domingo, 22 de noviembre de 2015

LA PERSONA QUE DIOS SOÑO QUE SERIAS

Amigos, Bienvenidos!!!:
¿Cómo les va?, espero que esta semana que acaba hayan tenido gratos momentos, que les haya dejado felices recuerdos pero sobre todo que sus corazones no hayan dejado de esperar cosas maravillosas y menos en este tiempo que se aproxima pues estamos a las puertas de vivir un nuevo tiempo de adviento.

Preparando una charla en días pasados, pensaba sobre la Fe y cómo la vemos y la vivimos nosotros; consultando libros con la finalidad de prepararme para la charla que tenía en puertas; me di cuenta que evidentemente muchos de nosotros buscamos a Dios por muchas razones, tantas como distintos son los requerimientos que tenemos pero ¿cuántos buscamos a Dios con la finalidad de invitarlo a que forme parte de nuestras vidas?.

Creo sinceramente que hemos confundido lo que es la FE, pero sobre todo hemos distorsionado la idea que tenemos de Dios; cada uno (al menos creo en su mayoría) ve a Dios y se acerca a él para pedirle que nos ayude con algo determinado, o que ayude a una persona con una necesidad en particular, lo que en definitiva no esta mal pues para Dios nada es imposible pero las personas en su gran mayoría han llegado a verle solo como quien puede hacer.

En las diferentes dificultades que se atraviesa en la vida y que sinceramente no falta hemos olvidado que Dios es mucho más que eso, Dios puede hacer por nuestras vidas mucho más de lo que le pedimos, él sabe a la perfección lo que necesitamos; pero Dios es mucho más que eso, él también espera que le invitemos a formar parte de nuestra vida, a celebrar junto a nosotros que estamos vivos gracias él.

Invitar a Dios en nuestras vidas nos obliga a revisar cómo estamos llevando adelante esta que es nuestra vida; nos obliga a pensar en nuestros errores y de ser posible a enmendarlos pero sobre todo nos lleva a retomar viejos conceptos que de pronto y con la prisa de la vida hemos dejado olvidados.

Invitar a Dios en nuestra vida es dejar que Dios nos devuelva esa condición de "seres humanos" que hace que miremos este mundo desde lo que podemos hacer por el y no lo que podemos obtener de el.
La vida y el trajín de la misma nos ha llevado a olvidarnos que somos seres "humanos" y no unas máquinas de hacer dinero, de poder o de placer.

Este mundo esta como esta porque las personas han dejado de incluir a Dios en sus vidas y mucho más en sus corazones, hoy la búsqueda desenfrenada de los bienes materiales, el dinero, el poder, la "belleza" ha reducido nuestros corazones al punto que ya no somos capaces de sentir amor ni siquiera por nosotros mismos; que decir siquiera de sentirlo por los demás.

Miramos a un Dios ausente de nuestras vidas, solo para pedirle lo que creemos necesitar, pero ¿cómo vamos a saber lo que necesitamos si no nos conocemos a nosotros mismos?, tenemos una idea de lo que nos hace falta, en función a lo que vemos que necesitamos para ser felices en este mundo, pero no tenemos idea de las personas que somos, de esa persona que Dios creo y a la que conoce a la perfección, esa persona que Dios esta esperando que se reencuentre consigo misma y desde sus posibilidades empiece a sanar este mundo que esta a punto de perderse.

Hoy no podemos ser libres de asistir ni siquiera a un simple partido de football sin tener que pasar por varios controles policiales, es tanta la inseguridad que vivimos que las medidas de seguridad se incrementan para evitar que haya otra muestra de terrorismo, violencia o delincuencia; ¿es realmente ese el mundo que queremos dejar a los niños?. 
Nuestra infancia fue tan distinta; las comidas en familia no era algo que sucedía solo en cumpleaños o fiestas de fin de año, uno podía ir con su padre a ver un partido de football con la única seguridad de tenerlo cerca, la preocupación era saber si a nuestro equipo le iría bien en el clásico.

Lo cierto es que Dios hoy esta muy presente en nuestras peticiones, pero que ausente esta de nuestros corazones; las personas piensan que una importante cuenta en el banco les dará seguridad a ellos y a sus hijos, pero el dinero escasamente consigue asegurar el pan de cada día.
La única forma de empezar a sanar este mundo, es invitando a Dios para que forme parte de nuestras vidas, para que vuelva a enseñarnos el camino; para que los niños puedan jugar libres sin tener que encerrarlos en una máquina donde también duermen sus sueños.

Estamos tan cerca del adviento, quise hoy compartir un poquito de este tema que es la Fe como un camino para acercar nuestros corazones un poco más a Dios para que el nos recuerde las personas que él soñó que un día seríamos......

Que esta semana ayudes a que este mundo mejore aunque sea un poquito, recuerda que pequeños detalles cuentan grandes historias!!!. Hasta la próxima.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.