domingo, 16 de octubre de 2016

LA LUZ QUE ILUMINA TODA OSCURIDAD

Amigos:
Bienvenidos!!!, espero que todos ustedes hayan alcanzado el perdón; ya que es el único camino hacia la paz del alma. Que sus historias se pinten de colores!!!, que estén llenas de momentos felices.
Esta semana vi la historia de la leona Sirga y su amigo Valentín; quien la encontró cuando era una cachorra de 10 días, a punto de morir.
Valentín no pudo dejarla, así que la crió; ahora esta en pleno proceso de hacer que Sirga cace su propia comida. Historias así, hacen que piense que todavía quedan seres humanos capaces de conmoverse con el sufrimiento, capaces de hacer algo y no limitarse a ser simples espectadores.
Valentín atraviesa todos los escollos por los cuales atraviesa un corazón que sabe amar, pues cuando uno entrega el corazón a otro ser vivo; no puede menos que buscar siempre el bienestar del ser querido, pero ese constante afán encuentra con mucho su satisfacción, el amor que se recibe por respuesta y que constituye el alimento más importante de todo aquel que se considera "ser humano". Después de todo y con mucho mérito esta historia fue titulada "Corazón de León".

Poco tiempo antes de que yo escriba; participé en la conversación que tenían dos personas sobre las novenas que se rezan a diferentes santos; ambas se pusieron a comparar la calidad de las novenas resaltando las cualidades una de la otra.
Fue curioso el tenor de esta conversación, pues ambas personas realmente estaban sumergidas en la importancia de su charla, pero yo me hacía una sola pregunta; ¿Realmente el Santo o la Santa intercederá con mayor seriedad aquella petición que provenga de la "mejor novena" ?.

Las personas a veces olvidamos que la fe, es mucho más que rezar determinada cantidad de oraciones, aunque éstas vengan del mismo Vaticano.
Lo cierto es que la fe, es una luz que nos ilumina en la oscuridad donde a veces el barco de nuestras vidas se encuentra, la fe es saber que llevamos a Dios en nuestro corazón, que a veces conversar con él en nuestro pensamientos es igual en importancia que separar un tiempo de nuestras vidas a la oración.

No digo que dedicar un tiempo de cada día a la oración sea algo malo, por el contrario; es bueno poder dedicarle ese tiempo a Dios; pero aveces (con mas frecuencia de lo que uno creería), es difícil poder hacerlo, por lo que hablar con Dios en el tiempo que nos toma llegar a nuestro trabajo, tiene el mismo valor.

La fe no se limita a pronunciar un cúmulo de oraciones dentro de una iglesia, la fe se vive a cada minuto de cada uno de nuestros días.
Dios vive en nuestros corazones, no necesitamos buscarlo en algún lugar determinado, porque va junto a nosotros, camina junto a nosotros y al igual que cualquier persona que ama; él también sufre con nuestro distanciamiento.

Después de todo, si tenemos tiempo para preguntar cómo están nuestros amigos, cuanto más tiempo deberíamos tener para hablar con Dios.
El problema es que muchas personas no logran conocerle, no han podido verle con claridad en sus vidas, por considerar que la fe, debe ser vivida en la misa diaria o al menos semanal, en el rezo de unas cuantas oraciones, etc.

Pocos saben que la fe se vive todos los días; que es puesta a prueba en los diferentes conflictos que debemos resolver a lo largo de nuestra vida y que sin la fe, nuestro espíritu moriría un poco en cada una de ellos.

Pocos saben que podemos ver a Dios en el rostro de una persona "necesitada" o de un animal maltratado, incluso en esa naturaleza que a falta de darle la importancia debida, esta muriendo un poco cada día.
No importan mucho si las oraciones son recitadas en latín o simplemente hablamos con Dios, si las novenas están bien hechas para que sean más eficaces, si podemos ir a la iglesia todos los días, si uno no pone en práctica esas palabras en su vida, de muy poco han de servir.

Lo que verdaderamente importa es ver a Dios en todas las cosas que hacemos todos los días, en la forma en que nos relacionamos con los demás y en la forma en la que nos comunicamos con él.
La fe se traduce en la salud de nuestro espíritu, en la capacidad que tenemos de dar y recibir amor, porque solo un espíritu sano, un espíritu que vive en Dios puede saber de la inmensa alegría que reporta saber amar y transmitirlo a los demás; en todas las criaturas que Dios puso en este mundo que puso en nuestras manos.

Que Dios llene de bendiciones sus vidas!!!. Hasta la próxima.





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