer en Dios sea cosa de algunos soñadores, sino porque muchas veces no reparamos en que la respuesta a esa pregunta reside mucho más cerca de lo que creemos.

¿Cuántas veces hemos repasado la pasión de Cristo?, seguro infinidad de veces, especialmente cuando llega semana santa; yo personalmente vi en mas de una ocasión la película La Pasión de Cristo, pero no fue sino hasta que leí sobre la gracia de Dios que comprendí lo que muchas veces me pregunté en la vida.

Durante la pasión y muerte de Jesús vemos muchos pasajes dolorosos; la oración en el huerto, los latigazos con que flagelan su cuerpo, la subida al Golgota hasta la crucifixión misma y en cada uno de esos momentos Jesús demostró una fe inquebrantable, pero no fue sino hasta después de su muerte que vio la gracia de Dios.

¿Que nos quiere decir esto?, simplemente que los tiempos los maneja solo Dios, que muchas veces podemos tener muchísima fe pero si no creemos no servirá de mucho, realmente la fe sin la creencia no sirve de nada. 
Esto nos dice que Dios maneja sus propios tiempos y que a nosotros solo nos corresponde confiar, que no hay nada que nosotros podamos hacer pero que indiscutiblemente Dios nos da la fe para que seamos capaces de resistir lo que haya que venir, porque nosotros solo somos parte de una obra mucho mayor a la que podamos siquiera imaginar.

Es realmente por la fe que nosotros somos capaces de resistir, es por nuestra creencia que esperamos en Dios que pase lo que le pedimos y es por la gracia de Dios que recibimos aquello que le pedimos.

En todos estos casos no intervenimos de forma alguna, de ahí que se hace tan importante confiar en Dios, que precisamos y debemos comprender que es por la gracia de Dios que nosotros recibimos aquello que necesitamos, no es por nada que podríamos hacer o decir, reitero esto porque muchas veces rezamos si, pero al terminar nos decimos ¿qué hago?, lo cierto es que si le estamos confiando a Dios nuestras preocupaciones, nuestras aflicciones; entonces no nos sentiremos frustrados cuando veamos que no hemos podido hacer nada al respecto, pues realmente ya lo hemos hecho, solo que nuestra falta de confianza nos dice que aún hay algo por hacer y en ese "tratar de hacer algo" desgastamos nuestra fe y nuestro espíritu.

Recuerden que la fe no es una cosa de "conveniencia", no se trata de pronunciar unas cuantas oraciones y actuar de un modo totalmente contrario a la voluntad de Dios, por el simple hecho de que en este mundo "conviene" mucho más actuar de forma diferente.

Somos libres de acción, de pensamiento y de palabra, sea cual sea el camino que vayamos  a elegir; caminemos por él con firmeza, uno no puede servir a dos amos, como dice la expresión común, pero si vamos a elegir el camino de Dios sepamos que no será un camino sencillo porque demandará de nuestra parte mucho y la mayor parte de ese esfuerzo se realizará en el plano espiritual, por lo tanto es necesario que comprendamos que las cosas del espíritu nada tienen que ver con las cosas de este mundo.

El camino de Dios demanda mucha fe, demanda creer en Dios y confiar en él. ¿Realmente estamos dispuestos a seguir ese camino?.

Que esta semana este llena de bendiciones para ti. Hasta la próxima.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.