lunes, 26 de octubre de 2015

VALORAR LO VALIOSO

Amigos, Bienvenidos!!!:
¿Cómo les va?, Con las disculpas consiguientes por no haber podido escribir como ya es lo acostumbrado, hoy regreso con la gracia de Dios, nos encontramos a unos días de despedir Octubre; lo curioso del tiempo es que siempre nos ofrece nuevas oportunidades, nuevos días llegan como la mayor invitación de sanar heridas, de reconciliarnos con nuestros seres queridos, de acortar distancias, de posibilitar reencuentros en fin son tantas las posibilidades de festejar la vida!!, pocos días nos separan para dar la bienvenida al penúltimo mes del año así que la propuesta de esta semana, es recargar de fuerzas nuestro espíritu, remontar la vida y seguir.

Es curioso la fiesta de Todos Santos todavía no ha pasado pero algunas tiendas empiezan a exhibir en sus vitrinas adornos navideños.
La navidad es una de mis fiestas favoritas y realmente quisiera creer que la motivación de los dueños de estas tiendas es que les guste tanto la navidad que no pueden esperar, pero ciertamente sé que la mayor motivación que tienen es el dinero y es que tristemente la navidad; por esa vieja costumbre que uno tiene de entregar regalos, se ha convertido en la fiesta más comercial del año..... Qué extraña costumbre la del ser humano de regalar cosas materiales, cuando en realidad el mayor regalo de todos es compartir nuestro tiempo con aquellos cuyas compañías valoramos.

El ser humano de hoy dedica su tiempo a tantas cosas que ha descuidado en buena medida ese compartir con amigos y familiares, con seres que amamos y que muy pocas veces tenemos a nuestro lado por el infame trajín en la que hemos convertido esta vida.

Los días grises tienen la peculiaridad de instalar la nostalgia en nuestros corazones, esa peculiaridad de recordarnos tiempos pasados, tiempos felices, personas que ya no están; así que esta semana quiero que esta entrada hable precisamente de eso; de todas las cosas que dejamos pasar, de todas las personas que dejamos ir..... ¿por qué es tan difícil darle valor a lo que realmente nos hace feliz?

El ser humano tiene la particularidad de pasar los días, de pronto la más pequeña tontería es la mayor excusa para iniciar una gran discusión, el más pequeño destello de pasión se convierte en el amor más grande de la vida y así ve pasar uno a uno sus días, pasa tan agitado entre tantas distracciones que ha dejado de ver lo que es realmente valioso.

El trajín de la vida consigue cerrar los ojos del alma, consigue separarnos de aquello por lo cual realmente vale la pena pelear, la niñez de los hijos no volverá nunca, de pronto vemos a estos seres adultos que escasamente conocemos porque no fuimos capaces de brindar ese tiempo que hoy se nos va de las manos, la persona que un día pensamos sería la compañía del resto de nuestras vidas, hoy nos es completamente extraña porque no fuimos capaces de esperar para conocer mejor a la persona que elegimos para el resto de la vida, probablemente para esa persona nosotros también seamos unos extraños de los cuales escasamente podemos reconocer lo que un día fue tan importante.

No somos capaces ni siquiera de darle al tiempo el lugar que le corresponde, hoy hay que hacerlo todo tan de prisa, hemos convertido la vida en un montón de actividades "agendadas" que forman parte de la vida a la que hemos llamado "plan de vida": Graduarse, conseguir empleo, casarse, formar una familia, como si la vida se tratar de una receta elaborada que cualquier persona puede hacer, vamos si hasta para hacer un gran platillo hace falta talento!!!.

¿Qué sucede?, los días pasan ante nuestros ojos, sumamos pérdidas enormes que lastiman tanto nuestra alma, dedicamos tanto tiempo a reparar errores en el trabajo que se nos olvida dedicarle más tiempo a reparar las heridas del alma, esa heridas que se curan solo con nuestra propia atención porque solo nosotros conocemos la causa por la cual ellas están ahi... es triste pasar los días despidiendo personas, acumulando recuerdos tristes, dejando lugares, ¿cuántas veces se puede hacer eso?

La vida es un regalo, el tiempo que Dios ha puesto en nuestras manos forma parte de ese regalo, no para acrecentar fortunas, propiedades, o vidas agendadas; el tiempo que Dios ha puesto en nuestras manos lo puso para que aprendamos a amar empezando por nosotros mismos, para que descubramos que la vida se cifra en acumular buenos recuerdos, para que aprendamos que la persona que ocupa un lugar en nuestro corazón no es algo que se compra o uno se vaya a encontrar tirado en algún lugar, para que aprendamos a construir vivencias, para aprendamos que el lugar que llamamos hogar empieza por formar relaciones basadas en el amor y el respeto, no así la pobre adquisición de una casa  donde vivir con aquellos que llamamos "familia".

Hay tanto que debemos aprender, la humanidad ha perdido el camino hacia su propia humanidad, hace falta que seamos capaces de aprender a valorar las cosas más simples, porque las fortunas no hacen la felicidad...

Que Dios bendiga cada uno de sus días. Hasta la próxima.

"Todavía hay destellos tenues de civilización que quedan en este matadero bárbaro que una vez fue conocido como humanidad"
(The Grand Hotel Budapest)





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