domingo, 26 de julio de 2015

UNO NO PUEDE SERVIR A DOS AMOS

Amigos, Bienvenidos!!:
¿Cómo están?, que semana afortunada la que ha pasado, espero que para todos ustedes haya dejado la misma impresión, julio también se despide y particularmente encuentro que cada uno de sus días ha llegado con la bendición de Dios.

Hoy mientras platicaba con algunas amistades; vaya forma interesante a veces, es esta de pasar un tiempo conversando y compartiendo puntos de vista con otras personas; el tema que hoy mantuvo gran parte de mi interés es hasta que punto la humanidad ha entrado en el juego de "negociar" con Dios.

Tema, como verán mis queridos amigos por demás interesante; especialmente cuando tenemos en cuenta que hay muchas personas que se dedican a transgredir el bienestar de propios y ajenos, llevando una vida más cercana a la oscuridad que a la luz. Téngase en cuenta que por transgredir no me refiero solamente al daño físico o material, me refiero también al daño espiritual.

En la historia de San Agustin, fue precisamente su madre Santa Mónica la que permanentemente oró por la conversión de su hijo, pues la vida que llevaba éste causaba hondo pesar en su madre y no fue sino hasta después de su muerte que San Agustín se convirtió, podríamos pensar que el ejemplo de Santa Mónica es otra muestra de la gracia de Dios que se presenta aún después de la muerte, de ahí que cuando uno reza para alguien querido, debe hacerlo sin desanimarse aún si uno no llega a ver lo que ha pedido, Dios maneja sus propios tiempos pero eso no necesariamente quiere decir que no escuche nuestras oraciones.

Ahora bien, regresando al tema que nos ocupa; muchas veces, uno sufre por el modo en el que determinada persona esta viviendo, pero realmente no hay mayor sufrimiento que el que  uno mismo se infringe; seguir a Dios cuando uno realmente lo ha decidido con una convicción que nace del espíritu no es tarea fácil porque significa en muchas formas alejarse de prácticas comunes en este mundo (corrupción, mentira, etc.) que indudablemente llevan con cierta rapidez a un logro mayor y al tan mentado y buscado "éxito".

Pero aquí es donde surge la pregunta por demás necesaria: ¿Sigo a Dios si con mis actos atento contra el bienestar de otro ser humano?, la respuesta a esta pregunta a una simple inspección parece ser tan sencilla pero en los hechos constituye una análisis amplio.

Haciendo uso de un ejemplo podríamos preguntarnos: Una persona que miente permanentemente y con esas mentiras atenta contra otra persona pero que asiste a misa diaria y ayuda a muchas personas gracias a sus mentiras ¿esta siguiendo el camino de Dios?.

A la luz de este ejemplo nos parecería también que la respuesta es bastante obvia pero realmente es mucho más complejo de lo que parece; lo cierto es que Juez solo Dios; pero una persona que ha elegido el camino de Dios con una convicción espiritual, con un alto compromiso y sobre todo con una fe sincera sabe que seguir a Dios significa tomar el camino de la honestidad (aún cuando se vive en un mundo donde la honestidad casi ha desaparecido), significa estar dispuestos a decir siempre la verdad pase lo pase; significa vivir con lo necesario, significa ayudar a los demás, significa mucho más.

Ese seguir a Dios no implica ser "tibios", "hipócritas", o como se dice comúnmente "doble discurso" pues el seguir eligiendo un camino alejado de Dios pero nombrarlo permanentemente no muestra en absoluto un compromiso con Dios, pues éste definitivamente nos otorga el perdón pero debe ser uno el que este dispuesto de corazón a  no cometer el mismo error.

Hoy son muchas las personas que engañan, que lastiman, que mienten, que se enriquecen ilícitamente que ponen misas a los santos, que hacen muchas obras de "bien social", cuando Dios solo espera que cada una de sus vidas sean la muestra de Dios en esta tierra..... Uno no puede servir a dos amos.

Tengan en cuenta esto, pues seguir a Dios no significa que uno no vaya a conocer las cosas buenas y lindas de la vida, significa que requerirá mucho más esfuerzo, que será necesario mucho trabajo espiritual para poder apreciar las cosas buenas de la vida, recuerden que el daño no se lo están haciendo a otras personas, se lo están haciendo a ustedes mismos pues tengan la seguridad de que Dios se ocupa de esas "otras personas" como de ustedes mismos pero nosotros ¿qué estamos haciendo por el?.

Que tengas una semana plena!!. Hasta la próxima.






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