NADA MAS LEJOS DE LA REALIDAD

Amigos!!:

Bienvenidos!!!; con la gracia de Dios, aquí estamos una vez más, ¿estamos listos para una nueva semana?, casi la mayoría de los seres humanos tiene la extraña costumbre; no se si buena o mala, de encarar nuevos tiempos con un sentimiento sombrío o pesimista, si ustedes son parte de ellos les invito a que esta semana se permitan albergar buenas intenciones por tiempos venideros, dejen que sus corazones se llenen de optimismo, pues para empezar ya tienen al menos un buen motivo para pensar que todo saldrá bien: DIOS ESTA CON USTEDES!!!!.

Ayer tuve la maravillosa oportunidad de compartir una vez más la conferencia "La alegría de estar vivos"; siempre que lo hago, mi alma se engrandece mucho más pues es algo que disfruto enormemente. Recuerdo que cuando decidí hacer esta conferencia, algunas personas me decían que en estos tiempos, era un tema muy polémico pues casi nadie piensa de la misma forma; de todas maneras lo hice y hoy puedo dar gracias a Dios de haber conocido muchas personas que han enriquecido sus vidas con el simple hecho de abrir sus corazones y darse cuenta que esta vida es más bonita, si apagamos la bulla del mundo.

Caminando por uno de tantos senderos que la vida pone ante nosotros, me tope con la siguiente frase:

Dios podría vivir en cualquier parte del mundo, pero eligió vivir en tu corazón

¿No les parece que es una frase maravillosa?, uno tiene a su disposición un sinnúmero de palabras de tal forma que cuando leo mensajes tan llenos de verdad, que además encierran tanta alegría no puedo hacer más que agradecer a Dios; es indudable que las personas con tan solo utilizar las palabras podemos ser emisarios de dicha o desdicha.

Tal es el caso de una persona que conocí hace ya un buen número de años, allá por la época en la que publiqué mi primer libro, recuerdo que después de la presentación todos los presentes estábamos rodeados de una atmósfera de alegría y de paz; entonces uno de ellos se acercó y me dijo: "No sabes cuánta paz le has dado a mi corazón con este hermoso libro, pero ten cuidado porque cuando uno inicia el trabajo para Dios en este mundo el demonio trata de evitar que sigas". Me quede pensando en esto y sus palabras regresaban a mi mente en muchos momentos de mi vida, especialmente en aquellos que no eran del todo "gratos".

Con el tiempo y con la gracia de Dios, comprendí dos cosas:

La primera de ellas fue que sus palabras retumbaban en mi mente porque en el momento en el que las escuché sentí temor y esa mi queridos amigos, es quizá una de las mayores llaves que se le puede dar al mal para que se haga un lugarcito en el alma.

Sin embargo otra de las frases que siempre trato de aplicar en mi vida es: 

Valiente no es aquel que nunca tiene miedo, sino aquel que tiene miedo y lo enfrenta

Como ustedes comprenderán seguí mi camino tratando de ayudar y de llevar el mensaje de la vida y del amor de Dios a quien ha escuchado; lo que en definitiva me ayudo a llegar a la segunda conclusión:

Cuando las personas escuchamos decir: "Es una prueba del Señor", inmediatamente pensamos que seguir a Dios es un camino tortuoso lleno de pruebas, que normalmente nos llevan a vivir siempre en tinieblas. NADA MAS LEJOS DE LA REALIDAD pues evidentemente Dios pone en nuestro camino muchas pruebas, pero no necesariamente son caídas, que sean caídas o lecciones son en definitiva una elección personal.

La palabra prueba por definición es un proceso en el cual se mide el resultado de algo, o de lo cual se espera algún resultado, cuando estudiamos, solemos rendir muchas pruebas o exámenes a lo largo de nuestros años de estudio, podemos sacar notas sobresalientes, regulares o malas; de acuerdo a cuánto hemos estudiado, en el peor de los casos el profesor o el docente nos hará repetir la materia o nos quedarán todavía algunas pruebas por rendir que nos darán la oportunidad de mejorar.

Exactamente lo mismo sucede con Dios, quien además de ser nuestro padre es nuestro maestro; el seguir el camino de la fe, implica que debemos rendir pruebas para poder avanzar, para poder fortalecernos en el camino de la fe, es nuestra decisión cómo encarar estas pruebas, pues desafortunadamente para encarar cada una de estas pruebas debemos aplicar lo que hemos aprendido en la vida, en cada uno de nuestros días y con cada uno de nuestros actos.

Lo que debe alegrar nuestra alma, es que Dios va junto a nosotros y espera que avancemos cada día un poco más, pues al final del camino lo encontraremos tal cual es; lo bonito de la fe es que nos prepara de tal forma que nuestra vida va mejorando con cada prueba que superamos, nada nos reportará mayor gratificación que el camino de la fe y el estar junto a Dios, quien ya nos eligió en nuestro camino.

Así que esta semana, quisiera que piensen en esto, uno elige cómo encarar cada prueba, pues puede ser el momento más oscuro o el momento en el que saldremos definitivamente más fortalecidos!!!. Un gran camino nos espera!!!, vale la pena seguir. Hasta la próxima.