domingo, 3 de abril de 2016

UN PROBLEMA SE RESUELVE MAS RAPIDO....

Amigos!!!!:
Buena semana la que inicia, como siempre esperando que la que termina hoy haya sido provechosa para ustedes.
Tras la celebración de la semana santa tengo la firme esperanza de que encararemos los meses que vienen con el espíritu en calma y la mirada puesta en las cosas nuevas y maravillosas que nos trae ese futuro prometedor que vamos construyendo día a día.

"Un problema se resuelve más rápido cuando uno deja de preocuparse"; ¿qué piensan de esta frase?; creo sinceramente que tiene razón.
Pues lo que normalmente sucede es que la preocupación activa en nuestro interior la duda, el miedo y la desconfianza. es tanto el malestar que se origina en el alma que difícilmente uno puede ver que la solución esta al alcance de la mano.

Esta afirmación y título de la entrada de hoy persigue una simple finalidad, recordar que la confianza plena en Dios es la llave que nos llevará a ver la salida a muchas situaciones adversas, a consolar el espíritu cuando las horas grises se hagan presentes y a enfrentar la vida con una mirada mucho más sencilla.

Cuando encaramos la vida desde la perspectiva de la fe, es inevitable no mencionar el bien y el mal; ¿qué conceptos tan gastados verdad?, resulta que cuando somos niños, nuestros padres tratan de enseñarnos la diferencia entre ambos y afirmo que "tratan" porque ellos a su vez están enfrentando sus propias luchas.
Dios también nos enseña el camino, pero con el tiempo nuestro corazón se ha alejado tanto de él que ya no somos capaces de verlo con la claridad que quisiéramos.

Todo es más sencillo de lo que realmente parece, pues cuando uno ya es "adulto" distinguir el bien y el mal es una tarea por demás complicada, ya no somos tan proclives a obedecer a nuestros padres como cuando eramos niños, pues se supone que como adultos ya sabemos conducirnos por la vida.

El resultado de esta mal utilizada emancipación demuestra que nos hemos aplazado con el único resultado de que somos nosotros mismos los que pagamos las consecuencias.
Les decía líneas arriba que todo es más sencillo de lo que parece, pero a estas alturas requiere de un esfuerzo muy grande enderezar el camino.

El mal ha ganado tanto terreno en este mundo y en nuestras vidas, al punto que ya no vemos su rostro, se ha mimetizado entre la muchedumbre y es que solo por nombrar alguna forma en la que se manifiesta podemos decir que la mentira se ha hecho el pan de cada día, ¿qué decir el engaño?.  Es muy convenientemente podemos decir pues que como la mentira se ha vuelto cosa de todos los días es aceptable cierto grado de mentira y puede en algún caso hasta resultar bueno para sacarnos de un apuro, ¿Ustedes que piensan?

Desenmascarar el rostro del mal debería ser una prioridad si buscamos sanar este mundo, pero por encima de ello, nuestro espíritu.
Si la única forma de garantizar mi bienestar es causándole daño a una persona, es indudable que estoy recorriendo la senda equivocada, y es que cuando uno tiene fe no se siente orillado; desechar la opción que me lleva a lastimar a una persona es distinguir el bien y desenmascarar al mal sabiendo que Dios pondrá en mi camino una oportunidad en la que nadie deba pagar el precio de mi propio bien.

Dios jamás buscará sembrar en nuestro corazón una honda pena, porque todos los caminos del señor están siempre llenos de alegría, basta ver a todos los apóstoles de la biblia que a pesar de ser perseguidos siempre caminaban con el corazón alegre; si una persona o una situación en particular esta causando un hondo pesar en el alma, es el mal el que va detrás. Si esto es así no hay nada que lamentar, simplemente hay que dar la vuelta y emprender un camino lejos de toda esa tristeza.

Lo mismo sucede con los problemas llegan a nuestra vida como distracciones grandes o pequeñas para que tropecemos, para que detengamos la marcha, para que dejemos de realizar la tarea encomendada, por ello la única manera de resolverlos es impidiéndoles que nos quiten la paz. Recordar:

"Deja de pensar en tus problemas y tus problemas sin alimento morirán"

El niño debe estar atento al aprendizaje y al conocimiento; el adulto debe estar atento a distinguir cuando esta actuando gobernado por el  bien en su vida y cuando esta actuando gobernado por el mal, llevando en sus manos la responsabilidad de que cada uno de sus actos esta sirviendo de ejemplo para sus propios hijos. Quizá haya que preguntarse: ¿Realmente distinguir entre el bien y el mal es tan obsoleto?.

Que tengan una semana llena de bendiciones!!!. Hasta la próxima.



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