domingo, 18 de septiembre de 2016

LA UNICA TABLA DE SALVACION

Amigos:
Bienvenidos!!!, ¡qué duras batallas encaramos en estos días!; hay tantas formas en las que debemos defender nuestro espíritu.
Son muchas las cosas que hemos perdido; si de enumerar se trata podría nombrar tantas pero en su lugar elijo decirles que hay que defender la salud del alma, preservar todo aquello que nos reporta bienestar, discernir con absoluta claridad lo que realmente le hace bien al espíritu y sobre todo aferrarse mucho a Dios, pues es él, realmente nuestra única tabla de salvación.

Hace muy poco, pude ver la segunda película del conjuro; honestamente me gusto mucho, sobre todo porque la película no se cifra en amedrentar al espectador con el poder del diablo, más por el contrario transmite el mensaje que solo la fe puede salvarnos, pero así también la ausencia de temor.

Creo firmemente que es Dios quien va guiando nuestros pasos hacia aquellos elementos que nos serán de mucha utilidad cuando de defender nuestro espíritu se trata, en este entendido revisando uno de tantos libros me detuve en una sola cosa: El miedo es la oración al mal.

Y es que la presencia del temor, pone de manifiesto que no tenemos la fe suficiente para confiar en Dios, tenemos tanto miedo a perder a nuestros seres queridos, tenemos miedo a perder nuestro trabajo, tememos todo aquello que desconocemos pero que nuestra mente crea muy hábilmente.

Buena parte de tener fe, es depositar nuestra confianza en Dios, saber que pase lo que pase él sabe lo que esta haciendo y eso nunca esta lejos de nuestro bienestar.
Lo cierto es que  deberíamos recordar mas a menudo el salmo 23, en concreto una parte de el: 

Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada temo, porque tu vas conmigo: 
tu vara y tu cayado me sosiegan.

En estas líneas que tengo siempre en mi mente uno puede revestir el alma con el escudo de la fe pues es una certeza absoluta que Dios va junto a nosotros.
Algunas veces y creo muy a menudo somos nosotros los que nos alejamos de él, eligiendo los caminos fáciles, los que se nos presentan todos los días como simples invitaciones que a primera vista no tienen nada de malo.

Regresando al tema de la película, uno puede ver en concreto a la luz de una simple revisión, cómo Ed Warren (Willson), interroga a la madre afligida, sobre el ex marido que los abandono, la forma en la que ellos reaccionaron ante su abandono, se hace hincapié en la forma en la que la alegría los había abandonado y en la consiguiente tristeza que los invadió, siendo la segunda hija la que albergaba mucha más tristeza.
Valores como la unión familiar y el valor se hacen de mucha importancia a la hora de encarar al demonio.

Creo que son muchos los casos reales que se han hecho películas como para seguir ignorando una realidad que día a día se hace mucho más necesaria:
El demonio ha adoptado formas que en nuestros días se hacen comunes, ¿quién no ha visto personas tristes?, ¿quién no ha estado triste?, la consigna "divide y vencerás " es sin lugar a dudas una de las herramientas más utilizadas por el mal, la culpa, el rencor y tantas formas que son tan comunes en nuestros días ...

Creo que se han  hecho comunes porque hemos dejado de darle a Dios el lugar que le corresponde en nuestra vida, poco a poco se ha visto la fe, como una práctica beata que no "reporta" rédito alguno.
¿Cuántas cosas se han dicho?, ¿de cuántas maneras se ha minimizado la fe?, es común que las personas hoy consulten su "suerte", acudan a "hechiceros" pues la explicación de sus males esta en algún "trabajo" del cual han sido objetos y yo me pregunto una sola cosa: ¿Por qué es más fácil creer en el mal y no en el bien?.

Lo cierto es que hay que cuidar la salud del alma, es necesario aferrarse a Dios aunque todo a nuestro alrededor se este cayendo en pedazos.
Hace unos días una persona a la cual estimo mucho y en cierta medida he presenciado su propia lucha contra el mal, me decía que muchas veces leyó ese poema de autor anónimo "huellas en la arena" y que tuvo la maravillosa oportunidad de constatar que era verdad cuando falleció uno de sus hijos; fallecimiento que se presentó abruptamente. 
Ella recuerda que la tristeza inundo tanto su corazón que en sus oraciones solo clamaba la muerte, de pronto veía su vida y podía apreciar con tanta claridad que toda su vida estuvo llena de sufrimientos, simplemente ya no se sentía capaz de sobrellevar algo más.
Rezaba día y noche para que Dios la recogiera y así dejar de sufrir; había perdido el encanto por la vida y solo esperaba morir.
Pero Dios estaba sanando sus heridas, casi sin que ella se de cuenta, en cada oración que dirigía a Dios para que la ayudará a acabar con su sufrimiento, Dios estaba cerrando sus heridas y un buen día despertó y pudo darse cuenta que aunque la pena todavía estaba en su corazón, un poco de paz, otro poco de resignación y mucha esperanza se instalaron en su corazón.

Ella recuerda que días antes del fallecimiento de su hijo, la Virgen Dolorosa se presentó en sus sueños, por lo que acudía a rezar frente a ella pidiendo le ayude a dejar esa pena, su corazón se llenaba de tristeza. En nuestros días, esta persona se encuentra bien, ha perdonado y se ha perdonado pero sobre todo ha vuelto a tener una enorme ilusión por la vida.

Me repite constantemente que se aferró a Dios como su única tabla de salvación y que indudablemente fue él quien la tuvo en sus brazos cuando ella ya no podía seguir.

Relatos como este, hacen que mi corazón se llene de gratitud y de amor por un Dios tan bueno que no descuida a ninguno de sus hijos, y hace que confíe plenamente en él.
Relatos así me llevan a callar la voz del diablo, aún cuando me susurra al oído que todo esta mal.

Depositar nuestras vidas en las manos de Dios, es indudablemente lo mejor que uno puede hacer en su vida!!!!.

Que Dios les acompañe esta semana y siempre. Hasta la próxima!!!.






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